Newton Thornburg: Cutter y Bone

Newton Thornburg: Cutter y Bone. Barcelona: Sajalín editores, 2016. 386 páginas. Traducción del inglés (USA) de Inga Pellisa. Título original: Cutter and Bone, Little, Brown and Company, 1976.


Cutter y Bone son Alex Cutter y Richard Bone.
Cutter es un veterano de la guerra de Vietnam, tuerto, cojo y manco. No tiene oficio ni trabajo, un hijo de poco meses y una mujer, Mo, que proviene de la clase alta de la costa oeste. Ingiere más alcohol y drogas que alimentos. Alex Cutter, a pesar de sus irreprimibles ansias autodestructivas y de todos los trozos de cuerpo que ha dejado por el camino posee una atractivo peligroso para muchas personas (aunque la mayoría no lo tocaría ni con un palo).
Bone es un gigolo ocasional con una gentil estructura ósea y una ruinosa estructura interna. Abandonó a sus hijos y a su mujer, su trabajo de directivo en un gran empresa y la vida sólida del triunfador. Prefirió el vagabundeo y que el alcohol espesase su depresión.
Se puede decir que Cutter y Bone son amigos íntimos, aunque la capa de cinismo defensiva que utilizan continuamente haga impenetrables sus sentimientos.

Una noche de verano Bone regresa caminando al sofá que Cutter le ha cedido en su casa de Santa Bárbara hasta que encuentre algo mejor. En la oscuridad ve una sombra que arroja un paquete a un contenedor de basura. Bone está siendo testigo de cómo un asesino se deshace de su víctima, pero esto no lo sabe hasta el día siguiente, cuando aparece en toda la prensa el hallazgo de los restos de Pamela Durant, una adolescente de hábitos licenciosos.

Cuando Bone hojea los diarios un fugaz destello le hiela la sangre. Allí aparece la figura de un magnate del oeste en visita a la ciudad, J.J. Wolfe. Y por un instante ha relacionado la efigie del potentado ranchero con la difusa forma que vislumbró en el callejón hace una noche. Se rehace en un segundo, pero demasiado tarde, al ojo único de Alex Cutter no se le escapan estas cosas: decide que su amigo ha identificado al asesino. Y una ocasión así no se puede desperdiciar: hay que chantajear al canalla millonario.

Bone no puede asegurar que haya visto a J. J. Wolfe, más bien está cada vez más convencido de lo contrario. Las protestas de Bone no arredran a Cutter. Si el personaje no es el asesino no habrá pasta, pero si lo es podrían medio salir del pozo. Cutter recluta a la hermana de la víctima, una prostituta de medio nivel, para que acredite la descabellada misión vengadora-lucrativa.

A partir de aquí todo irá de mal en peor. Como siempre. Cutter tiene un coraje suicida sin ningún sentido de la prudencia, Bone una indolencia cobarde que le impide actuar. Y se enfrentan a una sociedad que está más que preparada para acabar con marginados de su especie. A lo mejor la fuerza de su amistad sirve para superar grandes peligros, pero, la verdad, no lo parece.

Newton Thornburg creó en Cutter y Bone uno de los mejores argumentos de la novela negra: un par de inadaptados con dificultades para mantenerse psicológicamente en pie emprenden una disparatada cruzada, enfrentarse a fuerzas muy superiores en todos los aspectos para sacar tajada. Es una huida hacia el abismo a lo Thelma y Louise, sólo que acaban arrastrando tras ellos a todas las personas con las que se relacionan.
Si el argumento es magistral, la construcción de los desquiciados personajes a través, sobre todo, de las interminables réplicas cínicas que intercambian (hasta abrumar) es muy eficaz. El desequilibrio emocional de los personajes, no sólo el de los protagonistas, sino también el de los secundarios, queda patente a través de los diálogos y las breves descripciones del narrador.
Ninguno de todos los que pululan por estas páginas está libre de pecado: ansiedad, depresión, codicia, cobardía, soberbia, amargura, incapacidad afectiva... El problema es que además de pecar los personajes esperan anhelantes lanzar la piedra, y buscan el sitio donde haga más daño, seas enemigo o amigo íntimo.
Creo que uno de los pocos puntos débiles de la febril aventura de Cutter y Bone es el explícito desenlace final.
Cutter y Bone es la historia de las andanzas de dos perturbados contra una sociedad que intenta rehacerse del trauma de Vietnam reforzando el clasismo, el racismo y el machismo. Una obra que debe formar parte de las bibliotecas más negras.

