Leif GW Persson: La verdadera historia de la nariz de Pinocho.

Leif GW Persson: La verdadera historia de la nariz de Pinocho. Barcelona: Grijalbo, 2015. 630 páginas. Traducción del sueco de Francisca Jiménez Pozuelo. Título original: Den sanna historien om Pinocchios näsa. Estocolmo: 2013. Salomonsson Agency.


El día más feliz en la vida del comisario Evert Bäckström es aquel en el que recibe la noticia del asesinato del abogado de criminales de altos vuelos, Thomas Eriksson. Y es que el comisario (también conocido por gordo cabrón por alguno de sus subalternos) se ha deshecho de uno de sus principales rivales en el negocio de sacar tajada de los chanchullos criminales. Si Eriksson ha sido asesinado seguro que hay dinero por en medio. Y el comisario Bäckstrom necesita imperiosamente dinero. Cada día.
El comisario sólo pide pasar de una manera mínimamente confortable por este valle de lágrimas. Y con el sueldo de policía no le llega para sus pequeños placeres. Ni de lejos. Seguro que con el caso de la muerte de Eriksson se puede sacar un buen fajo de coronas.

Las pruebas incriminan a un noble sueco relacionado con la familia real. El móvil parece tener relación con unas antigüedades que han pertenecido a algunos de los personajes más relevantes de la historia europea del siglo XX: zares, primeros ministros, presidentes de gobierno... Entre los implicados en el caso aparecen dos criminales de la banda Ángeles del Infierno y un capo mafioso con alzheimer. La maquinaria Bäckström para sacar beneficio en aguas turbulentas se pondrá en marcha creando los cataclismos acostumbrados.

Si una sociedad permite que alguien como Bäckström llegue a comisario y dirija al grupo de homicidios de una comisaría de un barrio histórico de Estocolmo no se puede esperar nada coherente de ella. Esa es la principal crítica social que se puede leer en las novelas de Persson. Seguro que no son las novelas de mejor hechura del género negro. No son las más redondas de las de la factoría escandinava, pero, desde luego, son las más divertidas. 
Persson tiene una escritura exuberante, muy alejada de los estilos de algunas factorías de escritura. Un estilo propio, reconocible, con el que busca recrear el pálpito vital de la sociedad sueca. Maneja con una soltura envidiable a una gran cantidad de personajes con muy diferentes personalidades. Todos ellos, con su enormes defectos y algunas virtudes, están dotados de una imagen humana con la que nos identificamos con facilidad. Una imagen que se aleja mucho de la habitual en otros personajes de muchas novelas negras nórdicas. Aquí no hay elementos deprimidos o afectados por síndromes de déficit de atención a los que una vida amarga arrastra. Aquí hay personajes vitales, mundanos, miserables a veces, pero muy cercanos al lector y que luchan por salir adelante día a día. A Persson le encanta hablar de seres humanos cotidianos y lo hace con un humor que va desde lo soez a lo irónico.
Persson es el mejor conocedor de los métodos y de las flaquezas del aparato policial sueco, fue profesor de Crimonología en la Escuela de la policía sueca. Sus novelas exponen el sistema de trabajo del organismo y narran con sorna las relaciones personales entre los integrantes del cuerpo. En sus novelas hay tanto una descripción del trabajo de calle de los patrulleros como de los manejos políticos y las intrigas de los jefes supremos de la policía y del ministerio de interior sueco.

El personaje de Bäckström, que ha ido creciendo en cinismo, pero también en sabiduría hipócrita, desde las novelas de la serie relacionadas con la muerte de Olof Palme “El declive del estado del bienestar”. Persson va enfrentando a su personaje cada vez a mayores responsabilidades dentro del cuerpo policial sueco, así que, si en principio era un policía solitario lleno de prejuicios y actuando al margen del reglamento, ahora debe conseguir que el equipo de su comisaría actúe según a él le conviene y debe hacer como que que respeta las formas sociales y las reglas del departamento.
En esta novela Persson ha controlado la expresión de los pensamientos del protagonista, que estaban muy presentes en la primera novela de la serie de Bäckstrom y esta mayor austeridad incrementa el ritmo de la acción. Persson incluye un segundo relato en la narración, el que cuenta la historia de una de las valiosas piezas que son el detonante de la acción, así que el Macguffin reclama el protagonismo y pasa la voz a otro narrador, un viejo compinche de Bäckström.
Los grotescos personajes de Persson están descritos, sobre todo, a partir de sus debilidades, eso es lo que los hace tan humanos, y tan reales.

LeifGWPersson.Alexander Mahmoud
Leif GW Persson, Estocolmo, 1945. Durante años impartió clases de criminología en la Escuela Nacional Sueca de Policía y en la Universidad de Estocolmo. Estuvo implicado en la investigación de las redes de prostitución holmienses que apuntaban a uno de los ministros de Olof Palme. En la actualidad, además de escribir novelas policíacas, es comentarista en varios medios de casos criminales. Ha recibido varios premios en Escandinavia, como el Premio a la mejor novela de la Asociación de Escritores Suecos de novela negra (en tres ocasiones), o el Llave de Cristal  o el Piraten.

Al castellano se han traducido las novelas de la trilogía El declive del estado del bienestar: Entre la promesa del verano y el frío invierno, Otro tiempo, otra vida y En caída libre, como en un sueño; la espléndida novela protagonizada por el jefe de la policía criminal sueca Lars Martin Johansson -otro de los fantásticos personajes de Persson-: El detective moribundo, así como las novelas de la serie Bäckströmm: Linda, como en el asesinato de Linda, Quien mate al dragón y La verdadera historia de la nariz de Pinocho.

Persson traza con maestría a los protagonistas y secundarios de sus novelas, creando personajes poderosos y de gran personalidad. El humor irónico y la denuncia de una sociedad decadente y sin valores son constantes en su obra en la que el personaje del pícaro Bäckströmm, que trabaja con ahínco para poder no pegar golpe sobresale por su orginalidad y realismo. 






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