Margarida Arizteta: L'amant xinès

Margarida Arizteta: L'amant xinès. Barcelona: Llibres del delicte, 2015. 285 págs.
La inspectora Mina Fuster, de la comisaria de los mossos d'esquadra del Camp de Tarragona, debe interrumpir sus vacaciones cuando aparece el cuerpo de una vagabunda china asesinada en un pueblo de la provincia de Tarragona. Es el tercer cadáver de un sintecho que aparece en pocas semanas y la investigación comienza a ser urgente ante la amenaza de que se trate de un asesino en serie. Pronto descubren que el tercer cuerpo es el de Àgata Tsang, una mestiza de clase alta, traductora del chino y con relación con las esferas políticas catalanas y con las turbias élites económicas chinas. Su trabajo le llevó a tener mucha información sobre el entramado de relaciones necesarias para poner en marcha el complejo Barcelona World: un monstruoso proyecto de casinos y parques temáticos que se quiere montar en la Costa Daudara. Parece que será necesario hallar el ordenador y el teléfono desaparecidos de Àgata para saber a quién implica la información de la que disponía. También será necesario encontrar al misterioso joven novio de la traductora al que nadie parece poder echar el guante y que parece ser la clave del crimen.
La inspectora Fuster se mueve entre la sociedad perdularia de las comarcas tarraconenses, la clase política de los municipios de la zona y la burguesía emprendedora china para ir desvelando la personalidad de las víctimas y del asesino. Además debe lidiar con las rarezas de su anciana madre, una señora de buena familia vasca, y con el recuerdo del trágico final de su primer amor. Cuenta ente sus herramientas de análisis con una voz interior que el increpa cuando parece atascarse en su investigación.
Arizteta ofrece una novela correcta, con un balance entre diálogos e investigación adecuado. Parece que quiere rendir homenaje a alguno de los representantes de la novela negra mediterránea: por un lado, los personajes secundarios de la comisaria recuerdan a alguno de los acólitos del Montalbano de Camilleri, y el recurso esquizoide de la voz interior a las visiones del comisario Ricciardi de di Giovanni: siempre está bien tener a mano un recurso irracional cuando hay que dar un giro a la acción.
Arizteta emplaza la narración en el momento de las protestas por las perforaciones petrolíferas en la costa de Tarragona. Una sociedad indignada por el negocio redondo que supone para los tinglados multinacionales el fracaso de las grandes operaciones, tanto si son hacer prospecciones sin estudio de impacto ambiental que producen terremotos en el litoral como si son macrocasinos que no aportan más que turismo de desgaste masivo que implica la entrada de capitales turbios (non olet continúan diciendo los políticos del dinero). En fin, una denuncia sin exageraciones del síndrome del faraón: venga obras gigantescas para demostrar la ambición política de los mandantes. Lo peor es el personaje del ligue con el que la inspectora quiere cerrar el capítulo de su desgraciado amor anterior. Empieza a ser abusiva la comparecencia de este tipo de personaje masculino de anuncio de colonia, con una personalidad indefinida, hombres
maduros y perfectos de la nueva masculinidad: afectivos y efectivos. Lo mejor es un final abierto en el que el culpable es atrapado, pero la causa de los crímenes queda a la interpretación del lector: los medios han quedado justificados por el fin.

Eugenio Fuentes: Mistralia

Eugenio Fuentes: Mistralia. Barcelona: Tusquets, 2015. 293 páginas.
En uno de los molinos del campo eólico que la potente empresa Mistralia está ampliando en el término de Breda aparece ahorcado el cadáver de la ingeniera jefe del parque, Esther Duarte. La multinacional quiere que la muerte se aclare cuanto antes para que genere el mínimo ruido mediático posible, ahora que el debate de las energías renovables está en su apogeo. Para ello contrata al detective Ricardo Cupido a la vez que envía a una nueva directora al parque, Senda Burillo, que está saliendo de una tormentosa relación y ve la oferta como una ocasión laboral y personal para rehacerse.
Cupido pronto descubre que la víctima no mantenía buenas relaciones con nadie de su entorno y que las negociaciones para la ampliación del campo eólico han creado fuertes desavenencias entre los propietarios de los terrenos que Mistralia pretende, una pareja neorural dispuesta a mantener su estilo de vida y unos gemelos de campo que pretenden dejar sus estériles tierras ganaderas. Parece, además, que los intereses de la gran empresa son más oscuros de lo que en principio suponía. Su mejor aliada  para investigar el caso va a ser la nueva directora; ambos quieren sacar algo de la relación que se va estrechando.

Escrita con buen ritmo y un buen equilibrio entre diálogos y acción de investigación. El desarrollo de los personajes es coherente en casi toda la novela. Esta nueva entrega de las investigaciones de Ricardo Cupido tiene en común con otras recientes novelas del genero españolas la utilización del juego de la contraposición entre la vida urbana y la rural. En principio el campo parece ser el edén en el que comenzar una nueva vida alejados de la viciada sociedad urbana y en mayor comunión con nuestra parte animal. Pero Fuentes también quiere mostrar que la ruindad y la avaricia no dependen del ámbito geográfico: el poder detecta raudo estas debilidades de los individuos y las explota en su propio beneficio para crecer y especular.
La crisis económica es el telón temporal de la novela: trabajos precarios, inseguridad, falta de perspectivas y enormes beneficios empresariales. No es que la descripción de la coyuntura económica sea lo que más resalte en la novela pero, claro, en estos tiempos si se le quiere dar una aire realista a una novela negra la crisis y sus consecuencias deben aparecer. Una lástima que no haga más incidencia Fuentes en la trama de los cambios que se han producido en los últimos años en las empresas de energías renovables, con la apuesta desastrosa de los últimos gobiernos por los combustibles fósiles (oh, casualidad, en la nueva novela de Margarida Arizteta aparecen parte de los estragos que el gobierno consiente en nombre de la ¿no dependencia? de las importaciones de combustible). Una lástima también que la relación entre Cupido (tan perfecto él) y Senda Burillo resulte tan postiza aunque se necesite para explicar parte de la trama.
Correcta y buen final ¿Cómo era eso de que el crimen paga?