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Newton Thornburg, Harvey, Illinois, 1929 - Bothell, Washington, 2011. Estudió Bellas Artes en Iowa y trabajó como pintor hasta que lo dejó para emplearse en la explotación agraria de la familia y en el negocio de golosinas que poseían. Emigró a Santa Bárbara donde combinó la redacción publicitaria con la escritura creativa hasta que el éxito de su novela Knockover le permitió dedicarse en exclusiva a la ficción.

Habeas corpus: Recién llegados a la banda

La Orilla Negra. La nueva colección de género negro de ediciones del Serbal.

Ediciones del Serbal es una de las editoriales veteranas de Barcelona. Especializada en ensayo de ciencias sociales y arte, ha decidido este año lanzar una colección de novela negra cuyo fuerte será la recuperación de escritores españoles y latinoamericanos de los años 80 y 90. La colección está dirigida por José Luis Muñoz, que también participará con alguna contribución y siempre son títulos que aparecieron hace, al menos, quince años. Han tenido tiempo de demostrar su valor y de reclamar su reedición. Los primeros títulos ya están en el mercado y todos los aquí reseñados estarán en breve disponibles.


La tarjeta de presentación es una recopilación de relatos de autores españoles y latinoamericanos, Relatos de la orilla negra que refleja las pretensiones de la colección, reuniendo clásicos veteranos y valores consolidados que no paran de publicar:

Julián Ibáñez, Fernando Martínez Laínez, José Luis Muñoz, Paco Gómez Escribano, José Vaccaro Ruiz, Mariano Sánchez Soler, José Carlos Somoza, Francisco Balbuena, Alejandro M. Gallo, Nacho Cabana, Francisco Bescós, Angelique Pfitzner, Pablo Aguilar, Elia Barceló, Juan Ramón Biedma, Rosa Ribas, Lorenzo Lunar, Rebeca Murga, Raúl Argemí, Rolo Diez, Guillermo Orsi, Guillermo Saccomanno, Marcelo Luján, Dauno Tótoro Taulis, Javier Valdez Cárdenas, Fritz Glockner, Augusto Cruz y Marcos Tarre Briceño. 


El primer libro que ha llegado es el de Fernando Martínez Laínez: Destruyan a Anderson, un thriller de la España de los primeros años del postfranquismo con grupos terroristas internacionales por en medio. Fue finalista del premio Planeta en 1982.

Dauno Tótoro Taulis publica La sonrisa del caimán, una novela con humor muy negro en la Latinoamérica de la guerrilla y los grupos paramilitares, escrita por un periodista que se ha recorrido medio mundo y que conoce los principales movimientos insurgentes americanos en profundidad.

José Luis Muñoz: Mala hierba es la historia de un fugitivo que se refugia en un pequeño pueblo de la costa oeste norteamericana. Su presencia pondrá de relieve los enfrentamientos, ocultos hasta entonces, entre los integrantes de la comunidad. Esta novela recibió el premio Ángel Guerra en 1991.

Pablo de Aguilar González: Cuéntame cosas que no me importe olvidar es la historia de un barrio popular español. Uno de los habituales de un grupo de parados es asesinado y las sospechas recan sobre uno de ellos, pero ese es sólo uno de sus problemas: desahucio, amigos enfermos, dificultades de todo tipo de las que hace de cronista.

Marcos Tarre Briceño: Bala Morena. Las andanzas de un médico bogotano y sus relaciones con un magnate venezolano y un joven guerrillero. Los tres se encuentran en la selva venezolana y sus poco edificantes relaciones forman el cogollo de la narración de esta obra de uno de los autores venezolanos de thrillers más conocido de los años 80 y 90.

Esta es la media docena de inicio, pero son sólo el principio.

Amin Öhri: La musa oscura

Armin Öhri: La musa oscura. Madrid: Impedimenta, 2016. 284 páginas. Traducción del alemán de Paula Aguiriano Aizpurua. Título orginal: Die dunkle Muse. Messkirch: Gmeiner Verlag, 2012.

