Rosa Ribas y Sabine Hofmann: Azul marino.

Rosa Ribas y Sabine Hofmann: Azul marino. Madrid: Siruela, 2016. 316 páginas.


Ana Martí recibe el encargo por parte de una de las revistas para las que trabaja Mujer Actual que haga un reportaje de la Congregación de las Adoratrices de María Magdalena. Se trata de una asociación patrocinada por las esposas de los burgueses acomodados de Barcelona que recoge a las madres solteras, interna a sus hijos en un colegio religioso y a ellas las redime por el trabajo de la costura. Una de ellas se ha suicidado en la habitación sobre el taller que ocupaba y la Congregación quiere limpiar su imagen y demostrar su caridad.El inspector Isidro Castro es asignado a la investigación del asesinato del marinero norteamericano Anthony Vázquez. Es parte de la tripulación de uno de los barcos de la VI flota americana que fondea en aguas barcelonesas. Anthony Vázquez ha aparecido degollado en uno de los tugurios que frecuentan los marineros en el Barrio Chino en busca de garrafón y prostitutas.El inspector Castro es requerido a colaborar con los indagadores yanquis pero prefiere aportar su propia intérprete porque desconfía de sus colegas de la VI flota ¿Quién mejor que la discreta y arrojada periodista Ana Martí, a la que ya ha manejado en otros casos?Los dos asuntos, el del suicidio de la costurera y el del asesinato van a resultar más complicados de lo que en principio parecía y ambos comparten una característica, los poderes fácticos implicados quieren una resolución rápida y (sobre todo) satisfactoria. Conforme Ana intenta desembrollar ambos casos el peligro crece hasta el punto de que su vida está en juego. Es necesario saber qué es lo que hay detrás de cada uno de ellos.

Ribas y Hofmann hacen avanzar la narración en torno a dos líneas argumentales que al final van a coincidir, la investigación del asesinato de un marinero de la VI flota y el reportaje sobre la Congregación de Adoratrices de María Magdalena que prepara Ana Martí. 

La periodista es el nexo de unión de ambas acciones que van desplegándose creciendo en suspense a un ritmo constante.

Los dos grandes aciertos en la novela de Ribas y Hofmann son la descripción llena de matices de la sociedad del régimen franquista cuando está empezando a ser respaldado internacionalmente y la complejidad de la mayor parte de los personajes.
Por empezar por el último punto, los malos son de la peor ralea, es cierto, sanguinarios explotadores, y las damas de la alta sociedad y las monjas, unas arpías que hielan la sangre cuando demuestran quién manda allí. Pero los personajes de la terrible policía franquista están retratados con verosimilitud: machistas y maltratadores, cainitas si se requiere, sin plantearse problemas morales por su papel de apoyo al status quo. Sin embargo, Isidro Castro demuestra su complejidad al aparecer en muchos casos desorientado y confundido.
Por lo que se refiere a la descripción de la Barcelona de 1959, 
Ribas y Hofmann dibujan la reserva espiritual de occidente como un coto regido por una red de feroces caciques y sus clientes. Estar con ellos ya no sólo es cuestión de conseguir prebendas, es cuestión de vida o muerte.
Para crear un escenario en el que justificar su despotismo los vencedores de la guerra recurren al catolicismo más rancio, a una moral sexual represora e hipócrita y a un machismo brutal creado por Dios. En esta sociedad todo se basa en las relaciones y en los favores. Los vencedores están unidos por el pacto de sangre que supuso la cruzada nacional, ellos se han repartido el botín y han depurado a los vencidos supervivientes que no han escapado.
El momento más significativo de la vida de Ana Martí es cuando se entrevista con su jefe en Mujer Actual, un homosexual al que le están haciendo pagar su abominable forma de vida. Ana Martí se da cuenta de que no está trabajando por sus capacidades sino por caridad, toleran que trabaje por pena. Es decir, la apreciación afectiva de los otros es la que te permite acceder al mercado laboral, a la vida social, y no la valía profesional que puedas demostrar. La compasión paternalista es lo mejor a lo que se puede aspirar en esta mísera sociedad (eso sí, los que compadecen se aprovecharán sin pudor de su trabajo y del de todos los oprimidos).
Buenos y duros retratos de sus personajes, ambientación ajustada de la miseria franquista, ritmo de la narración en su punto y dos intrigas que crecen en interés y se resuelven con agilidad y verosimilitud. Muy buena tercera entrega de las aventuras de Ana Martí.


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Rosa Ribas, Prat del Llobregat, 1963. Estudió filología hispánica en la Universidad de Barcelona y reside en Alemania, donde ha trabajado en varias universidades.Ha escrito las novelas protagonizadas por la comisaria de Frankfurt Cornelia Weber-Tejedor:

Entre dos aguas. Barcelona: Umbriel, 2007.

Con anuncio. Barcelona: Viceversa, 2009.

En caída libre. Barcelona: Viceversa, 2011.

Si no, lo matamos. Barcelona: Grijalbo, 2016.

Además la novela La detective miope. Barcelona: Viceversa, 2010.

Sabine Hofmann, Bochum, 1964. Estudió filología románica y germánica y fue docente en la Universidad de Frankfurt. Junto a Rosa Ribas ha escrito la trilogía protagonizada por la periodista Ana Martí:
Don de lenguas. Madrid: Siruela, 2013.

El gran frío. Madrid: Siruela, 2014.

Azul marino. Madrid: Siruela, 2016.




4 comentarios :

  1. Por si me quedaba alguna duda, lo que me cuentas en esta reseña me ha acabado de convencer de que debo empezar esta serie ya.
    Muchas gracias.
    Un abrazo.

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  2. Espero que te guste Rosa. Es de lo mejor de lo escrito por aquí en novela negra con ambientación histórica. Con un análisis de la época muy acertado y sin apenas concesiones a los personajes.

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  3. Me da rabia empezar a leer sabiendo que va a ser la última vez...

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  4. Bueno, bueno, interrobang, a ver si las convencemos

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