Hecatombes policiales

De entre todas las sagas negras que tienen por protagonistas a un grupo de policías hay dos maravillosas que guardan ciertos paralelismos en como abordan el final de la historia. Tras varias novelas en las que un binomio de agentes (con la ayuda de su comisario jefe) se enfrentan a la corrupción social y del propio cuerpo en la última novela, en un Götterdämerung pleno de desengaños y de fatalismo (claro) los protagonistas luchan encarnizadamente contra sus propios compañeros y pierden. Lo pierden todo.
www.wbur.org
La primera es la serie que el enorme Chester Himes (1909-1984) dedicó a Harlem con los agentes Sepulturero Jones y Ataúd Ed Johnson mandando en el barrio negro y contemplando las miserias del sistema. Un mundo surrealista lleno de comportamientos imposibles y en medio de una guerra racial declarada en la que los negros asumen un papel de buenos idiotas para escabullirse ante el poder blanco, esperando el momento de la venganza. La útima novela de la serie es Plan B, inacabada por la muerte de Himes y aparecida póstumamente en 1993. Es la más radical y surrealista de todas ellas. La violencia estalla al fin. La reconciliación y la convivencia pacífica son imposibles y las calles se llenan de cadáveres. Entre las víctimas estarán Jones y Johnson, que caerán en una escena dramática magnífica incapaces de hacer frente a un mundo sin esperanza.
No hay que perderse a Chester Himes, es uno de los muy, muy grandes. Una voz del jazz llena de ironía, humor, dramatismo e inconformismo. Los ambientes de los tugurios y los cuchitriles en los que malviven los negros de Harlem son una obra maestra de la literatura, y los personajes secundarios poderosos locos que llaman la atención sobre la mierda de mundo que les rodea y que mantenemos entre todos. Fue el más realista de los escritores policíacos del siglo XX. El primero que utilizó la novela negra como un arma de denuncia, que desechó la imagen del detective romántico individualista que se mueve en ambientes llenos de glamour y juguetes rotos de las clases poderosas. A Himes no le interesaba la resolución brillante de un enigma, un divertimento pasajero, sino retratar las relaciones raciales, que habían nacido podridas por el abuso y la violencia y que nada puede recuperar. Sus novelas están llenas de situaciones cotidianas y de violencia sórdida. Fue uno de los más admirados en la Europa que se rendía a los clásicos policiales americanos.
www.focus.de
La otra saga la escribió un autor hoy en día casi olvidado en nuestro país aunque en estos tiempos de rescates literarios tarde o temprano volverá a aparecer en alguno de los catálogos de editoriales del ramo. Janwillem van de Wetering (1931-2008) lo tiene todo para convertirse en éxito editorial (de bajo rango, me temo): dos protagonistas de caracteres divergentes pero complementarios: el detective ayudante Henk Grijpstra y el sargento Rinus de Gier, una sociedad holandesa (Amsterdam) en medio de las hipocresías del estado del bienestar, unos casos variados, rocambolescos y extraños, un toque posthipie y de filosofía zen delicioso (van de Wetering acabó convertido en monje budista y, de hecho, sus únicos libros disponibles en español son sus experiencias como maestro zen), investigaciones en rincones exóticos del  mundo (van de Wetering fue también un trotamundos impenitente) y un final apoteósico: expulsados del cuerpo por un jefe de policía holandés, corrupto y sanguinario y enfrentados a morir o a matar. Pero no todo estará perdido, van de Wetering no es el pesimista Himes: volverán en nuevas aventuras.

En español Akal y RBA tienen en la actualidad disponibles el conjunto de las obras de Harlem de Himes:
1957. For Love of Imabelle. Por amor a Imabelle, Akal, 2009
1959. The Real Cool Killers. La banda de los musulmanes, Akal, 2010
1959. The Crazy Kill. El extraño asesinato, Akal, 2010
1960. The Big Gold Dream. El gran sueño de oro, Akal, 2010
1960. All Shot up. Todos muertos, Punto de Lectura, 2005
1960. Run Man Run. ¡Corre, hombre, corre! Akal, 2012
1965. Cotton Comes to Harlem. Algodón en Harlem, RBA, 2012
1966. The Heat's on. Empieza el calor, RBA, 2012
1969. A blind with a gun. Un ciego con una pistola, RBA, 2008, 2011
1993. Plan B. Akal, 2013
Un gran maestro, divertido e inteligente al que hay que volver de vez en cuando. Con los precios de Akal, de menos de 8 euros es inexcusable (y además RBA seguro que en breve incluye su fondo de Chester Himes entre su gama de 9.95)
Por lo que respecta a Janwillem hay que buscar de viejo las novelas que Júcar y Versal tradujeron en los ochenta.
1975. Het lijk in de Haarlemmer Houttuinen
1976. Buitekruid
1976. De Gelaarsde Kater
1977. Dedood van een marktkoopman
1977. Een dode uit het Oosten
1978. De Blonde baviaan
1979. Het Werkbezoek
1982. De straatvogel
1983. Moord zonder lijk, lijk zonder moord
1984. De ratelrat
1985. De zaak ijsbreker
1993. Drijfijk
1994. Een toevalstreffer
1996. Een ventje van veertig
Ahora que las estupendas novelas de Sjöwall y Wahlöö han tenido una segunda vida con un éxito mantenido sería un buen momento para recuperar esta deliciosa saga de personajes brillantes y con una crítica sin miramientos (como en los suecos, pero desde otro punto de vista) de la sociedad del bienestar. Las habas que se cocían aquí en aquella época tenían una piel bien rasposa, así que nos resultaban llamativas estas críticas a un modelo social que nosotros ansiábamos. En estos días en la que la destrucción del estado del bienestar es una aspiración casi cumplida las reflexiones de Sjöwall y Wahlöö o de van de Wetering servirán, cuando menos, para no conformarnos con la escoria del sistema sin disfrutar de las ventajas del material más pulido.