Lene Kulm trabaja en el matadero de Berlín. Por una miseria. Para poder mantenerse y mantener a su pareja se prostituye cuando acaba la jornada. Después vuelve al cuchitril que comparte con su chulo para que este pueda descargar en ella su frustración. Rutinas en el Berlín de 1865.
Hoy se ha encontrado con su extraño vecino de rellano, el profesor de filosofía Botho Goltz. El profesor le ha invitado a su cuarto, le ha pagado por un servicio completo y después la ha asesinado. El profesor Goltz ha invitado a una vecina anciana a avisar a la policía.
El comisario Gideon Horlitz se desplaza con su equipo desde el lugar del suicidio del violador Viktor Hackeborn hasta la buhardilla donde ha sido destripada Lene Kulm. Con él va su protegido, el estudiante de derecho y hábil dibujante Julius Bentheim. Julius gana unos marcos dibujando las escenas del crimen para la policía, aunque cada vez haya menos trabajo con los nuevos equipos fotográficos que van apareciendo, como los que utiliza el más íntimo amigo de Julius, Albrecht Krösick.
El caso parece claro para que la culpabilidad pueda ser demostrada sin dificultades en el juicio contra el profesor Goltz. Sin embargo, el profesor Goltz lo tiene todo previsto. A él no le interesaba asesinar a Lene Kulm, sino manipular las pruebas y las evidencias de tal manera que se quedaran claras la desidia policial y la ineptitud fiscal . El juicio se convierte en un espectáculo en el que el profesor se va saliendo con la suya con artimañas de todo tipo.
Julius Bentheim acude todos los días a la sala, allí coincide con otro asiduo, el comisario Moritz Bissing, una figura de la policía berlinesa con extrañas inclinaciones privadas. Bissing sabe de las aptitudes artísticas de Julius, así que le encarga que se pase por una de sus fiestas privadas a hacer unos dibujos pornográficos. Una paga excelente por unas cuantas horas de trabajo. 
El problema es que Julius Bentheim es todavía muy joven. Fogoso, con un hambre sexual propia de su edad. Cambia la cara de la modelo en los dibujos por la de su prometida, Filine, la hija del muy estricto pastor Gottfried Sternberg. Si nunca ha contado con la simpatía del pastor, cuando este ve la obra de Julius encierra a su hija y monta guardia en su casa para impedir cualquier aproximación.
Julius Bentheim se enfrenta a dos problemas: el primero es el de preparar el rescate de su prometida y alejarse de la ira paterna y el segundo buscar pruebas que incriminen al profesor Goltz, que está a punto de irse de rositas de la carnicería de Lene Kulm.

Armin Öhri ha ambientado con mucha pericia su novela en el Berlín prusiano de 1865, en pleno proceso de formación del imperio alemán. La forma natural en que introduce las diferencias con nuestra época es uno de los valores de la obra. No sólo se trata de las prácticas policiales, sino de todos los procesos sociales y técnicos que en esa mitad del siglo XIX están acelerándose: Öhri describe con sutileza todos estos cambios con respecto a nuestros días, llenos de complejas máquinas forenses y mágicas soluciones tecnológicas. Öhri utiliza también personajes reales de la época, periodistas y escritores para darle mayor veracidad a la ambientación. Se inspira en las formas de los clásicos de la novela detectivesca, forzando a veces las situaciones para que cuadre el resultado, con descripciones más crudas de lo que se hubieran permitido la mayoría de los escritores que le alientan y un ritmo narrativo rápido y sostenido.
Hay sorpresas de última hora, venenos, cementerios, maléficos asesinos cerebrales y vengadores racionales dispuestos a todo por no caer en el deshonor, cosas de otra época. Y el pulso firme de un narrador documentado con primor que ha preparado más aventuras para el dibujante investigador Julius Bentheim y su pandilla.

www.volksblatt.li
Armin Öhri, Ruggell (Liechtenstein), 1978. Ha estudiado historia, filología alemana y filosofía. Ha escrito cuentos y novelas que ha publicado en diferentes editoriales independientes alemanas. 
Suele escribir novelas detectivescas inspiradas en los clásicos decimonónicos con una ambientación muy estudiada. La musa oscura es su primera novela traducida al castellano, con ella ganó el Eurpean Union Prize for Literature en 2014.

Habeas corpus: recién fichados para la banda

Las últimas semanas han sido tiempos de muchas novedades editoriales, cosa de ferias de libros por doquier. Con las mesas de las librerías más relajadas es más fácil controlar las entregas negras interesantes que todavía van llegando o están a punto de aparecer.

Empiezo por el esfuerzo de una editorial pequeña y corajuda de Barcelona Maresia, especializada en literatura brasileña. Ha traducido una recopilación coordinada por Tony Bellotto de cuentos criminales ambientados en diferentes barrios de Río de Janeiro: Rio Noir. Catorce autores, catorce cuentos para reflejar el día a día contemporáneo de la capital olímpica de este verano. La traducción ha corrido a cargo de Juan Pablo Villalobos.
En breve en Paraffin Test

Una noticia excelente es el regreso del gran escritor mexicano Martín Solares: No manden flores, para Literatura Random House. Un antiguo policía regresa al Golfo de México para investigar la desaparición de la heredera de una rica familia. Tendrá que enfrentarse no sólo a las bandas criminales fuera de la ley, sino también a las que se han organizado dentro, en la policía mexicana. Una pinta estupenda.






