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Fred Vargas: Cuando sale la reclusa

Fred Vargas: Cuando sale la reclusa. Madrid: Siruela, 2018. 403 páginas. Traducción del francés al español de Anne-Hélène Suárez Girard. Quan surt la reclusa. Barcelona: Amsterdam, 2018. 392 páginas. Traducció del francès al català de Anna Torcal i Garcia. Título original: Quand sort la recluse. Paris: Flammarion, 2017.


El comisario Jean-Baptiste Adamsberg ha vuelto a París tras sus vacaciones en Islandia. Tiene varios casos entre manos, pero le llama la atención que uno de sus subordinados se interese por las víctimas mortales que la araña reclusa, Loxosceles rufescens, ha causado entre los jubilados de la zona de Nimes.La cosa es curiosa porque la araña reclusa es una animal muy tímido, miedoso más bien: vive escondida sin contacto con ejemplares de su especie (sexo aparte) y es muy difícil que muerda a un ser humano. Y todavía es más difícil que cause la muerte con su veneno necrótico: haría falta que decenas de estas arañas solitarias se decidieran a formar una marabunta y marcharan contra la víctima. Lo nunca visto.
Adamsberg tiene la araña detrás de la oreja. Indagando, a espaldas de la mayoría de su equipo para que no lo tomen por loco, descubre que los muertos tenían un pasado común: el orfanato de la Miséricorde de Nimes. Todos ellos formaban parte de una banda macarra que atemorizaba al resto de los pequeños hace cuarenta años. Se hacían llamar La Pandilla de la Reclusa.


Adamsberg debe disgregarse en tres frentes ante los picores que siente: 1. Descubrir cómo y quién está acabando con los abuelos depravados del orfanato.2. Indagar en la reclusa emparedada que cuando era niño le espantó.3. Conseguir que su equipo no se rompa ante sus extravagantes métodos y sus erróneas sospechas. En especial debe lograr que su gran sostén, el comandante Danglard deje de ponerle en aprietos con su abierta hostilidad.
Si ningún caso de Adamsberg ha sido fácil, éste, con tantos frentes y tan peligroso abiertos, va a llevar al comisario al límite de su profundidad psíquica y a plantearse enormes dudas morales.


Fred Vargas vuelve a utilizar al excéntrico grupo de policías dirigidos por Jean-Baptiste Adamsberg para poner de manifiesto las perversiones de la sociedad contemporánea. A Vargas le interesa investigar las relaciones que se establecen dentro de grupos reducidos, cerrados y estables. En este caso hace que el grupo policial se tense en torno a la descabellada pesquisa del comisario. Intereses personales, ambiciones profesionales, fidelidades familiares y lealtad a la jefatura entran en acción para mostrar lo frágil que puede ser una relación.

No es el único grupo con problemas. Víctimas y verdugos del hospicio han coexistido en la institución en un ambiente de horror y silencio. Y también las familias, por su carácter íntimo y su jerarquía autoritaria se pueden convertir en el escenario de espantosas ligazones.

La narración va desgranando poco a poco la dinámica de estas comunidades. Vargas tiene una habilidad poco común para mantener el ritmo de su relato. En cada página la acción avanza sin trucos y sosteniendo la intriga. Alguien que convence al lector de que tiene algo que contar. Muy meritorio.

Pero además de construir las relaciones entre los diferentes grupos, Fred Vargas también quiere exhibir el mal que nos rodea. Una maldad muy humana, lejos de los archivillanos de otras novelas negras y thrillers que exigen una escalada armamentística de testosterona, violencia física y dureza psíquica. Aquí hay una investigación basada en la imaginación, el amor por el detalle y la comprensión de las debilidades humanas, hasta el punto de que héroes y ruines intercambian sus papeles.

Vargas no quiere evitar -por suerte- alusiones al pasado histórico olvidado, pequeñas anécdotas oscuras olvidadas, generalmente explotaciones del humano por el humano, pero en esta Cuando sale la reclusa ha dejado de lado aquellas fuerzas tenebrosas de sus dos últimas novelas y prefiere indagar en las jugadas del subconsciente y las reglas del psicoanálisis.

