Habeas corpus: recién incorporados a la banda.

Cinco novedades de diferentes estilos que coinciden esta semana en las librerías.
Empiezo por el premio RBA de novela negra de este año.
Ian Rankin: Perros salvajes, en traducción de Efrén del Valle Peñamil. En esta ocasión los de RBA se han decantado por premiar a uno de los grandes de su editorial. Un autor de calidad con un personaje duro como una piedra, de una ironía de aires clásicos. En esta novela deja su retiro para echar una mano en la doble investigación de una banda mafiosa y de un posible asesino en serie. En breve en Paraffin Test. 



Y más premios. La editorial Reino de Cordelia publica el XIX Francisco García Pavón de Narrativa Policíaca. La escritora zaragozana Virginia Aguilera lo ganó con Ojos Ciegos, una pesquisa a finales del siglo XIX en un falansterio de los montes turolenses. Un juez casi ciego es el encargado de indagar en la muerte de una mujer, reclama la ayuda de una joven de 17 años que hará de sus ojos en el caso. 





Por otro lado Malpaso entrega Jordi Soler: ¡Pinches jipis! Una parodia del género negro con un protagonista, el policía del DF Emiliano Conejero, que es un "bárbaro vagamente sentimental". Un homenaje al policial por uno de los escritores más interesantes con los que uno puede tropezarse. 






Las gentes de Duomo proponen la tercera aventura del comisario Bordelli. Marco Vichi: El comisario Bordelli. El policía florentino continúa viviendo a su rollo no dejándose convencer por métodos habituales, convenciones sociales ni leyes de los poderosos. En este caso se enfrenta al asesinato de una anciana aristócrata encontrada en su palacio del siglo XVII. En la Florencia de principios de los años sesenta. Traducción de Cristina Zelich Martínez. 




Y una recuperación muy interesante. Calambur reedita la obra (con añadido de las partes censuradas) de 1956 de Luis Romero: Los otros. Es una novela sobre la Barcelona de los años cincuenta por un autor que militó en la División Azul y que recibió alguno de los más importantes premios literarios de la época: el Nadal por La Noria (que acaba de reeditar Comanegra) y el Planeta por El Cacique.


Philip Kerr: La dama de Zagreb

Philip Kerr: La dama de Zagreb. Barcelona: RBA, 2016. 445 páginas. Traducción del inglés de Eduardo Iriarte Goñi. Título original, The Lady from Zagreb. Thinker Ltd., 2015.


Bernie Gunther está de regreso en Berlín como capitán de la SD, el servicio de inteligencia nazi. Ha recorrido buena parte de la Europa oriental contemplando los horrores nazis y de la guerra e intenta olvidarlo todo en su turno de noche de la Comisión de Homicidios de la Jefatura de la Alexanderplatz. 

Pero los talentos investigadores de Gunther le siguen gastando malas pasadas. Por un lado es contratado para husmear en los tejemanejes de una oscura sociedad industrial en la que están involucrados muchos jefazos nazis: la Stiftung Nordhav, una empresa que ha ganado carretadas de dinero con la compraventa de los bienes inmobiliarios de los judíos y de los enemigos del régimen y que mantiene contactos muy lucrativos con los emporios madereros suizos. Una dama de la nobleza alemana, que todavía mantiene su fortuna, decide averiguar si puede recuperar parte de los bienes que la Stiftung Nordhav le ha expropiado.

Por otro lado, el ministro de propaganda, Joseph Goebbels, le encarga que se desplace a Croacia y Bosnia para encontrar al desaparecido padre de una de las actrices fetiches de la UFA, la gran productora alemana. Bernie Gunther acepta el encargo, no hay quien se oponga a Goebbels, claro, pero lo acepta con gusto porque ha caído enamorado de la actriz, la impresionante Dalia Dresner. Y ella le corresponde.

En su periplo por tierras balcánicas sólo encuentra destrucción y odio: varios países, razas y religiones enfrentados a muerte y capaces de atrocidades como Gunther no había visto hasta la fecha (y ya es decir). El padre de Dalia Dresner resulta ser un psicópata que se ha cargado a buena parte de la población de su país, así que decide volver a Alemania para decirle a la estrella que su padre ha muerto.