Salamandra black continúa con su apuesta por autores poco conocidos por los hispanolectores. Para este julio ofrece la obra de Ian Mandok: Yeruldelgger. Muertos en la estepa. José Manuel Fajardo ha traducido del francés esta novela ambientada en las estepas de Mongolia. El comisario Yeruldelgger, un personaje marcado por la la tragedia y el desequilibrio emocional parece que no dejará indiferente a nadie en este caso con una pila de cadáveres y cuestiones geopolíticas por en medio. Os lo cuento pronto en Paraffin






Y si queréis hardboiled hay que recurrir a las recuperaciones de autores norteamericanos que hace la gente de La Bestia Equilátera. Aunque apareció hace ya unos meses en Argentina será en poco tiempo cuando llegue por aquí la novela de Dan J. Marlowe: El nombre del juego es muerte. Escrita en 1962 cuenta cómo todo comienza a ir fatal para el mudo Bunny y para Roy Nartin cuando un atraco a un banco en Arizona se tuerce y corre la sangre. Crudeza, muchos tiros y tipos duros. Un estilo sobrio que ha seguido en su traducción Carlos Gardini.





Tampoco Maigret se puede relajar, tiene que enfrentarse a un asesino en serie que ya se ha ventilado a cinco mujeres dedicadas a la prostitución en Montmartre. Una pesquisa en la que será crucial llegar a las entrañas psicológicas del asesino. Georges Simenon: Maigret tiende una trampa. Lo ha traducido para Acantilado Núria Petit Fonserè.







Y, para acabar, referir lo que ha entregado Editorial Funambulista. Leif Davidsen: El enemigo en el espejo. Un autor danés traducido por Sergio Torremocha Ruiz que explica la historia de un anónimo padre de familia de Arizona que es la cobertura de un asesino internacional serbio que tiene en jaque a la policía de medio mundo. Un thriller de espionaje en el que el protagonista es incapaz de dejar atrás su pasado.

Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt: Secretos imperfectos

Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt: Secretos imperfectos. Barcelona: Planeta, 2016. 523 páginas. Traducción del sueco al castellano de Claudia Conde. Secrets Imperfectes. Barcelona: Planeta, 560 páginas. Traducción del sueco al catalán de Jordi Boixadós Bisbal.Título orginal: Det Fördolda. Estocolmo, 2010.


Sebastian Bergman trabajó durante años como psicólogo criminal para la policía sueca. Su fama es legendaria. Por dos motivos: sus métodos siempre daban resultados en las investigaciones y era un sociópata insufrible capaz de desquiciar a todos su compañeros. Y compañeras, sufre un donjuanismo agudo.
Bergman se retiró del servicio cuando tuvo una terrible pérdida personal que le dejó un vacío que el trabajó no llenaba. Solucionó una montaña de casos complicados y se ganó una cordillera de enemigos acérrimos dentro del cuerpo.
Ahora ha recibido un mensaje de su ciudad natal, Västerås: su madre, con la que hace veinte años que no tiene contacto, ha muerto. Sebastian decide vender la casa de sus padres para desligarse de sus últimos recuerdos familiares.

En Västerås están desplazados dos de sus antiguos compañeros de la policía: el responsable de la Unidad de Homicidios sueca, Torkel Höglund -lo más cercano a un amigo que nunca tuvo en el cuerpo- y Ursula Andersson -lo más cercano a una archienemiga que uno puede granjearse entre colegas-. Junto a ellos, dos jóvenes ayudantes, lo más brillante de la policía sueca: Vanja Lithner y Billy Rosén.
El grupo se ha desplazado a la ciudad para hacerse cargo de la investigación del asesinato de un adolescente, Roger Eriksson,  hallado en los pantanos con veinte cuchilladas y sin el corazón en donde se supone que están los corazones humanos.

Sebastian Bergman huiría como la peste de sus antiguos compañeros y de sus casos criminales en circunstancias normales: ya tuvo bastante de aquello. Pero las circunstancias son anormales: ha descubierto una serie de secretos en casa de su madre que le obligan a recurrir a los servicios de la policía. Debe simular sus motivos espurios y acercarse a la investigación como si realmente estuviera interesado.

Conforme se adentra en el caso deja constancia de su personalidad intratable, aunque comienza a sentirse atraído por la cantidad de mentiras y secretos que hay en la pequeña comunidad. Y dar pasos hacia la resolución significa también ir encontrándose con nuevos cadáveres. Hay un criminal que les lleva la delantera acabando con testigos y plagando el terreno de falsos indicios.
La única manera de hallar al asesino será descubrir que hay en el fondo de tantas mentiras  e hipocresías y desvelar las profundas heridas psicológicas de todos los implicados en el caso. Complicado para Bergman: la enemistad que va sembrando hace que sea difícil para su grupo investigador apoyarle y debe defender sus teorías en solitario y defender sus teorías en solitario le puede exponer tanto como para convertirse en presa fácil.