Berna González Harbour: Los ciervos llegan sin avisar

Berna González Harbour: Los ciervos llegan sin avisar. Barcelona: RBA, 2015. 221 paginas.
Carmen acaba de quedarse en el paro por el cierre de la cooperativa financiera en la que trabajaba. Además las relaciones con su ex-marido son algo más que tensas y, por si fuera poco, quiere acabar con la ácida aventura afectiva con el que fuera su jefe. Aprovechando que su hijo de pocos años pasa una semana con su padre decide volver al pueblo de su infancia en el que fue testigo hace varios años de un extraño accidente de tráfico que la dejó llena de preguntas. Carmen investiga los acontecimientos de aquellos días del pasado en el pueblo y descubre una red de corrupción y encubrimiento que se ha extendido hasta el presente. En sus pesquisas Carmen conocerá a un hombre muy distinto a aquellos con los que ha mantenido relaciones hasta ahora. Cree que ha llegado el momento de empezar de nuevo. Quiere dejar resueltas las incógnitas del pasado y parchear los pinchazos del presente para reconvertirse y acabar con la ansiedad.
No ha escrito Berna González lo que se puede considerar típicamente una obra negra. Hay algunos de los rasgos del género, pero lo que le interesa resaltar a la autora son los estragos que la crisis económica puede causar. En una sociedad basada en el éxito y en la autoexplotación la pérdida del puesto de trabajo supone la caída en la posición social y la incapacidad de consumir la anulación de la identidad social. Berna González no utiliza la crisis como el telón de la acción sino como el detonante de la misma. Aquí da un paso hacia delante respecto a otros autores que la construyen como un marco pintoresco pero sin demasiada importancia en la acción.
La novela está narrada en primera persona en el presente por Carmen (con alguna mínima aparición narrativa en primera persona del malvado) y plantea -curiosamente como otras novelas policíacas de esta temporada de autores españoles- la dualidad entre el mundo rural y el urbano. Una metáfora de la diálectica entre las formas de explotación del capitalismo financiarizado y las formas de vida más lentas tradicionales. Como caso criminal la cosa no tiene demasiado fuelle y la nueva relación amorosa de la protagonista es un tanto forzada, pero el intento de poner de relieve la influencia de la crisis en la vida afectiva, emocional y social es interesante. No hay que perderse la escena de la charla en la terraza del bar del pueblo entre los caciques enriquecidos con el ladrillo y la especulación que ahora viven horas más bajas, es lo que más he disfrutado de la novela.

Per Wahlöö: Asesinato en la planta 31

Per Wahlöö: Asesinato en la planta 31. Barcelona: RBA, 2015, 190 páginas. Traducción del sueco de Juan Capel. Título original: Mord pâ 31: a vâningen, 1964. Salomonsson Agency
El comisario Jensen es enviado a investigar una amenaza de bomba recibida en la principal empresa periodística de Suecia. Sus mandos conceden una semana a Jensen para localizar al autor de la amenaza. El comisario descubrirá a través de los interrogatorios a antiguos trabajadores de la asociación periodística y a los dirigentes de la misma que si el emporio sueco busca el monopolio de prensa escrita es para conseguir el control de la información y acabar con el libre pensamiento para construir una sociedad mansa y sin protestas.
Per Wahlöö escribió esta novela antes de empezar junto a Maj Sjowäll la serie de diez novelas protagonizadas por Martin Beck y su grupo. Wahlöö crea una sociedad distópica sueca, en un futuro muy cercano a la época en la que escribía. Denuncia la sociedad del espectáculo que pretende controlar la disensión y crear un único pensamiento, plácido y aquiescente. Aunque los personajes secundarios resultan algo planos y al servicio de las necesidades de la historia, la figura del comisario Jensen resulta fascinante por su frialdad. Se trata de un policía sin familia, sin amigos, sin colegas de trabajo, gravemente enfermo, incapaz de comer o dormir, que se aferra al cumplimiento de su deber sin hacerse preguntas. La denuncia social la aporta el narrador ya que el hierático comisario Jensen parece estar más allá del juicio moral. Muy interesante este personaje y sus diálogos llenos de monosílabos, tanto con los testigos y sospechosos, como con sus compañeros y con su superior.
Merece la pena repasar esta novela de Wahlöö en la que aparecen las primeras denuncias a la alienación de la sociedad del bienestar sueca que luego desarrollará junto a Sjowäll. Es curiosos como fue ganando en humor a lo largo de sus novelas y de la saga de Martin Beck, de las que resultan imprescindibles, sobre todo, las tres últimas: La habitación cerrada, El asesino de policías y Los terroristas. 

Gene Kerrigan: La furia

Gene Kerrigan: La furia. Barcelona: Sajalín editores, 2015. 411 páginas. Traducido por Damià Alou del inglés. Título original: The Rage, Londres: Harvill Secker, 2011.
En el Dublín de la segunda década del siglo XXI la fiesta de la Irlanda próspera se ha acabado. La especulación y la crueldad del poder dejan ver su cara real sin misericordia y la crisis azota con fuerza el país. En este ambiente Vincent Taylor, un sicario de un mafioso local, prepara un golpe con su banda en el momento en que cumple su condena de  prisión. Esta convencido de que gracias a su habilidad todo saldrá bien. Por otro lado, el veterano agente Bob Tidey investiga los asesinatos de un banquero corrupto y de un pequeño delincuente. Cree que sus años de experiencia y su honestidad le servirán para triunfar en sus investigaciones. Tidey y Taylor se verán condenados a encontrarse cuando sus sendos fracasos se manifiesten. Será el momento en que una furiosa tempestad se desate y ambos recurran a los medios más sucios a su alcance para imponer su visión de un mundo en equilibrio.

Kerrigan utiliza un narrador que se centra principalmente en los movimientos de Taylor y Tidey. También aparecen en el centro de mira otros personajes importantes en la acción, como la monja retirada Maura Coady, que vive atormentada por los remordimientos de lo que ella y la iglesia católica irlandesa hicieron a los niños en el pasado reciente; ella será el detonante de la acción que se desencadenará en la segunda parte de la novela. El ritmo se mantiene mediante cortas apariciones de los principales personajes de la trama en mínimos capítulos que dan una estructura de vidas cruzadas que, a veces, está a punto de complicar el seguimiento de la acción, pero sólo a punto, Kerrigan sale airoso del reto.
Para mi la parte más floja es aquella en la que se cierra en falso una investigación policial muy importante. Es la espoleta que hace estallar por los aires la aquiescencia con el sistema de Tidey, pero no acaba de tener una explicación redonda. La mayor parte de los personajes están trazados con pocos rasgos y resultan eficaces para el transcurso de la novela. La sobriedad descriptiva hace que la contención de los principales personajes en la primera parte de la novela sea veraz y que contraste de manera efectiva con las viscerales reacciones de la segunda. Kerrigan obliga a que cada uno de sus protagonistas utilice las herramientas a su alcance para reestablecer el equilibrio. Tras el baño de sangre que Taylor desencadena su pensamiento es el de que "...había hecho lo que había que hacer. Había restaurado el orden de las cosas." Por otra parte, cuando el agente Tidey es interrogado acerca de sus últimas acciones fuera de la ley dice "Es difícil hacer lo correcto. Pero había que hacer algo". Seguramente es lo mismo que opinaba la monja Coady y sus correligionarios cuando destrozaban las vidas de los que les habían sido encomendados. Un recomendable policíaco en el que no hay momento de tregua.