Pero cuando vuelve a Berlín la Dresner ha volado, ha vuelto a Suiza junto a su marido millonario. Goebbels no se conforma, quiere que vaya a Suiza y la traiga de vuelta cueste lo que cueste. Pero, como ya he dicho, el talento de Gunther es su peor enemigo, se ha de hacer cargo de dos misiones más que le complicarán considerablemente su viaje a Suiza. El cinismo es la barrera de seguridad de Bernie Gunther, pero el cinismo no impide que todo el mundo te utilice si tu te dejas uilizar


Diez entregas de la serie de Bernie Gunther. En las primeras novelas Philip Kerr situaba a su personaje o bien en los años justo anteriores a la segunda guerra mundial, tras el ascenso del nazismo, o bien en la posguerra. En el primer caso, el de los libros ambientados en los años treinta, quería mostrar las transformaciones de una población alemana convencida de la necesidad de un cambio hacia Hitler y lo fatídico de esta decisión. Cómo se va asumiendo poco a poco el terror, la vigilancia, la pérdida de derechos y el exterminio de los rivales y los diferentes como si fuera un proceso natural. En los relatos enmarcados en los últimos años cuarenta y en los cincuenta, en un mundo desolado tras el ocaso de los genocidas alemanes, Kerr ofrece un relato del fraguado de la guerra fría y de la impunidad con la que antiguos gerifaltes del partido nazi vivían en Latinoamérica y prosperaban con sus turbios negocios.

En las tres últimas novelas de la decena Bernie Gunther recorre Europa durante la guerra. Están por tanto encuadradas entre el primer bloque de novelas y el segundo. Las tres se suceden cronológicamente hasta llegar a esta La dama de Zagreb que se desarrolla mediado el año 1943 tras la derrota del Eje en Stalingrado, punto de inflexión de la contienda y de la moral alemana. Justo en el momento en que Mussolini es defenestrado y se prepara la rendición de Italia.

Una de las técnicas narrativas de la novela negra es, para describir mejor la situación de injusticia que se quiere denunciar, crear un protagonista incapaz de tragar con las convenciones y/o abusos sociales. Del contraste entre las injusticias cotidianas y la imposibilidad del personaje por asumirlas saldrá la tensión narrativa. Las respuestas habituales de los investigadores suelen ser el erigirse en un verdugo justiciero por encima de la ley para cambiar el status quo o tragar con la situación con la ayuda del cinismo. 

Kerr no tiene que trabajar mucho para convencernos de la vileza del nazismo y de las dictaduras a las que se enfrenta su personaje. Es algo que se nos inculca en nuestro aprendizaje historiográfico y que resulta una de los acuerdos de nuestra sociedad. Aún así quiere que su protagonista nos haga visitar a alguno de los seres más execrables y de los crímenes más espeluznantes de la guerra. Hace dos novelas conocimos a fondo al terrible Reinhard Heydrich (no se pierdan la novela de Laurent Binent HhHH -Seix Barral, 2011-, sobre los últimos días del asesino de masas); en la anterior Gunther fue destinado a esclarecer la atroz masacre del bosque de Katyn.

En esta entrega Gunther visita otra tierra desolada: Yugoslavia. Aquí la guerra tiene varios frentes: serbios contra croatas contra bosnios, musulmanes contra cristianos católicos contra cristianos ortodoxos contra judíos, comunistas contra fascistas contra ultranacionalistas, bandoleros contra guerrilleros contra paramilitares contra las fuerzas regulares alemanas. Aquí no ha llegado la optimización genocida de los campos de exterminio nazis. Aquí se masacra por millares con una maza o con una hoz. Bueno, les ahorro más detalles macabros, hay unos cuantos en la novela.

Pero claro, el que Bernie Gunther sea espectador (y espectador consciente) de los más terribles crímenes nazis y de sus aliados, el que esté tan bien informado -y que su cinismo no pare de crecer como defensa- hace que sea cada vez más difícil aceptar que no se largue de Alemania, él que no tiene ataduras y es un hombre de recursos. Claro, como sabemos por las novelas anteriores cómo será su vida en el futuro, tras la caída del Reich, sabemos que no ha abandonado Alemania, así que su coherencia como personaje chirría.