Hjorth & Rosenfeldt comenzaron con esta novela a construir el personaje de Sebastian Bergman. A día de hoy la serie está compuesta por cinco novelas. Hjorth & Rosenfeldt dosifican la información sobre su personaje para poder construirlo en las siguientes novelas. Hay un defecto en la novela: el intento del narrador de convencer al lector de la personalidad borde de su protagonista. Parece que tenga prisa en convencernos: hay ocasiones en que en vez de dejar que el lector formemos nuestra opinión con las acciones y diálogos de Sebastian nos quiere obligar a creer en su carácter antisocial y cascarrabias. Fuera de este defecto de ser tan explícita en algunas ocasiones, la novela está construida con mucho oficio como un thriller que va desvelando poco a poco sus misterios.
La información que se ofrece al lector está dosificada para ir aumentando el suspense y, a pesar de las sorpresas de la trama (alguna forzada, pero pasmosa), no hay trampas en la intriga como parece que demanda la moda de los últimos años.
Personajes secundarios construidos a mayor gloria de la acción y un doble argumento: la investigación de los crímenes de Västerås y las penalidades de la vida de Bergman y su compleja personalidad. El segundo no lastra el primero.


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Michael Hjorth, 1963 y Hans Rosenfeldt, 1964 han trabajado en el mundo del cine y de la televisión como guionistas y productores. Rosenfeldt es el creador, entre otras, de la serie televisiva criminal Bron.
Secretos imperfectos es la primera de las novelas de Serie Bergman, Palaneta ya tiene los derechos de traducción de las siguientes.


Emmanuel Grand: Final de trayecto

Emmanuel Grand: Final de trayecto. Barcelona: Salamandra, 2016. 348 págs. Traducción del francés de José Manuel Fajardo. Título original: Terminus Belz. Paris: Points, 2015.


Marko Voronine, de Odessa, y tres compatriotas ucranianos más, Vasili, Anatoli e Irina, han decidido emigrar a la Unión Europea. La dificultad para conseguir visados les hace recurrir al servicio de la mafia rumana.
A medio camino en camión hacia Francia los rumanos deciden relajarse violando a la adolescente Irina. No han medido bien el valor de su mercancía: los ucranianos impiden el estupro y se quedan con el camión y con el dinero de su peaje.
El grupo sabe que sus penalidades acaban de comenzar: el jefe mafioso que dirige el cotarro de tráfico de personas, el singular Ionut Lupu, no cejará hasta dar con ellos y recuperar su dinero y su prestigio. Los cuatro deciden separarse y no volver a verse. El joven Marko Voronine se dirige al norte de Francia, el anuncio de un puesto de trabajo como pescador, ofrecido por el patrón Joël Caradec,  en el que no preguntan demasiado le lleva hasta la recóndita isla bretona de Belz.
Belz es el lugar ideal para desvanecer su rastro, hay poco más que un puñado de pescadores y sus familias, acostumbrados a unas condiciones de vida extremas. Forman una comunidad cerrada, pero con discrepancias aguzadas por el aislamiento y los duros tiempos de la pesca. La isla es además el paraíso de las leyendas bretonas, seres fantásticos que aterrorizan a los mortales, un mar que no deja descansar a sus víctimas ahogadas, un cura que no deja de recordar los amargos tiempos apocalípticos por venir. Pero el principal problema del joven ucraniano (ahora joven griego) está más bien en saber que le ha pasado a su familia, su madre y su hermana, a las que ha dejado en Odessa y a las que, está seguro, la mafia rumana pretende sacar información por los medios que sea. Además sabe que algún sicario estará ya en camino para ajustar cuentas.
Por si fuera poco, Marko se ha granjeado la animadversión de parte de la comunidad: un extranjero que viene a robarles el escaso trabajo. Y, desde que ha llegado, los hechos sobrenaturales no dejan de producirse. Los supersticiosos pescadores bretones están pasando de tenerle ojeriza a sentir pavor.
Marko se ve entre tres peligros poco habituales: es la presa de los brutales criminales del Este, una turba de aterrorizados pescadores pretenden inmolarlo para tranquilizar sus almas y, por si fuera poco, los espeluznantes seres mágicos que exigen sus muertos, han comenzado a aparecérsele y a cercarlo.
Marko cuenta con pocas defensas ante tal avalancha, apenas la solidaridad de su patrón, que pretende cobijarlo como a un hijo y la amistad de los seres más marginales de la isla, incluso, tal vez, el amor de una de las mujeres de la isla. Poca cosa.