Muy ágil y muy original, como siempre, esta novela de Fred Vargas.


arpollefi.cf
Fred Vargas, seudónimo de Frédérique Audoin-Rouzeau, París, 1957. Estudió historia y zooarqueología. Ha escrito ensayos y novelas con su nombre verdadero o bajo seudónimo. En 2018 fue galardonada con el premio princesa de Asturias de las letras.
Entre las novelas policíacas destacan las del ciclo de los Tres Evangelistas (editadas en castellano también en un sólo volumen por Siruela):
-Debout les morts, 1995. Que se levanten los muertos, Siruela.
Un peu plus si loin sur la droite, 1996. Más allá a la derecha, Siruela.

-Sans feu ni lieu, 1997. Sin hogar ni lugar, Siruela.

y las del comisario Adamsberg
-L'Homme aux cercles bleus, 1991. El hombre de los círculos azules, Siruela. L'home dels cercles blaus, Amsterdam.
-L'Homme à l'envers, 1999. El hombre al revés, Siruela.
-Les Quatre Fleuves, 2000, novela gráfica en colaboración con Edmond BaudoinLos cuatro ríos, Astiberri.
-Pars vite et reviens tard, 2001. Huye rápido, vete lejos, Siruela.
-Coule la Seine, 2002. Fluye el Sena, Siruela.
-Sous les vents de Neptune, 2004. Bajo los vientos de Neptuno, Siruela.
-Dans les bois éternels, 2006. La tercera virgen, Siruela. La tercera verge, Amsterdam.
-Un lieu incertain, 2008. Un lugar incierto, Siruela. Un lloc incert, Amsterdam.
-Le Marchand d'éponges, 2010, novela gráfica en con Edmond BaudoinEl vendedor de estropajos, Astiberri
-L'Armée furieuse, 2011. El ejército furioso, Siruela. L'exèrcit furiós, Amsterdam.
-Temps glaciaires, 2015. Tiempos de hielo, Siruela. Temps de gel, Amsterdam.
Toda la colección de Adamsberg ha aparecido en libro de bolsillo en castellano editada por Debolsillo.




Pierre Lemaitre: Camille

Pierre Lemaitre: Camille. Barcelona: Alfaguara, 2016. 313 páginas. Traducción del francés al castellano de Juan Carlos Durán Romero. Camille. Barcelona: Edicions bromera, 2016. 296 páginas. Traducción del francés al catalán de Albert Pejó. Título original: Sacrifices. Paris: Albin Michel, 2012.




El comandante Camille Verhoeven ha nacido para sufrir. Tras el despedazamiento de su mujer embarazada, Irène, a manos de un psicópata que reproducía asesinatos literarios, ha alcanzado un cierto equilibrio emocional gracias a su relación afectiva con Anne Forrestier. Pero Anne Forrestier está ingresada en el hospital tras recibir una descomunal paliza que la ha dejado entre la vida y la muerte.
Anne Forrestier se encontraba en un lujoso centro comercial parisino a primera hora de la mañana. Justo cuando una banda de atracadores de joyerías estaban preparándose para actuar. Justo cuando todavía no habían disfrazado sus identidades. Justo en el peor momento. Pero a pesar de los reiterados intentos de los delincuentes por cargársela, Anne Forrester ha sacado fuerzas del ansia de supervivencia y ha conseguido escapar. 
Camille está mosqueado ¿a qué viene esta saña de los asaltadores por acabar con una testigo sin demasiada importancia? ¿cómo es posible que Anne haya podido escapar con vida? ¿a qué se debe que todos los que se acercan a él acaben machacados?
Aprovechando que nadie en la policía conoce su relación amorosa con Anne, consigue que le asignen el caso, algo claramente irregular. Pero es que el comandante Verhoeven está convencido de que los asaltadores volverán para completar el trabajo y quiere proteger a Anne y disipar todas las dudas que le genera el caso. Dudas que se han incrementado durante la investigación ante la misteriosa identidad de todos los involucrados.
Por un lado, Camille debe intentar deshacer el maleficio que le acompaña deteniendo a los delincuentes y salvando la vida de sus seres queridos, por otro, debe intentar eludir las sospechas de sus superiores, que comienzan a ver su involucramiento como algo muy próximo a un delito de complicidad.