Esa falta de coherencia es uno de los lastres de la novela, tal vez junto a que la acción se prolonga más de lo necesario para cuadrar todas las tramas en un ejercicio un tanto pirotécnico. Hay demasiadas subtramas que Kerr no quiere dejar en el aire.

Lo mejor, los diálogos, la chispeante cháchara incontinente del cínico Gunther y la sólida recreación ambiental en la que situaciones y personajes de ficción conviven con los históricos. También interesante la construcción de la trama secundaria de como las diferentes facciones nazis se disponen a afrontar en secreto las negociaciones de paz con los aliados. Saben que el primero que consiga el reconocimiento como mediador será el que se lleve el pato al agua. Para este episodio les recomiendo la lectura del magnífico Yulián Semiónov: Diecisiete instantes de una primavera -Hoja de Lata, 2015-.


www.parismatch.com

Philip Kerr, Edimburgo, 1956. Tras graduarse en Derecho trabajó de publicista hasta consagrarse como escritor de novelas policíacas y juveniles. Entre las primeras destaca la serie protagonizada por el detective alemán Bernhard Gunther, ambientadas en la Alemania nazi y en algunos países latinoamericanos en las décadas posteriores a la segunda guerra mundial. Todas ellas publicadas por RBA, las fechas hacen referencia a su primera edición en inglés.

Violetas de marzo, 1989.

Pálido criminal, 1990.

Réquiem alemán, 1991.

Unos por otros, 2006.

Una llama misteriosa, 2008.
Si los muertos no resucitan, premio RBA 2009.
Gris de campaña, 2010.
Praga mortal, 2011.
Un hombre sin aliento, 2011.
La dama de Zagreb, 2015.
The Other Side of Silence, 2016.

Ha creado también la serie del entrenador de fútbol-investigador, Scott Manson, también en RBA.

Mercado de invierno, 2015

La mano de Dios, 2016

Hay que leer también la magnífica Una investigación filosófica, publicada en España por Anagrama.


Lionel Davidson: Bajo los montes de Kolima.

Lionel Davidson: Bajo los montes de Kolima. Barcelona: Salamandra, 2016. 539 páginas. Traducción del inglés de Cristina Martín Sanz. Título original: Kolimsky Heights. London: St. Martin's Press, 1994.


Los servicios secretos británicos reciben un intrincado mensaje desde el oriente ruso. El doctor Rogachev, desaparecido hace años, está enviando por los medios más extraños llamadas a su colega oxoniense, el profesor Lazenby. Lazenby, como buen doctor de Oxford tiene contactos fluidos con los servicios de seguridad de su majestad y estos ponen manos a la obra junto con sus colegas de la CIA para desentrañar el misterio. 

Rogachev les pide que se pongan en contacto con urgencia con un conocido suyo experto en lenguas (y en unas cuantas ciencias más) al que conoció hace años en Inglaterra. Se trata del profesor canadiense Johnny Porter, el Cuervo. Un antropólogo y biólogo canadiense, nativo gitksan, con múltiples talentos y no menos problemas a cuestas.

Encontrar a Porter en Canadá es complicado, pero convencerlo para que se desplace hasta los antiguos gulags soviéticos en aras de la seguridad mundial será todavía más difícil. Pero Porter no es un pusilánime y si un colega le suplica su ayuda desde miles de kilómetros, en medio del frío glacial siberiano, acabará aceptando.

Con argucias que dejan constancia de su temple se introduce en Siberia como marinero coreano, a partir de aquí cualquier ayuda exterior es imposible. Johnny deberá valerse de sus capacidades para establecer contacto con Rogachev y desvelar la causa de sus desvelos. Tan sólo cuenta con la cobertura de una personalidad robada de nativo chukchi conductor de vehículos pesados en las pésimas condiciones rusas. Sin embargo, incluso su tapadera estará en peligro cuando descubra que la oficial médico Komarova, que lo examinó a su llegada a Rusia como ciudadano coreano, es también la encargada de la salud de la empresa de transporte en la que Porter trabaja.

El tiempo apremia y los medios con los que cuenta Johnny Porter para acceder a la remota y ultrasegura base científica son, por decirlo de alguna manera, precarios.