Emmanuel Grand se apunta a la moda de mezclar el mundo sobrenatural con la pesquisa policial. Hay antecedentes desde los albores del género, como el maestro Wilkie Collins o el gran Poe, y de tanto en tanto se recupera la fórmula, a veces con gran éxito de ventas, como en el caso de Dolores Redondo y su Baztan espectral. Una parte de la gracia del invento consiste en no aclarar si los hechos sobrenaturales son interpretaciones de mentes desquiciadas y autosugestiones, o si forman parte de la realidad fantástica cotidiana.
Grand une a la trama fantasmal la de las redes de tráfico de personas. La crueldad y la violencia que despliegan estas mafias criminales consigue que se establezca un interesante juego para saber quién produce más miedo: los asesinos de carne y hueso o los descarnados monstruos de las leyendas.
Es lo más jugoso de la novela de Grand, que avanza a buen ritmo hacia un clímax conseguido y un postclímax mejorable. El que la narración siga por un lado las andanzas de Marko y, por otro, las del esbirro Dragos Munteanu, consigue que el lector sepa más que el protagonista sobre la cercanía de la amenaza y el suspense crezca.
Esta es la primera novela de Grand, es posible que en las siguientes saque partido de esta doble trama policial y tenebrosa y que dote de personalidad más compleja a alguno de sus personajes, y de un poco más de carne y realismo a las relaciones afectivas de los protagonistas.

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Emmanuel Grand, Versailles, 1966. Trabaja como responsable de la página web de una de las grandes operadoras francesas de telefonía móvil. Ha escrito varios libros, tres de ellos novelas negras:
Terminus Belz, 2015 (por la que ganó el SNCF du polar 2016).
Pavillon rouge à la baule, 2015. Cuento ilustrado por Pierre Place
Les salauds devront payer, 2016.

Rafael Bernal: Antología policiaca

Rafael Bernal: Antología policiaca. México D. F.: Fondo de Cultura Económica, 2015. 302 páginas. Prólogo de Martín Solares.

Rafael Bernal es el autor de una obra maestra del género negro: El complot mongol, escrita en 1969. Hasta llegar a esa obra escribió varios relatos relacionados con el cuento de enigma y la descripción de la sociedad mexicana. Aquí se recogen los siete que se conservan.
Hay una herencia de Chesterton y su padre Brown en el protagonista de la mayoría de las narraciones, el antropólogo doblehablado Teódulo Batanes (un estudioso de las pasiones humanas que ayuda a la policía por placer, aplicando sus asombrosa capacidad de observación) o de Christie y sus  acólitos en el ambiente de la resolución de misterios, siempre en un espacio cerrado, con todos los sospechosos reunidos sin poder huir. Pero hay también pinceladas de la ironía, el pintoresquismo y la denuncia social que después darían entidad a El complot mongol.
Hay en otro de los relatos un magnífico personaje de carácter, Margarito Vázquez, un condotiero mexicano dispuesto a vengar la muerte de su hermano estableciendo su justicia por encima de cualquier ley o fuerza.
El mejor de los relatos es La declaración, en el que dos policías interrogan a una sospechosa y reconstruyen todo el crimen y los motivos a partir de la conservación. Mínimos elementos para construir una historia, una de las características de la escritura de Bernal.
Bernal dejó de escribir relatos de misterio durante años cuando acabó estos. De hecho no volvió a la novela policial hasta que entregó El complot mongol. Será difícil abstraerse de su gran novela al leer estos relatos, buscando sus precedentes, pero es recomendable disfrutar de ellos sin ese prejuicio. La introducción de Martín Solares, el autor de la otra gran novela negra mexicana: Los minutos negros, desvela las principales claves de la escritura de Rafael Bernal.

Rafael Bernal, México D. F., 1915 - Berna, 1972, fue dramaturgo, novelista, poeta y diplomático, así como corresponsal  durante la segunda guerra mundial. Publicó libros sobre historia y novelas y relatos. El más conocido es El complot mongol (1969).

Rafael BernalEl complot mongol. Barcelona: Libros del Asteroide, 2014 (2ª edición)
Un clásico de la literatura popular mexicana escrita en los años sesenta que hoy en día sabe fresco y suena con una proximidad perturbadora. Una novela de Fu-Manchú protagonizada por un héroe maldito predestinado a resolver sus problemas mediante la violencia. Espías, conspiraciones internacionales, drogas y un sentido del humor sutil.