Toni Hill: Los amantes de Hiroshima

Toni Hill: Los amantes de Hiroshima. Barcelona: Penguin Random House, 2014. 464 páginas. Edición en catalán Els amants d'Hiroshima. Barcelona: Penguin Random House, 2014. 480 páginas, traducido por Mireia Alegre Clanxet.
El comisario de origen argentino de los Mossos d'Esquadra de Barcelona, Héctor Salgado debe investigar el asesinato de dos jóvenes cuyos cadáveres aparecen en una casa abandonada en las afueras de la ciudad. Los primeros análisis indican que han pasado varios años desde su muerte y que su asesinato fue parte de un ritual según parece por la posición de los cuerpos y por las pinturas alegóricas que los rodean. Salgado y su grupo investigan ente los antiguos amigos de los jóvenes una vez identificados. La música, la literatura y la locura sugieren una serie de claves en torno al caso en el que los relacionados tendrán que recordar su vida un puñado de años atrás. Además Salgado continúa intentando resolver la desaparición de su ex-esposa un asunto que cada vez adquiere tintes más escabrosos. Todo ello en el marco de las protestas de la primavera del 2011, con la ocupación por los Indignados de las plazas de las ciudades españolas y con las protestas antineoliberales.

Este es el tercer caso, y último, del inspector Héctor Salgado, en él se cierran los interrogantes abiertos en el los otros dos libros.
El narrador va siguiendo la vida de varios de los personajes de la novela en el presente y, de tanto en tanto, aparece algún flasback cuando le resulta difícil aclarar desde el tiempo presente las acciones del pasado. Lo cierto es que a mi me ha parecido demasiado lenta la novela. Un ritmo moroso para la acción, y eso que hay varias sobre la mesa. Por un lado está la del asesinato de los jóvenes amantes que creo que se podría haber resuelto con menos vueltas de tuerca. Y por otro la  del caso de la exmujer del comisario  Salgado, que da la impresión que Hill ya tenía ganas de resolver. Parte de esta cadencia tarda de la narración se debe a las explicaciones exhaustivas de cada una de las acciones que sean, de los protagonistas. Creo que unos diálogos más ágiles, no tan rebuscados y una utilización atrevida de la síncopa hubiera dotado de mayor interés a la macabra historia de estos amantes románticos que se creyeron perfectos.

Christoffer Carlsson: El hombre invisible de Salem

Christoffer Carlsson: El hombre invisible de Salem. Madrid: Alianza editorial, 2015, 397 páginas. Traducido del sueco por Carmen Montes Cano. Título original: Den osynlige mannen fran Salem, 2013. Elegida Mejor Novela Negra del Año por la Academia Sueca de Escritores de Novela Negra en 2013.
Leo Junker es un policía de Asuntos Internos de Estocolmo. Después de una operación policial que acabó en desastre fue ingresado en un psiquiátrico y suspendido de servicio. Ahora mismo intenta sobrevivir tirando de los fármacos y el alcohol. Pero va a tener dificultades para mantener el equilibrio psíquico cuando el cadáver de una prostituta aparece en el mismo edificio donde él reside y los indicios parecen apuntar a que Leo es el asesino. Junker comienza la investigación sabiendo que su tenebroso pasado tiene mucho que ver en el caso. Un antiguo amigo de la infancia quiere hacerle pagar por todo el daño que Leo le infligió. Localizar a ese antiguo amigo, experto en desaparecer sin dejar huella, será cuestión de vida y muerte y la manera de poder saldar cuentas con el pasado.

Carlsson ofrece esta historia en varios planos temporales. Saltos entre el presente en el que se investiga el caso, el pasado reciente en el que el protagonista pifió un caso de envergadura -lo que provocó su miserable estado actual- y el pasado lejano en el que los tres protagonistas establecieron una relación que será la causa de la acción en el presente. El narrador es Leo Junker, un personaje con problemas psicológicos que a veces hace dudar al lector de su cordura y de la realidad de lo que narra. Es lo mejor de la novela. Además hay una segunda voz que aparece en pocas ocasiones y que se dirige a Leo Junker. Se trata de su antiguo amigo y hoy enemigo acérrimo, John Grimberg, un exconvicto muy peligroso oculto tras mil nombres, que me recuerda mucho al Harry Lime del Tercer Hombre.
Ya sabemos que la factoría nórdica de novela policíaca le gusta mostrar las huellas del pasado en el presente (que se está convirtiendo en un leifmotiv en la novela negra  contemporánea): el destino inlectuctable. También hay en la factoría un gusto por analizar comportamientos psicológicos anormales; ya lo he comentado alguna vez, es la manera de confrontar una personalidad que no se ajusta a las reglas reconocidas con una sociedad que no le comprende, así aparece una visión deformada de las normas sociales, la técnica del esperpento. Carlsson utiliza los dos temas narrativos, el de la predestinación y el de la deformación psicológica para construir esta novela, la crítica social, no obstante, no es evidente.
Para Carlsson nadie es inocente en esta novela, todos tienen crímenes que ocultar y las acciones violentas cometidas en el pasado vuelven una y otra vez con la intención de destruir el presente. El ritmo, con los diferentes planos temporales, es el adecuado para mantener la tensión a lo largo del relato. Lo mejor, el personaje de Leo Junker y su manera de hacernos ver las cosas, empastillado y psicótico y también la relación entre los jóvenes amigos. Menos acertada la composición de los mandos de Leo Junker, que apuntan que la saga continuará con más escabrosos secretos.

Pascal Garnier: ¿Qué tal el dolor?

Pascal Garnier: ¿Qué tal el dolor? Barcelona: Alba editorial, 2015. 155 páginas. Traducido del francés por Isabel González-Gallarza. Título original: Comment va la douleur? Paris: Zulma, 2006.
Simon Marechal es un asesino a sueldo con los días contados. Pero el desahucio por una enfermedad incurable no puede ser un obstáculo para un profesional como él. Aún tiene un trabajo que cerrar en el sur de Francia. Como las fuerzas le van abandonando decide hacerse con los servicios de un cándido joven al que conoce casualmente para que le sirva de chófer. Sin embargo, la ingenuidad de Bernard provocará no pocos problemas al asesino. Por si fuera poco el último encargo se va torciendo mientras la enfermedad avanza. ¿Será posible dejar todos los asuntos atados y bien atados?