Después de 16 años sin producción de novelas de espías Lionel Davidson publicó, en 1994, el que sería su último thriller, Bajo los montes de Kolima.

Davidson puso todo su buen hacer al servicio de una trama compleja que mantiene la tensión de principio a fin, con personajes vigorosos y cercanos. Quería demostrar a una nueva generación, que no había accedido a sus anteriores novelas, toda su capacidad. Basó su trabajo en dos objetivos: conseguir que sus protagonistas empatizaran con el lector y mantener una tensión argumental continua que fuera aumentando el suspense hasta el clímax.Por decirlo en otras palabras, que sea imposible dejar la novela hasta que no te la acabes.

Para lograr la empatía con el protagonista opta porque éste sea una persona normal, no un profesional de los servicios secretos, ni un arma de matar como los agentes de otros cuentos más burdos. El narrador apenas nos muestra sus sentimientos o sus opiniones personales (más allá de las primarias de miedo, dolor...), lo describe por su acciones. 

Johnny Porter, por utilizar su nombre anglosajón, es un profesor universitario indígena gitksan del oeste canadiense. Un personaje externo del poder geopolítico del final de la guerra fría -igual de externo que lo es el lector-. Un protagonista cuyas principales virtudes no son las que se suponen a un agente de campo: no es un cuerpo y una mente modelados para el sufrimiento y el éxito sino un ciudadano medio bastante inteligente que debe sacar el mejor partido de sus talentos para no caer en la misión.

Desde luego, talentos tiene: es una especie de savant políglota que domina decenas de lenguas y dialectos y es capaz de adquirir nuevos idiomas con una facilidad pasmosa. Es, además, un actor consumado con una sangre fría admirable. Aparte de eso sólo cuenta con su tenacidad, su tesón y su capacidad de improvisación.

Davidson hace que todas las descripciones sean realistas: desde el montaje de un vehículo hasta el funcionamiento de una grúa o los efectos de un barbitúrico para que el lector se acerque a su personaje. Se detiene, sin que decaiga el ritmo, en pequeños detalles que ayuden a reflejar las dificultades cotidianas de su empresa.

De hecho, el que tenga que lograr su cometido sin ningún tipo de ayuda internacional externa es otro añadido más para plasmar la normalidad y soledad del personaje.

La ironía es que el personaje de Porter es tan singular, tan distinto del resto de sus colegas y contrincantes occidentales que a estos les resulta difícil identificarlo y se camufla con facilidad entre "los otros", los orientales y las tribus nativas del este de Rusia, cuyos individuos parecen todos iguales a los ojos del "primer mundo.

El segundo objetivo, el de mantener el ritmo e ir incrementando la tensión lo obtiene Davidson obligando a sus personajes a alcanzar objetivos intermedios antes de que puedan continuar con su tarea: primero hay qué saber quién es la fuente de la llamada de socorro, luego a quién va dirigido el mensaje, más tarde cómo localizar a este receptor, cómo convencerlo, cómo introducirlo entre las filas enemigas... y así hasta el final. El interés del lector está asegurado conforme van superándose las diferentes dificultades. Incluso el mcguffin que pone en marcha la acción no será lo que hemos estado sospechando desde el primer momento.

Otro de los elementos que Davidson utilizó tanto para conseguir un alto grado de empatía de sus protagonistas con el lector como un clima de tensión permanente fue la localización. El inhóspito invierno del oriente siberiano se convierte en una amenaza para el que no tenga una enorme capacidad de supervivencia; y de ello es consciente continuamente el lector a través de la narración de Davidson.

Un thriller de espías cuya baza fuerte es la proximidad de sus personajes y la maestría para armar historias del que fue un referente en la novela de espías en el mundo anglosajón, poco conocido, hasta ahora, en nuestra lengua.


www.lioneldavidson.com

Lionel Davidson, Hull, Yorkshire (UK), 1922 - Londres, 2009. Fue periodista desde muy joven, cubriendo toda Europa como reportero desde el final de la segunda guerra mundial.