Filiberto García es un antihéroe de una sola pieza. Es un pistolero de la policía mexicana en los años sesenta que primero dispara y luego pregunta. Y para el caso que le ocupa en esta novela su táctica de no andarse con chiquitas le va a ser útil: magnicidios, servicios de espionaje gringos y soviéticos, triadas chinas, corrupción política y tráfico internacional de drogas. Filiberto está más allá del cinismo: sólo busca un lugar al sol donde descansar en sus años de vejez, pero la experiencia le ha demostrado que no puede fiarse de nadie -ni de los seres amados- eso le ha obligado a forjarse una coraza que él cree que le salvaguardará del dolor. La atractiva figura del personaje, así como las pinceladas de humor negro y la ironía con la que se trata la sociedad mexicana de la época hizo que esta novela se convirtiera en un libro de culto en su país desde que fue publicado en 1969. Era necesario recuperarlo ya que este pinche asesino legal que es también un viejo enamorado construye el delicioso relato de un perdedor dispuesto a dejarse oír.

Habeas corpus: recién reclutados para la banda

Ya están en la librería, o a punto de llegar, una nueva remesa de novelas negras de diferentes editoriales.


Alfaguara entrega dos novelas muy diferentes. Ignacio del Valle: Soles Negros. La cuarta entrega de las investigaciones del capitán Arturo Andrade en la España franquista. Aquí, será destinado a un pueblo de Extremadura, Pueblo Adentro, zona de actividad del maquis anarquista. El asesinato de una niña será el desencadenante de la acción policial.
La otra, de Mirko Zihaly: Así es como se mata, está ambientada en la Roma contemporánea. Un asesino en serie va plagando de cadáveres los barrios menos turísticos de la ciudad. El comisario Enrico Mancini es el encargado de atrapar a un criminal cuya obsesión es el propio comisario Mancini. Traducción de Carlos Gumpert.

Salamandra black apuesta por traducir la novela (por José Manuel Fajardo) de Emmanuel Grand: Final de trayecto. Un grupo de ucranianos decide emigrar de manera ilegal fiándose de los traficantes de personas rumanos. Escapar de ellos supondrá el inicio de una persecución sin tregua. En breve en Paraffin Test.
Mientras tanto han sacado en edición de bolsillo algunas de las mejores novelas de la colección:
Nic Pizzolato: Galveston
Renée Knght: Observada y
A.S.A. Harrison: La mujer de un solo hombre.
Tres muy recomendables thrillers que s epueden conseguir ahora por entre 9 y 12 euros.


Y los de Siruela para este mes tienen a punto lo nuevo de Unni Lindell: El ataúd de la novia. El inspector Cato Isaksen pesquisa un antiguo asesinato, la de la pequeña Maike Hagg en un hospital psiquiátrico. Cuando dos de los testigos se reúnen para poner en común sus recuerdos despiertan a un asesino despiadado. Traducción de Lotte Tollessen.
Y la otra entrega es la quinta novela del sheriff Walt Longmire. Craig Johnson: El caballo negro. Una nueva aventura ambientada en el mundo rural de Wyoming, con un agente de la ley que no cree en la confesión del crimen que ha hecho una hacendada. Traducción de María Porras Sánchez.



Editorial Alrevés tiene a las imprentas contentas:
Ha recuperado una antigua novela del flamante ganador del premio Nadal Víctor del Árbol que ya se encuentra en las librerías: El peso de los muertos. Una narración sobre la construcción de la memoria enmarcada en la Barcelona de principios de la transición.


Y de paso ha recopilado Obscena. Trece casos pornocriminales. Como ya es bastante explícito el título, ahí va el elenco: Carlos Salem, Carlos Zanón, David Llorente, Empar Fernández, Fernando Marías, Guillermo Orsi, José Carlos Somoza, Juan Ramón Biedma, Manuel Barea, Marcelo Luján, Marta Robles, Montero Glez, Susana Hernández.

Y ha editado el nuevo libro de Rafa Melero: Ful. Sobre un criminal de poca monta en la Lleida de hoy en día al que la monotonía y el aburrimiento vital le han llevado a preparar un golpe que parece un bocado demasiado grande y, posiblemente, venenoso.

Y por último, Alrevés publica pop Negre: No escatimeu el flit! Una investigación de la mossa de Asuntos Internos Tània Moll y el periodista Fèlix Barba, que, en los días del Fòrum de les Cultures se encuentran con los extraños asesinatos de una drogadicta de origen nicaragüense y del integrante de una triada de la mafia china.
Esto es trabajar con ganas, Alrevés.



Sajalín tiene mucha confianza en el éxito por la calidad de la novela de Newton Thornburg: Cutter y Bone. Es la historia de un perdedor que malvive de gigoló en Santa Barbara. Una crónica negrísima de la América post Vietnam. En breve en Paraffin Test.

Y la gente de Amsterdam publica la primera novela del mosso d'esquadra Xavier Álvarez Llaberia: No abandonis quan el rastre es calent. La Barcelona de la crisis está poblada por una serie de siniestros personajes que extienden una red de tráfico de menores. Violaciones, asesinatos, amputaciones...

