Robert Galbraith: El Gusano de Seda. Barcelona: Salamandra, 2015. 542 páginas. Traducción del inglés de Gemma Rovira Ortega. Título original: The Silkworm. London: Mulholland Books, 2014
El detective privado Cormoran Strike es contratado para encontrar al marido de Leonora Quine, un escritor mediocre con ínfulas. Aunque la situación económica de Strike, heroico exmilitar herido en Afganistán, no es tan desesperada como en su pasado reciente no puede renunciar al resto de los casos para investigar la desaparición de Quine, pero la curiosidad que le despiertan los personajes relacionados con el caso le hace aceptarlo. Pronto descubrirá que la desaparición está relacionada con el libro inédito de Quine: Bombyx Mori (gusano de seda), en el que utilizando alegorías sexuales y personajes simbólicos describe el entorno literario que le rodea. Todos los retratados en sus páginas están más que molestos con los exabruptos de Quine. Cuando el cadáver de éste aparece tras haber sido brutalmente torturado en una siniestra casa londinense, Strike y su secretaria Robin se lanzan a resolver las incógnitas del libro para descubrir quién es el culpable.
El mundo de la edición y de los escritores es el ambinte en esta segunda entrega de las andanzas de Cormoran Strike. El detective es un personaje con los aires clásicos de la novela negra, aunque más plano emocionalmente que la mayoría de ellos. Lo habitual es que la autora o autor negros utilicen un personaje inadaptado a su entorno para poder denunciar los males sociales. La descripción de la tensión producida por la dialéctica entre la ética del protagonista y una maquinaria social imposible de cambiar demuestra la complejidad del personaje y deja clara la habilidad del escritor. Un buen recurso puede ser, cuando uno quiere ahondar en un personaje realista que sufre psicológicamente dotarle de alguna tara que le haga ver el mundo desde una perspectiva minoritaria, tal vez por ello Rowling mortifique físicamente a su Cormoran. Su detective es hijo de un famoso que ha hecho fortuna, pero no pertenece de pleno derecho a esa familia, es un héroe del ejército, pero su incapacidad física lo ha dejado fuera. Conoce, por tanto, muchos círculos sociales y profesionales, pero no encaja plenamente en ninguno, aún así no parece que sea capaz de tener ningún tipo de empatía con su entorno, más allá de una inexplicada simpatía por su contratante. Hasta cierto punto la novela recuerda a las de Agatha Christie, incluso en su resolución con reunión de sospechosos. Algunos giros de la acción son forzados y, en general, muchas de las descripciones de los personajes y comentarios del narrador son demasiado explícitos. Rowling ha buscado dotar de mayor profundidad emocional al personaje de Robin, aunque se hacen demasiado monótonas sus idas y venidas en su relación sentimental. Este ritmo repetitivo está presente en toda la novela, un tanto lenta tanto en la acción central como en las tramas secundarias.
En fin, una novela con un intento metaliterario y misterioso que se hace muy larga.
Robert Galbraith (a.) J. K. Rowling. Yate (Inglaterra), 1965. Además de la muy conocida serie del niño mago Harry Potter y alguna otra obra juvenil, Rowling ha escrito tres novelas para adultos, dos de ellas protagonizadas por el detective ex-militar de la inteligencia británica Cormoran Strike. La primera entrega de estas novelas policíacas apareció en 2013: El canto del cuco (The Cuckoo's Caling)
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