En 1960 escribió su primer novela de espías: The night of Wencelas, con la que consiguió un gran éxito de ventas y el premio británico más importante de la novela negra: el Gold Dagger, que volvió a ganar con su tercera novela: A Long Way to Shiloh, 1966 y con la octava The Chelsea Murders, 1978. Tras publicar ésta dejó de escribir thrillers hasta la aparición de su última novela: Kolymsky Heights en 1994.Escribió también literatura juvenil. Sus obras han sido adaptadas al cine y a la televisión.


Habeas corpus: recién enjaulados esperando el interrogatorio


Acaba de salir de imprenta la novela de Carlos Soto Femenía: El carbonero, editada por Destino. Se trata de un negro rural sobre una pareja de padre e hijo silvicultores en medio de la isla de Mallorca cuyas vidas se ven sacudidas por la muerte de la esposa y madre. A partir de aquí dolor, violencia y venganza. Toma ya.


Junto a otro buen puñado de thrillers se puede encontrar la novela de espías de David Lagercrantz (ése, el de la cuarta parte de Millenium): El enigma Turing. La escribió años antes de la secuela pero ahora aparece traducida en Destino por Martin Lexell y Mónica Corral Frías. La trama se centra en la muerte del icónico Alan Turing, el genio matemático que venció a las máquinas encriptadoras nazis y que sufrió la homofobia de la sociedad de la guerra fría.


Recién llegó a las librerías la primera novela criminal de Jordi Triñena, un escritor con larga carrera y con un amplio conocimiento de los clásicos catalanes. El título de ésta, editada por Llibres del Delicte es La mort sense ningú. Se trata de la pesquisa sobre la aparición de un cadáver en el Pont del Diable de Tarragona, el acueducto romano. Un muerto que nadie reclama y que hace que el subinspector Vidal se interrogue sobre la soledad y el sentido de la vida. A ver qué ha conseguido el señor Triñena.



Los de Satori siguen apostando por el decadente Edogawa Rampo con La mirada perversa. Después de El extraño caso de la isla Panorama, nos proponen seis cuentos del autor japonés, pope del ero-guru. La traducción las notas y el apéndice de la pluma de Daniel Aguilar.

Ya podéis encontrar el nuevo caso del policía noruego Holger Munch que, junto a la inspectora de la unidad de homicidios de Oslo, Mia Krüger, investiga la aparición del cadáver de una adolescente en medio de un macabro ritual relacionado con pájaros y nidos. Después del éxito de Viajo sola, Samuel Bjork propone El búho en Suma, traducido por Martin Simonson.




La serie Bergmann, la del forense más borde de Suecia, llega a su segunda entrega: Crímenes duplicados. Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt enfrentan su misántropa criatura a un psicópata con el que ya tuvo sus más y sus menos años atrás. Ahora, en el tórrido (?) estío holmiense, el asesino en serie volverá a cebarse en  una serie de mujeres, pero Viktor Bergmann comprenderá que en esta ocasión la relación del caso con su vida personal es total. Thriller con un protagonista a lo doctor House. Llega de la mano de Planeta la última semana de septiembre en traducción de Claudia Conde.
La primera parte fue Secretos imperfectos.

Siruela en su colección de clásicos policiacos entegará la traducción de Raquel García Rojas de Christopher St. John Sprigg: Muerte de un aviador. Un prestigioso instructor de vuelo británico muere en un accidente en la campiña inglesa en los años 20. Todo muy sospechoso. Suerte que aparece el obispo de la australiana diócesis de Cootamundra, el pastor Edwin Marriott, dispuesto a desvelar el misterio.



Para acabar dos ensayos. El primero del periodista
José Manuel Frías: Galería de asesinos sin alma. La estirpe de Caín. Poco más que añadir: treinta asesinos que aterrorizaron en sus días a todas las personas de bien cada uno con su especialidad: psicokillers, sádicos, caníbales y depredadores de todos los pelajes. Poco morbo y mucha información. La edición a cargo de Arcopress.

El otro, un trabajo formidable de los muchachos y muchachas de La Felguera: Fuera de la ley. Hampa, anarquistas bandoleros y apaches. Los bajos fondos en España (1900-1923). Se trata de un repaso histórico no sólo de los personajes delincuentes sino de las situaciones sociales y políticas del momento y por los modos y las servidumbres de las fuerzas del orden. Incluye además un cuaderno de fichas policiales y un diccionario del lenguaje de los hampones y delincuentes antisistema. Espléndido.