La novela comienza por el final. Normal, el tema de la novela es la vida humana, el peso de la certidumbre de la muerte en el ser humano. Así que es normal que la novela sea un bucle. Cada personaje representa un estadio de las edades, pero también un talante para resistir en el valle de lágrimas. Simon Marechall ha aceptado ya su muerte y se ha desapegado del todo de la vida, aunque resulta un poco chocante su necesidad de dejar todos sus asuntos resueltos ¿tal vez sentir que es él el que controla el flujo vital de su entorno? Bernard es una explosión de vida, todo le sorprende desde su ingenuidad y sus ansias de conocimiento. Él, como Simon, quiere que el mundo esté ordenado y se cumplan sus reglas, pero en su caso es para disfrutar de las maravillas de la vida. El resto de los personajes completa la feria: desde el bebé todavía despertando a la experiencia vital que Bernard recoge en la carretera, hasta la madre del joven, que también espera la muerte, pero de una manera muy diferente a la del asesino Simon, ella deja que se acerque, Simon la va a buscar con todas las consecuencias.
Una novelita ágil, condensada, apenas un puñado de anécdotas descritas sin afectación. Un ritmo mantenido para describir las vidas de estos don nadie que somos todos. ¿Qué tal el dolor? es el saludo matinal entre algunos pueblos africanos.

Zygmunt Miloszewski: El caso Telak

Zygmunt Miloszewski: El caso Telak. Madrid: Alfaguara, 2015. 412 páginas. Traducido del polaco por
Francisco Javier Villaverde González. Título original: Uwiklaine, Grupa Wydawnicza Foksal, 2007
La primera semana del mes de junio de 2005 aparece el cadáver de Henryk Telak con un asador clavado en el ojo en un antiguo monasterio de Varsovia. El caso cae en las manos del fiscal Teodor Szacki que pronto descubrirá que Telak era un hombre adinerado que estaba en aquel momento inmerso en una terapia de constelaciones familiares. La investigación se centra en los participantes en la terapia y en el terapeuta que la puso en marcha. Investigando el pasado de los implicados, el fiscal descubrirá una trama que podría implicar a los servicios secretos polacos. Durante sus pesquisas Teodor Szacki conocerá a una joven periodista que sacudirá la existencia del fiscal y le hará preguntarse por el sentido de su trabajo y de su vida.

Este es la primera parte de una serie de novelas con el fiscal Szacki como protagonista definitivo de la narración. Una Varsovia desencantada tras varios decenios sin dictadura comunista es el marco geográfico. En esta primera comienzan a esbozarse una serie de tramas que podrán ser desarrolladas en las siguientes entregas. La más jugosa es la de una organización en la sombra proveniente de los antiguos servicios de seguridad de la república socialista polaca. Los secretos del pasado comienzan a plantear inquietantes enigmas que veremos resueltos en las siguientes entregas. Hasta aquí, nada que no hayamos leído en otros tantos thrillers, sin ir más lejos en la serie Millenium de Larsson (que ahora retomará el escritor y biógrafo David Lagercrantz) del que Miloszewski es deudor. Para reforzar el personaje del fiscal Miloszewski utiliza su vida familiar y sus dudas existenciales y amorosas, la acción detectivesca no es demasiado compleja y tofo el entorno de las terapias familiares resulta un tanto simplista. El autor busca más la parte misteriosa de las constelaciones familiares que las posibles bases científicas del tratamiento. Los apuntes sobre el turbio pasado de la dictadura y de la transición polaca son lo más interesante de la novela, si las siguientes explotan esta trama tal vez nos encontremos ante una serie interesante.

Robert Galbraith: El Gusano de Seda

Robert Galbraith: El Gusano de Seda. Barcelona: Salamandra, 2015. 542 páginas. Traducción del inglés de Gemma Rovira Ortega. Título original: The Silkworm. London: Mulholland Books, 2014
El detective privado Cormoran Strike es contratado para encontrar al marido de Leonora Quine, un escritor mediocre con ínfulas. Aunque la situación económica de Strike, heroico exmilitar herido en Afganistán, no es tan desesperada como en su pasado reciente no puede renunciar al resto de los casos para investigar la desaparición de Quine, pero la curiosidad que le despiertan los personajes relacionados con el caso le hace aceptarlo. Pronto descubrirá que la desaparición está relacionada con el libro inédito de Quine: Bombyx Mori (gusano de seda), en el que utilizando alegorías sexuales y personajes simbólicos describe el entorno literario que le rodea. Todos los retratados en sus páginas están más que molestos con los exabruptos de Quine. Cuando el cadáver de éste aparece tras haber sido brutalmente torturado en una siniestra casa londinense, Strike y su secretaria Robin se lanzan a resolver las incógnitas del libro para descubrir quién es el culpable.

El mundo de la edición y de los escritores es el ambinte en esta segunda entrega de las andanzas de Cormoran Strike. El detective es un personaje con los aires clásicos de la novela negra, aunque más plano emocionalmente que la mayoría de ellos. Lo habitual es que la autora o autor negros utilicen un personaje inadaptado a su entorno para poder denunciar los males sociales. La descripción de la tensión producida por la dialéctica entre la ética del protagonista y una maquinaria social imposible de cambiar demuestra la complejidad del personaje y deja clara la habilidad del escritor. Un buen recurso puede ser, cuando uno quiere ahondar en un personaje realista que sufre psicológicamente dotarle de alguna tara que le haga ver el mundo desde una perspectiva minoritaria,  tal vez por ello Rowling mortifique físicamente a su Cormoran. Su detective es hijo de un famoso que ha hecho fortuna, pero no pertenece de pleno derecho a esa familia, es un héroe del ejército, pero su incapacidad física lo ha dejado fuera. Conoce, por tanto, muchos círculos sociales y profesionales, pero no encaja plenamente en ninguno, aún así no parece que sea capaz de tener ningún tipo de empatía con su entorno, más allá de una inexplicada simpatía por su contratante. Hasta cierto punto la novela recuerda a las de Agatha Christie, incluso en su resolución con reunión de sospechosos. Algunos giros de la acción son forzados y, en general, muchas de las descripciones de los personajes y comentarios del narrador son demasiado explícitos. Rowling ha buscado dotar de mayor profundidad emocional al personaje de Robin, aunque se hacen demasiado monótonas sus idas y venidas en su relación sentimental. Este ritmo repetitivo está presente en toda la novela, un tanto lenta tanto en la acción central como en las tramas secundarias.
En fin, una novela con un intento metaliterario y misterioso que se hace muy larga.

La bala en la recámara

Destaco aquí un puñado de novelas esenciales en la biblioteca de cualquier aficionado. Es la gran reserva espiritual de la novela negra de la que omito a los grandes clásicos -Chandler, Hammett, Macdonald, Thompson, Himes...- pero recomiendo enormes libros de diferentes épocas que me hacen disfrutar cada vez que los leo. Cuando las novedades negras se me hacen bola, nada como las alentadoras mentes retorcidas de los maestros. La lista no está ordenada por orden de preferencia y está abierta a cualquier sugerencia:


George V. Higgins: Los amigos de Eddie Coyle. Barcelona: Libros del Asteroide, 2011.
Con sólo los deslumbrantes diálogos, Higgins construye una historia de delincuentes de poca monta que queda impresa en la memoria de los espectadores que la leen.