Pierre Lemaitre entrega una nueva novela (la tercera escrita por el autor, la cuarta traducida en España) de la tetralogía protagonizada por el diminuto comandante Camille Verhoeven. La narración sigue las andanzas de Camille y de Anne Forrester por una parte y del asesino por otra. Para salvaguardar la identidad del criminal y crear suspense, el asesino aparece en primera persona en pequeñas digresiones en las que comenta sus aproximaciones a sus víctimas. Su presencia en la narración crece conforme nos acercamos al final.
Las trayectorias de Camille y Anne son narradas en tercera persona.
Una vez más, Lemaitre, deja prueba de su maestría en el perfecto ritmo, en la manera de revelar información poco a poco a partir de los tres focos narrativos y en la complejidad siniestra de sus personajes. Todos ellos son buenos ejemplos de un egoísmo enfermizo: han desarrollado sus sociopatías por causas diferentes, pero todos han acabado encerrados en ellos mismos. Ahí está buena parte de la fuerza de la escritura de Lemaitre: conoce el interior de sus protagonistas perfectamente y los hace actuar con verosimilitud (o al menos con coherencia) incluso en los momentos más grotescos o improbables.
Y hasta aquí la serie del torturado policía Verhoeven. Un descanso para él y para los nervios de los lectores -aunque Rosy & John (Alfaguara, Edicions bromera) sea en realidad la última que escribió Lemaitre, cosas del márketing editorial-.

www.metronews.fr
Pierre Lemaitre, Paris, 1951. Ha escrito varias novelas negras ganadoras de numerosos premios:
Travail soigné (2006): Irène, Alfaguara, Edicions bromera, 2015.
Alex (2011): Alex, Grijalbo, 2013, Alfaguara, Bromera, 2015.
Sacrifices (2012): Camille,  Alfaguara, Edicions bromera, 2016
Rosy & John (2013): Rosy & John, Alfaguara, Edicions bromera, 2016
Estas cuatro forman las protagonizadas por el comandante Camille Verhoeven.
Otras novelas negras:
Robe de marié (2014) (Vestido de novia, Alfaguara, 2014).
Cadres noirs (2010).
En el año 2013 ganó el Premio Goncourt, el más prestigioso de los concedidos en lengua francesa, por
Au revoir là-haut (2013) (Nos vemos allá arriba, Alfaguara, 2014. Ens veurem allà dalt, Bromera, 2014).

Karim Miské: Arab Jazz

Karim Miské: Arab Jazz. Madrid: Adriana Hidalgo, 2014. 378 páginas. Traducción del francés por Eduardo Betti.Título original: Arab Jazz. Paris: Editions Viviane Hamy, 2012.
Los tenientes Rachel Kupferstein y Jean Hamelot de la brigada criminal de Paris deben investigar el asesinato de una joven en el distrito 19 de la capital francesa. El crimen parece revestido de un carácter ritual ya que el cadáver aparece profanado por un insulto religioso. Todas las pruebas parecen apuntar hacia el vecino de la víctima: Ahmed Taroundant, un ermitaño en medio de la gran ciudad, antiguo paciente de un hospital psiquiátrico y dependiente de las novelas policíacas de segunda mano. Pero la intuición de Hamelot y (sobre todo) de Kupferstein desecha la sospecha sobre él y ellos consiguen convertirlo en su principal colaborador en las pesquisas por el multiétnico barrio en el que los conflictos entre judíos utraortodoxos, salafistas y cristianos radicales son lo cotidiano. Sin embargo, nada es lo que parece y los motivos de las consignas religiosas e incluso de los principios de la fé son espurios y egoístas. Nada parece escapar al objetivo del narrador: conflictos religiosos, luchas generacionales, corrupción policial, organizaciones de crimen internacional, drogas de diseño, culpas antiguas y la incapacidad de la mayoría de luchar contra el mundo que le rodea.



Miské quiere denunciar todas las formas de control del individuo, la religión, las drogas, las instituciones psiquiátricas (que tanto le gustan a los franceses en los últimos tiempos, como a Pierre Lemaitre -será culpa de Foucault-) con las que la sociedad nos hemos dotado para doblegar la disidencia. Miské opina que hay muchos individuos que saben utilizar estos mecanismos para beneficiarse sin importarles el daño que puedan producir a los demás. Aunque la novela comienza con un personaje que me pone los pelos de punta: un outsider que lee compulsivamente novela negra y nos hace partícipes de sus gustos musicales, y aunque los policías recuerdan demasiado el trazo místico de Fred Vargas para el comisario Adamsberg, la novela gana peso cuando desarrolla la trama del comercio internacional de drogas y de las extrañísimas alianzas que se pueden forjar para hacerse millonario hasta convertirse en una divertida denuncia de la mentira de la religión y de la crueldad del poder. Los integristas de las tres principales religiones del barrio forjan una extraña alianza con las fuerzas más turbias de la sociedad contemporánea.
Karim Miské. (Le Télégramme)