Sergi Álvarez y Sagar: Cuentas pendientes

Sergi Álvarez y Sagar: Cuentas pendientes. Bilbao: Astiberri, 2016. 134 páginas.

Lefty Palmer conoció el éxito hace años. Un pianista al que se rifaban en los mejores locales de la ciudad. Aparecía en carteles enormes que anunciaban su gloria y estaba a punto de lanzar su primer disco. Hasta que le destrozaron la mano derecha.
Desahuciado y sin un duro mendiga en los garitos en los que todavía le recuerdan. Su única esperanza es reconstruir su mano en una clínica europea especializada. Pero eso cuesta un montón de pasta. Su viejo amigo, el jockey Dee-Dee sabe donde conseguirla.
Ejecutan con otro facineroso un asalto a un furgón blindado. Pero lo que encuentran en su interior no es dinero, sino un cuadro de una de los artistas estrellas del momento, un misterioso artista conocido como B. Good. El cuadro será difícil de colocar, pero lo que acompaña a la obra es todavía más problemático: el hijo autista de uno  delos más grandes coleccionistas de la ciudad.
El robo se ha convertido en un secuestro. Dee-Dee y Lefty recurren a la ayuda de Rose, una exprostituta de armas tomar que debe algún favor a Lefty. 
Son tiempos de campaña electoral y el alcalde Furillo y el juez Laughton están dispuestos a que el leifmotiv de su mandato, la seguridad ante todo, no quede empañado por el rapto de un niño de siete años con deficiencias psíquicas.
Lo que para Lefty, Dee-Dee y Rose es una metedura de pata que quieren corregir para sus perseguidores es un gravísimo crimen que deben pagar con severidad, ejemplo de votantes indecisos.

Vuelven Sergi Álvarez y Sagar a trabajar juntos en un tebeo negro con referentes a la novela negra clásica. Y hay que agradecérselo. Han creado un ambiente opresivo y unos personajes malignos y avariciosos que recuerdan las aventuras más tenebrosas de The Spirit de Will Eisner. Pero más siniestras.
Saltos temporales para comprender la acción presente y un uso apropiado de la elipsis para que el misterio quede en suspenso son alguno de los méritos de la narración y un dibujo sobrio con un manejo eficiente del claroscuro lo más remarcable de la ilustración. Nada de detalles superfluos, el dibujo y el guión tiene claro que deben ir a los esencial, al meollo de la historia.
Tres actos y un epílogo estructuran el tebeo en torno al trío de perdedores. Los autores juegan con la parte fantástica de la narración, dejan el peso de la prueba al lector, la construcción final del desenlace. Adjudican a sus protagonistas en el poder rasgos universales: corrupción, hipocresía y crueldad. Los miserables tiene pocas oportunidades para salvar el pellejo: hacer valer su arte y conseguir que lo correcto sea respetado, aunque tengan que recurrir a las tretas más diabólicas.

Sergi Álvarez, Basilea, 1975. Ha publicado narraciones y novelas y en 2005 colaboró como guionista en el cómic Bajo la piel.
Sagar Forniés, Huesca, 1974. Ha trabajado en dirección artística y escenografía, en películas de animación y como ilustrador. Ha publicado varios cómics como:
Bajo la piel. Bilbao: Astiberri, 2004, con Sergi Álvarez.
Dimas. Bilbao: Astiberri, 2009, con Andreu Martín.
La ola perfecta. Barcelona: EDT, 2012, con Ramón de España.
Barcelona, los vagabundos de la chatarra. Barcelona: Norma, 2015, con Jorge Carrión.

Habeas corpus: recién reclutados para la banda.


Aquí dejo unas cuantas novedades negras para la rentrée de septiembre y un poco más allá. No son las únicas. En breve habrá más información.


Acaba de llegar la nueva entrega de Pierre Lemaitre editada por Salamandra: Tres días y una vida -traducida por José Antonio Soriano Marco-y Bromera en catalán: Tres dies i una vida -traducida por Albert Pejó-. No se trata de una novela negra stricto sensu, pero Lemaitre vuelve a demostrar su habilidad para crear personajes lastrados por hechos luctuosos del pasado.