Edward Bunker: Perro come perro. Barcelona: Sajalín editores, 2014 (2ª edición)
Los apuntes biográficos de Bunker aparecen en todas sus novelas. Material de primera mano, ya que fue delincuente desde la adolescencia y vivió casi tantos años en prisión como fuera. Perdedores con imbatibles ganas de vivir con un lenguaje directo y preciso. El más realista de los escritores de su generación.







John Gregory Dunne: Confesiones verdaderas. Barcelona: RandomHouse, 2012
La única novela de Dunne tiene como excusa el caso de la Dalia Negra y como objetivos de su denuncia la corrupción del poder. Dos hermanos irlandeses, un obispo retirado y un preboste de la policía son las herramientas de esta novela en la que todos tiene algo que ocultar.










Don Winslow: El poder del perro. Barcelona: RandomHouse, 2009
El ejemplo más claro de las posibilidades de las técnicas narrativas de la investigación periodística en la novela negra. Un thriller violento sobre varias décadas de la historia del narcotráfico y de los chanchullos de la DEA con un ritmo muy difícil de encontrar en otras novelas del género.









James Crumley: El último buen beso. Barcelona: RBA, 2011
Un revisión de algunos de los lugares tópicos de la novela negra de los años cincuenta y sesenta descargados de cualquier utilidad de redención. Un investigador amoral que deja huella con su cinismo y su capacidad.










Rafael Bernal: El complot mongol. Barcelona: Libros del Asteroide, 2014 (2ª edición)
Un clásico de la literatura popular mexicana escrita en los años sesenta que hoy en día sabe fresco y suena con una proximidad perturbadora. Una novela de Fu-Manchú protagonizada por un héroe maldito predestinado a resolver sus problemas mediante la violencia. Espías, conspiraciones internacionales, drogas y un sentido del humor sutil.

Filiberto García es un antihéroe de una sola pieza. Es un pistolero de la policía mexicana en los años sesenta que primero dispara y luego pregunta. Y para el caso que le ocupa en esta novela su táctica de no andarse con chiquitas le va a ser útil: magnicidios, servicios de espionaje gringos y soviéticos, triadas chinas, corrupción política y tráfico internacional de drogas. Filiberto está más allá del cinismo: sólo busca un lugar al sol donde descansar en sus años de vejez, pero la experiencia le ha demostrado que no puede fiarse de nadie -ni de los seres amados- eso le ha obligado a forjarse una coraza que él cree que le salvaguardará del dolor. La atractiva figura del personaje, así como las pinceladas de humor negro y la ironía con la que se trata la sociedad mexicana de la época hizo que esta novela se convirtiera en un libro de culto en su país desde que fue publicado en 1969. Era necesario recuperarlo ya que este pinche asesino legal que es también un viejo enamorado construye el delicioso relato de un perdedor dispuesto a dejarse oir.









Denis Johnson: Que nadie se mueva. Barcelona: Random House, 2012
Ni una coma sobra en esta corta pero excelente novela de uno de los grandes escritores americanos de las últimas décadas. Un sentido del humor a prueba de bombas que no puede ocultar la miseria del abandono. Un homenaje lleno de mala leche a Chandler con unos personajes llenos de vida y desesperanza.









Desde luego, hay algunas más, pero estas son espléndidas y brillantes. Gran manera de disfrutar con la muerte.








Louise Penny: Una revelación brutal

Louise PennyUna revelación brutal. Barcelona: Salamandra, 2015, 478 páginas. Traducción del inglés de Ana Herrera. Título original: The Brutal Telling, 2009. Ganadora del Premio Agatha 2009 y del premio Anthony 2010.
En un bistró de Three Pines, un pequeño pueblo de Quebec aparece el cadáver de un vagabundo desconocido. Ha sido asesinado de un certero golpe en la nuca, pero no hay ni rastro de sangre. Los sospechosos son el puñado de habitantes del pueblo y, sobre todo, los dueños de los dos locales turísticos de la zona. El inspector jefe de la Sûreté du Québec, Armand Gamache, un ídolo para toda la policía quebequesa y un buen amigo para los habitantes de Three Pines está a la cabeza de la investigación. Y el intuitivo y sensible Gamache no se deja confundir por las apariencias, ni influir por la amistad. Aunque parece imposible identificar al muerto ni los motivos del asesinato, el infatigable trabajo del variopinto equipo de Gamache acabará por descubrir las latentes relaciones de odio que hay entre los habitantes y la codicia que reina en el paraíso. El gigantesco bosque tarda en revelar sus misterios, pero poco a poco la investigación avanza, aunque Gamache deberá pagar el precio de abrir paso al terror del pasado y de la deslealtad humana.

Esta es la primera novela traducida de la serie del jefe inspector Gamache, pero es la quinta de las que ha escrito Louise Penny, muy famosa en Canadá. Penny introduce, además de la trama detectivesca, el misterio del terror que produce la locura y también los vastísimos espacios vírgenes canadienses. En ese sentido recuerda un poco el mundo fantástico de las novelas de Murakami en las que el bosque es un personaje siniestro, o al menos un espacio repleto de misterios crueles y personajes malvados o inquietantes. La figura del inspector jefe es la de un superhombre con valores inamovibles, dotado de una gran sensibilidad para el arte y la literatura y para comprender a cada ser humano con el que se tropieza. Un pelín sobreescrito. Pero la manera en que el grupo de policías se relaciona entre sí es lo mejor del libro. La voz narradora, sobre todo en la primera parte de la novela, hace hincapié, sin describirlas a fondo en las dinámicas que crean en el grupo: sus maneras de hablar entre ellos, sus silencios, los sobreentendidos… Que no entre en la aburrida descripción pormenorizada de sus relaciones es lo más vivo de la novela. Aunque tal vez se deba a que es la quinta de la serie y ha tenido cuatro para ir creando estas relaciones. En cualquier caso una parte difícil de las series es volver a introducir a los mismos personajes y sus relaciones sin hacerse tedioso para los lectores habituales. Una novela entretenida aunque el Mal no era para tanto.