Destino traduce, de la mano de Liu Jian, la segunda novela en español de Mai Jia: En la oscuridad. Se trata de cuatro historias de ex-espías chinos que conforman la historia del espionaje de la China comunista durante la guerra fría.


La vuelta del subteniente Bevilacqua le lleva a Afganistán ha investigar el asesinato de un militar en la base española de Herta. Lo que parece un crimen de los talibanes puede que sea otra cosa. Lorenzo Silva: Donde los escorpiones. Para editorial Destino.




Para el final, recordar que Reservoir books ha editado en edición barata la trilogía de Erik Axl Sund: Los rostros de Victoria Bergman. Para el que quiera sufrir a un precio más cómodo.



Edogawa Rampo: El extraño caso de la isla Panorama

Edogawa Rampo: El extraño caso de la isla Panorama. Gijón: Satori, 2016. Traducción del japonés de Yoko Ogihara y Fernando Cordobés. 160 páginas. Epílogo de Jesús Palacios. Título original: Panorama tô kidan, 1926.


Hirosuke Hitome es un escritor mediocre que malvive de pequeñas colaboraciones en revistas sin haber logrado publicar ningún libro. Un desclasado sin familia ni relaciones. Compensa su incapacidad para la vida social con un portentoso talento para imaginar morbosos mundos gobernados por él.
Hirosuke Hitome descubre que tiene a su alcance la materialización de sus delirios. En sus tiempos universitario compartió facultad con Genzaburo Komoda, un joven perteneciente a una de las más acaudaladas familias de Japón. Hirosuke Hitome es el doppelganger de Genzaburo Komoda, ellos jugaban hace años con el asombroso parecido, aunque nunca llegaron a ser amigos íntimos.
Genzaburo Komoda ha muerto. Un hombre joven, casado pero sin hijos, con una enorme fortuna. Con un enorme parecido con Hirosuke. Está claro, el dinero del muerto servirá para poner en pie la empresa vital de su doble. Lo único que tiene que hacer Hirosuke es suplantar a Genzaburo. Regresar de la tumba tras un ataque de catalepsia y hacerse con el mando de la familia y las empresas Komoda.
Horriblemente, el plan sale a la perfección e Hirosuke comienza a vender los bienes de su excompñaero para construir una isla de inquietantes espejismos y esclavos alienados. Lo único que puede hacer fracasar su plan es que la viuda Chiyoko se percate de la estafa. La solución es permanecer alejado de ella, pero Chiyoko es tan bella y tan fuerte la atracción...

Edogawa Rampo sigue las peripecias de su personaje en tercera persona y lo convierte en el centro de la narración. Muestra así los delirios de Hitome, que se convierten en un Catálogo del ero-guro-nansensu, el género erótico-grotesco-absurdo japonés, como apunta Jesús Palacios en su recomendable epílogo. Hay aquí jóvenes esclavizadas desnudas que se comportan como autómatas o zombis carentes de voluntad. Hay un juego de vivos coqueteando con la muerte, siguiendo a los personajes de Edgar Allan Poe. Hay erotismo combinado con las escenas funestas de asesinato. Hay un mundo artificial que deforma el natural para reflejar su lado más monstruoso. Y juegos de espejismos y de trucos creados con los panoramas de feria. Es la descripción de una estética obsesiva que busca distorsionar el mundo real para poder tener el control absoluto sobre el resultado.
Estamos ante la faceta más decadente y fantástica de Edogawa Rampo, el padre de la literatura policial japonesa. Aquí está en medio de las corrientes literarias más perversas de su época, y se deja llevar por ellas con un ánimo inquietante.


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Edogawa Rampo, seudónimo literario de Hirao Taro, Nabari, 1894-1965. Se graduó en la universidad de Waseda y trabajó en multitud de oficios y ocupaciones antes de dedicarse de pleno a la literatura como crítico y como autor. Escribió docenas de novelas policiales y de misterio, entre las primeras destacan las protagonizadas por el detective Kogor Akechi. Muchos de sus relatos han sido llevados al cine.
Está considerado el padre de la literatura contemporánea policial japonesa.
Los libros traducidos al castellano disponibles de Rampo:
Relatos japoneses de misterio e imaginación. Madrid: ediciones Jaguar, 2005, 2006 (2) y 2013 (3).
La lagartija negra y la bestia entre las sombras. Madrid: ediciones Jaguar, 2007.
Moju, la bestia ciega. Madrid: ediciones Jaguar, 2010.
Los crímenes del jorobado. San Hernando de Henares: Quaterni, 2016.