Y, a mediados de este mes, también Salamandra, propone el libro de Lionel Davidson: Bajo los montes de Kolima, en traducción de Cristina Martín Sanz. Una novela de espías notable, con un ritmo sostenido con maestría. En nada en Paraffin Test. 

Y, para acabar con las novedades que ofrece Salamandra, un bombazo para octubre: la nueva novela de Denis Lehane: Ese mundo desaparecido. Es la tercera parte de las aventuras de Joe Coughlin (Cualquier otro día y Vivir de noche). Ambientada en plena segunda guerra mundial. La cosa promete: la reseñaré en Paraffin Test.


Por su parte, RBA, ya tiene preparado para la última semana de este mes el lanzamiento de lo nuevo de Philip Kerr: La dama de Zagreb, el viaje por Yugoslavia y Suiza de Bernie Gunther a las órdenes, a pesar de si mismo, de Josef Goebbels. Ahí queda eso. Traducida por Eduardo Iriarte Goñi.

Lo que aparece esta semana es el III premi Memorial Agustí Vehí de novel.la negra. Se lo ha llevado Silvestre Vilaplana con Els ossos soterrats, en el que un equipo de arqueólogos intenta desenterrar los cadáveres de un grupo de ejecutados tras la guerra civil en Valencia. Se encontrará con problemas de diversa índole porque  hay mucho que ocultar en esa fosa. Estupenda pinta este libro editado por Alrevés.

Por cierto, Alrevés llega al número 25 de su colección Crims.cat con 996 de Josep Torrent. El inspector Damià Surrell investiga un caso en el que se enfrentará a la corrupción política y las mafias que trafican con drogas, personas y piedras preciosas. Ya está a punto de llegar.




Los de Destino/Columna ya han puesto en las mesas la segunda parte de las andanzas de la desveladora de conspiraciones de ancianitos sanguinarios, Sandra. Aquí Clara Sánchez, en Cuando llega la luz (en catalán traducido por Núria Parés Sellarés como Quan arriba la llum) la enfrenta a unos nazis siniestros en la costa valenciana, por si tuvieran poco con todo lo que tienen encima en aquella costa.


Siruela ofrece una novela de Kerry Greenwood: Una detective inesperada, en traducción de la espléndida Pepa Linares, sobre las aventuras de una joven inglesa de los años 20 del XX que emigra a Australia hastiada de la sociedad londinense para dedicarse a ser detective privada.

En la colección Siruela/Policiaca aparecerá a finales de este mes de septiembre la primera novela de Rachel Abbott: Como una extraña, traducida por Eva Cruz. Una de esas novelas negras de tensión familiar desde el punto de vista de las mujeres, aquí una mediana burguesa emparejada con un hombre con un pasado dramático y con vida rehecha que se enfrentarán a tormentosas desavenencias con la aparición de una adolescente de doce años.

Pero lo que espero con más ansia es la tercera parte de las andanzas de la periodista Ana Martí durante el primer franquismo. Rosa Ribas y Sabine Hofmann en Azul marino, ambientan este último caso en la Barcelona de la visita de la VI flota de los USA en 1959. Un marinero es asesinado en un garito del Barrio Chino ¿donde si no? Pasará por Paraffin Test.



Tusquets publica la novela póstuma de Henning Mankell: Botas de lluvia suecas, traducida por Gemma Pecharromán Miguel. No es una parte de la serie de Wallander, pero hay una intriga criminal que sostiene la narración, centrada en la vejez, la muerte y la recuperación de sentimientos olvidados.

A comienzos de octubre aparecerá en Suma la segunda parte de la nueva trilogía de César Pérez Gellida: Refranes, Canciones y rastros de sangre. El título de esta entrega es Cuchillo de palo. En esta entrega el inspector Ramiro Sancho es apartado del cuerpo de policía y se retira de Valladolid a Galicia. Allí comienza la caída de Sancho en la intoxicación y la lujuria. A ver, a ver.

También en la primera semana de octubre aparece lo nuevo de la enorme Joyce Carol Oates: Rey de picas. Una novela de suspense, traducida por José Luis López Muñoz. Aquí, un escritor consagrado que publica novela negras bajo seudónimo va cambiando su personalidad hacia la perversidad debido a una demanda por plagio y a los problemas familiares. En breve en Paraffin Test. No hay que perdérsela.