Benjamin Black: Órdenes sagradas

Benjamin Black: Órdenes sagradas. Barcelona: Alfaguara, 2015. 298 páginas. Traducción del inglés de Nuria Barrios. Título original: Holy Orders. Henry Holt and Co, 2013
El forense Quirke descubre que el cadáver que tiene en su mesa de autopsias es el de un amigo de su hija Phoebe: Jimmy Minor, un periodista que se encontraba reuniendo información para escribir un artículo relacionado con la comunidad tinker irlandesa –una colectividad nómada que sobrevivía con la venta de quincalla y chatarra, y con otros negocios más turbios-. El inspector Hackett y Quirke comenzarán a seguir las escasas pistas que les llevarán a investigar la relación con el caso de la iglesia católica irlandesa. Un mal trago para Quirke cuyos recuerdos de infancia en el desaparecido orfanato de Carricklea le perturban de tal manera que él mismo comienza a dudar de su cordura. Por supuesto, su irrefrenable adicción al alcohol no le ayuda a mejorar su estado nervioso, ni tampoco las extrañas derivas del caso ni los personajes con los que se cruza. Por si fuera poco, su hija Phoebe ha conocido a la hermana de su amigo asesinado y comienza a tener dudas sobre lo que significa ser una persona normal en la Irlanda de los años cincuenta.
Aquí está el Quirke más desequilibrado a la búsqueda de justicia. Una justicia que le sirva para encontrar un sentido a su desestructurada existencia, llena de secretos, mentiras e hipocresías. Quirke parece incapaz de mantener una relación creativa, o serena al menos, en su vida y le cuesta expresar sus sentimientos a los seres que más necesita, pero es difícil que sea de otra manera en una sociedad irlandesa de la posguerra en la que él ha sido un juguete de los católicos y de su familia. Quirke sólo es capaz de encontrar algo de sosiego fuera del ambiente nebuloso y agobiante de Dublín, precisamente entre el lumpen de esa sociedad, entre los desclasados marginales que han creado sus propias reglas para sobrevivir de los despojos de un mundo gris y conservador.

La agilidad de los diálogos de Banville y su capacidad para sugerir en las descripciones hace que la novela avance rauda y sin altibajos. Los personajes están dibujados con mucha habilidad y cada uno cuenta con una personalidad propia y honda. Un enigma resuelto en el momento adecuado y sorpresas en gotas concentradas llevan a un final que cierra de manera contundente el caso.

Philip Kerr: Mercado de invierno

Philip Kerr: Mercado de invierno. Barcelona: RBA, 2015. 409 págs. Traducido del inglés por Efrén del Valle y V. M. García de Isusi. Título original: January Window©thynKER, 2014.
El segundo entrenador del equipo de fútbol de la Premier League, el London City, Scott Manson, recibe el encargo de su presidente, el magnate ucraniano Viktor Sokolnikov, de asumir la dirección técnica de la plantilla tras el asesinato del primer entrenador Joâo Zarco. Pero sus funciones irán más allá de las deportivas. A nadie le gusta que la policía merodee por el club y pase información a la terrible prensa deportiva inglesa, así que con la mayor discreción Manson investiga por su cuenta el crimen. Zarco tenía una plétora de enemigos y estaba metido en chanchullos tan turbios que el número de sospechosos es enorme. Pero la inteligencia y el carisma de Scott Manson se impondrán sobre las dificultades hasta conseguir vengar a su amigo y reivindicar su figura deportiva.
Kerr ha creado otro personaje memorable tras el poderoso Bernie Gunther, testigo de la época más negra de la Europa contemporánea. Scott Manson es un tipo culto y valiente, capaz de controlarse ante la superficialidad hiriente de los jugadores de fútbol y de su entorno con el fin de sacar de ellos lo mejor sobre el campo, pero luchador ante las injusticias, la banalidad de la prensa y los abusos policiales, que él sufrió en le pasado. Manson es el narrador de la novela y está capacitado para describir el fútbol desde dentro ya que ya su familia pertenecía a este espectáculo.
Existen abundantes novelas en USA ambientadas en el mundo de los deportes americano (recuerdo ahora Apuestas mortales del gran Robert B. Parker -también publicada aquí por RBA-) pero para mi resulta una cultura deportiva más o menos ajena; así que este destripamiento de este deporte tan cercano por Kerr me resulta mucho más jugoso. Lo mejor de la novela es, desde luego, además de la manera en que están descritos Scott Manson y Joâo Zarco, la descripción desesperante de los jugadores de plantilla, egolatras sin redención ni interés por nada. Los manejos de la prensa y las muy opacas maneras comerciales del negocio futbolístico son también muy divertidas, así como la denuncia de la venta del espíritu del deporte a los intereses económicos.
Lo más flojo de la novela es la resolución Deus ex machina, un tanto apresurada, y la relación amorosa final de Manson.
Me he divertido mucho con esta novela, más con la disección de la sociedad para el fútbol que con el crimen, pero espero que pronto haya una nueva entrega de las pesquisas de Scott Manson.


Karim Miské: Arab Jazz

Karim Miské: Arab Jazz. Madrid: Adriana Hidalgo, 2014. 378 páginas. Traducción del francés por Eduardo Betti.Título original: Arab Jazz. Paris: Editions Viviane Hamy, 2012.
Los tenientes Rachel Kupferstein y Jean Hamelot de la brigada criminal de Paris deben investigar el asesinato de una joven en el distrito 19 de la capital francesa. El crimen parece revestido de un carácter ritual ya que el cadáver aparece profanado por un insulto religioso. Todas las pruebas parecen apuntar hacia el vecino de la víctima: Ahmed Taroundant, un ermitaño en medio de la gran ciudad, antiguo paciente de un hospital psiquiátrico y dependiente de las novelas policíacas de segunda mano. Pero la intuición de Hamelot y (sobre todo) de Kupferstein desecha la sospecha sobre él y ellos consiguen convertirlo en su principal colaborador en las pesquisas por el multiétnico barrio en el que los conflictos entre judíos utraortodoxos, salafistas y cristianos radicales son lo cotidiano. Sin embargo, nada es lo que parece y los motivos de las consignas religiosas e incluso de los principios de la fé son espurios y egoístas. Nada parece escapar al objetivo del narrador: conflictos religiosos, luchas generacionales, corrupción policial, organizaciones de crimen internacional, drogas de diseño, culpas antiguas y la incapacidad de la mayoría de luchar contra el mundo que le rodea.