Pero, hay que confesarlo, lo que no me devoraré con más gozo es la nueva traducción de José Luis Piquero de Wilkie Collins: La piedra lunar. Hay pocas lecturas que puedan proporcionar tantos buenos ratos como las del escritor londinense. Hay que tenerlo en todas las bibliotecas.

Marcelo Luján: Subsuelo

Marcelo Luján: Subsuelo. Madrid: Salto de página, 2015. 236 páginas.


Hay una finca en la meseta castellana en la que se masca la tragedia. Varias familias de amigos y conocidos se han reunido para matar la monotonía estival en torno a un asado y buenas dosis de bebidas.
Los hijos mellizos adolescentes de los anfitriones, Fabián y Eva, tontean al atardecer con el hijo universitario de una pareja invitada, Javier.
A Javier le gusta Eva. Mucho. Así que cuando los padres les proponen que conduzcan hasta la gasolinera a buscar hielo, Javier no duda en dejar manejar el auto a Eva, a pesar de que no tenga carné, no tenga experiencia y sea de noche en un camino de tierra.
Eva choca contra un camión en el cruce con la nacional. Javier muere y Fabián queda parapléjico.
Eva sale mejor librada, una cicatriz en la frente y una hábil maniobra para que no parezca la conductora. Es preferible mantenerlo en secreto. Sólo su madre, Mabel, y su hermano lo saben.
Su madre es una emigrante argentina que llegó huyendo de la represión militar hace lustros, sufriendo un continuo remordimiento por lo que no hizo y temiendo siempre lo peor para sus hijos.
Fabián, el mellizo tullido, es un ser cruel, un pervertido que vive chantajeando a su hermana y que no está dispuesto a que nadie descubra la verdad de lo sucedido para poder conservar el poder sobre los implicados.
Cuando aparezca en la finca Ramón, el hermano mayor de Javier, dispuesto a esclarecer los puntos oscuros de la versión de la familia, el odio latente entre los mellizos estallará en una guerra de exterminio. 

En Subsuelo Marcelo Luján nos invita a presenciar una tragedia de hechuras clásicas. Como en la tragedia clásica, el público conoce desde el principio el drama que ha desencadenado la acción. El resto de la narración mostrará las consecuencias de ese suceso. Luján muestra cómo éste ha sacado a la superficie aspectos retorcidos de la personalidad de cada actor. Le interesa que veamos las marcas psicológicas que los llevarán al desenlace final. El narrador hace saltos temporales para ir definiendo los talantes de los personajes, hace acotaciones sobre lo que les pasará en el futuro y ellos ignoran. Como si fuera un coro.
También como en la tragedia clásica los hijos pagan los pecados de los padres. La madre vive torturada por lo que, por inercia y miedo, dejó de hacer cuando pudo y por las funestas consecuencias que tuvo. La ultraprotección de sus gemelos, para impedir que algo parecido se repita, ha resultado en una pareja temible: un ser sádico y artero, el macho, y otro pusilánime y rencoroso, la hembra. El intentar alejarlos de las consecuencias de sus acciones sólo tendrá como resultado que tengan una excusa para poder destruirse.
Por debajo del drama, en el subsuelo de la finca, el extermino es también la ley. Horadando el terreno sobre el que actúan los protagonistas vive la gran colonia de hormigas que ignora que en la superficie otros seres han decidido su desaparición ineluctable y tampoco podrán hacer nada para cambiar sus suerte.

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Marcelo Luján, Buenos Aires, 1973. Vive en Madrid desde 2001 donde trabaja como coordinador de eventos culturales  y de talleres de creación literaria.
Entre sus novelas negras:
La mala espera. Madrid: EDAF, 2009 (premio ciudad de Getafe de novela negra, 2009)
Moravia. Barcelona: El Aleph, 2012.
Subsuelo. Madrid: Salto de Página, 2015. Premio Dashiell Hammett 2016 de la semana negra de Gijón. Premio Novelpol 2016. Premio Santa Cruz de Tenerfife 2016.