Miské quiere denunciar todas las formas de control del individuo, la religión, las drogas, las instituciones psiquiátricas (que tanto le gustan a los franceses en los últimos tiempos, como a Pierre Lemaitre -será culpa de Foucault-) con las que la sociedad nos hemos dotado para doblegar la disidencia. Miské opina que hay muchos individuos que saben utilizar estos mecanismos para beneficiarse sin importarles el daño que puedan producir a los demás. Aunque la novela comienza con un personaje que me pone los pelos de punta: un outsider que lee compulsivamente novela negra y nos hace partícipes de sus gustos musicales, y aunque los policías recuerdan demasiado el trazo místico de Fred Vargas para el comisario Adamsberg, la novela gana peso cuando desarrolla la trama del comercio internacional de drogas y de las extrañísimas alianzas que se pueden forjar para hacerse millonario hasta convertirse en una divertida denuncia de la mentira de la religión y de la crueldad del poder. Los integristas de las tres principales religiones del barrio forjan una extraña alianza con las fuerzas más turbias de la sociedad contemporánea.
Karim Miské. (Le Télégramme)

Leif GW Persson: La verdadera historia de la nariz de Pinocho.

Leif GW Persson: La verdadera historia de la nariz de Pinocho. Barcelona: Grijalbo, 2015. 630 páginas. Traducción del sueco de Francisca Jiménez Pozuelo. Título original: Den sanna historien om Pinocchios näsa. Estocolmo: 2013. Salomonsson Agency.


El día más feliz en la vida del comisario Evert Bäckström es aquel en el que recibe la noticia del asesinato del abogado de criminales de altos vuelos, Thomas Eriksson. Y es que el comisario (también conocido por gordo cabrón por alguno de sus subalternos) se ha deshecho de uno de sus principales rivales en el negocio de sacar tajada de los chanchullos criminales. Si Eriksson ha sido asesinado seguro que hay dinero por en medio. Y el comisario Bäckstrom necesita imperiosamente dinero. Cada día.
El comisario sólo pide pasar de una manera mínimamente confortable por este valle de lágrimas. Y con el sueldo de policía no le llega para sus pequeños placeres. Ni de lejos. Seguro que con el caso de la muerte de Eriksson se puede sacar un buen fajo de coronas.

Las pruebas incriminan a un noble sueco relacionado con la familia real. El móvil parece tener relación con unas antigüedades que han pertenecido a algunos de los personajes más relevantes de la historia europea del siglo XX: zares, primeros ministros, presidentes de gobierno... Entre los implicados en el caso aparecen dos criminales de la banda Ángeles del Infierno y un capo mafioso con alzheimer. La maquinaria Bäckström para sacar beneficio en aguas turbulentas se pondrá en marcha creando los cataclismos acostumbrados.

Si una sociedad permite que alguien como Bäckström llegue a comisario y dirija al grupo de homicidios de una comisaría de un barrio histórico de Estocolmo no se puede esperar nada coherente de ella. Esa es la principal crítica social que se puede leer en las novelas de Persson. Seguro que no son las novelas de mejor hechura del género negro. No son las más redondas de las de la factoría escandinava, pero, desde luego, son las más divertidas. 
Persson tiene una escritura exuberante, muy alejada de los estilos de algunas factorías de escritura. Un estilo propio, reconocible, con el que busca recrear el pálpito vital de la sociedad sueca. Maneja con una soltura envidiable a una gran cantidad de personajes con muy diferentes personalidades. Todos ellos, con su enormes defectos y algunas virtudes, están dotados de una imagen humana con la que nos identificamos con facilidad. Una imagen que se aleja mucho de la habitual en otros personajes de muchas novelas negras nórdicas. Aquí no hay elementos deprimidos o afectados por síndromes de déficit de atención a los que una vida amarga arrastra. Aquí hay personajes vitales, mundanos, miserables a veces, pero muy cercanos al lector y que luchan por salir adelante día a día. A Persson le encanta hablar de seres humanos cotidianos y lo hace con un humor que va desde lo soez a lo irónico.
Persson es el mejor conocedor de los métodos y de las flaquezas del aparato policial sueco, fue profesor de Crimonología en la Escuela de la policía sueca. Sus novelas exponen el sistema de trabajo del organismo y narran con sorna las relaciones personales entre los integrantes del cuerpo. En sus novelas hay tanto una descripción del trabajo de calle de los patrulleros como de los manejos políticos y las intrigas de los jefes supremos de la policía y del ministerio de interior sueco.

El personaje de Bäckström, que ha ido creciendo en cinismo, pero también en sabiduría hipócrita, desde las novelas de la serie relacionadas con la muerte de Olof Palme “El declive del estado del bienestar”. Persson va enfrentando a su personaje cada vez a mayores responsabilidades dentro del cuerpo policial sueco, así que, si en principio era un policía solitario lleno de prejuicios y actuando al margen del reglamento, ahora debe conseguir que el equipo de su comisaría actúe según a él le conviene y debe hacer como que que respeta las formas sociales y las reglas del departamento.
En esta novela Persson ha controlado la expresión de los pensamientos del protagonista, que estaban muy presentes en la primera novela de la serie de Bäckstrom y esta mayor austeridad incrementa el ritmo de la acción. Persson incluye un segundo relato en la narración, el que cuenta la historia de una de las valiosas piezas que son el detonante de la acción, así que el Macguffin reclama el protagonismo y pasa la voz a otro narrador, un viejo compinche de Bäckström.
Los grotescos personajes de Persson están descritos, sobre todo, a partir de sus debilidades, eso es lo que los hace tan humanos, y tan reales.

LeifGWPersson.Alexander Mahmoud
Leif GW Persson, Estocolmo, 1945. Durante años impartió clases de criminología en la Escuela Nacional Sueca de Policía y en la Universidad de Estocolmo. Estuvo implicado en la investigación de las redes de prostitución holmienses que apuntaban a uno de los ministros de Olof Palme. En la actualidad, además de escribir novelas policíacas, es comentarista en varios medios de casos criminales. Ha recibido varios premios en Escandinavia, como el Premio a la mejor novela de la Asociación de Escritores Suecos de novela negra (en tres ocasiones), o el Llave de Cristal  o el Piraten.

Al castellano se han traducido las novelas de la trilogía El declive del estado del bienestar: Entre la promesa del verano y el frío invierno, Otro tiempo, otra vida y En caída libre, como en un sueño; la espléndida novela protagonizada por el jefe de la policía criminal sueca Lars Martin Johansson -otro de los fantásticos personajes de Persson-: El detective moribundo, así como las novelas de la serie Bäckströmm: Linda, como en el asesinato de Linda, Quien mate al dragón y La verdadera historia de la nariz de Pinocho.

Persson traza con maestría a los protagonistas y secundarios de sus novelas, creando personajes poderosos y de gran personalidad. El humor irónico y la denuncia de una sociedad decadente y sin valores son constantes en su obra en la que el personaje del pícaro Bäckströmm, que trabaja con ahínco para poder no pegar golpe sobresale por su orginalidad y realismo.