Don Winslow: El Cártel

Don Winslow: El Cártel. Barcelona: RBA, 2015. Traducción del inglés (USA) de Efrén del Valle Peñamil. 700 páginas.Título original: The Cartel. New York: Alfred A. Knopf, 2015.


Art Keller intenta olvidar desde su retiro en un convento su pasado como agente de la DEA. Sólo regresaría al horror de su anterior vida si el más cruel y poderoso de los caudillos del narcotráfico consiguiera escapar de la cárcel norteamericana donde Keller lo encerró. Y eso es exactamente lo que ha pasado.
Adán Barrera, el gran jefe del cártel de Sinaloa, ha vuelto a México y se dispone a reestructurar toda la red de narcotráfico americana. Su plan es aliarse con sus antiguos enemigos y acabar con sus aliados más ambiciosos.
Adán Barrera consiguió antes de ser detenido que Colombia perdiera el liderato del tráfico americano de cocaína y que este pasara a México, a sus manos. Ahora, años después, la cocaína procede de suelo mexicano en gran parte (las maquiladoras han desaparecido y sus antiguos esclavos asalariados han pasado a ser cocaleros). Y además los mexicanos producen sus propias drogas de síntesis, como la muy demandada metanfetamina, así que el beneficio se multiplica.
Keller es enviado a México a poner su experiencia al servicio de la ley y la fuerza estatal mexicana. Allí colabora con los jefes de los nuevos servicios policiales incorruptos, Luis Aguilar y Gerardo Vera, pero estos le dejan claro que su objetivo no es Adán Barrera, sino el terrible jefe del cártel de El Golfo, Osiel Contreras. Keller sabe que sólo haciendo caer uno a uno a los jefes y organizaciones que se interponen ante Barrera podrá llevar a cabo su venganza, así que decide colaborar con sus métodos habituales.
La guerra de los Estados Unidos contra el narcotráfico se hace oficial en 2008, cuatro años después de la fuga de Adán Barrera, a través de la Iniciativa de Mérida, 2300 millones de dólares y plena colaboración entre gobiernos para luchar contra el narcotráfico. Keller tiene ahora más recursos que nunca para acabar con su enemigo, pero los compañeros de cama en política suelen ser indeseados y se verá obligado a continuar luchando contra objetivos intermedios.
El escenario cambia tan rápido en la guerra que los cárteles tienen montada entre ellos y contra el gobierno que es difícil preparar una estrategia adecuada. Tras ríos de sangre, traiciones y alianzas inesperadas, los narcos se han agrupado en torno a dos poderosos rivales enfrentados: Adán Barrera y su Nueva Gente -la fuerza armada del cártel de Sinaloa- y el ejército del cártel de El Golfo, los Zetas, capitaneado por el sádico Heriberto Ochoa, una terrorífica horda formada por una mezcla de asesinos con formación militar y de reclutas forzados (desde niños hasta campesinos sin adiestramiento). En medio de ambos contendientes se halla un grupo de guerreros cristianos narcotraficantes, La Familia Michoacana.
La lucha entre las tres fuerzas produce, en sólo un año, 2010, 15.273 muertos, de ellos 7.000 en Ciudad (ahora fantasma) Juárez, en la que han cerrado ese mismo año 10.000 negocios, se han perdido 130.000 puestos de trabajo y 250.000 ciudadanos se han visto obligados a huir (de una población de algo más de un millón y cuarto de personas).
Keller sabe que la única manera de acabar con la situación de guerra abierta, sobre todo ahora que los cárteles están extendiendo sus redes por otros países de mesoamérica y forjando alianzas con fuerzas mafiosas y terroristas internacionales, es beneficiar a uno de ellos, coronar un emperador aliado que deba favores, y acabar con el resto. Y eso es lo que parece que se apresta a hacer.

El Cártel es una tragedia. Sus héroes están marcados por el destino y no pueden escapar de él. Don Winslow explica este destino como que la lucha antidroga norteamericana y de sus aliados no acabará nunca. Su objetivo no es acabar con el narcotráfico, hay demasiados intereses económicos en las dos partes: la guerra contra los cárteles mueve miles de millones de dolares en armamento, logística y personal. Cuando se acaba con la influencia de un cártel o con el cabecilla de una banda se crea un vacío de poder que es inmediatamente ocupado por otro líder emergente, por otra familia armada.
Winslow denuncia que la raíz del problema está en el sistema, en como los USA tratan su patio trastero, Latinoamerica. Durante toda la historia, desde las repúblicas bananeras con dictadores títeres genocidas a las grandes explotaciones de las maquiladoras hasta la incontrolable expansión del clientelismo narcotraficante, USA ha sacado siempre el máximo provecho económico de sus vecinos del Sur, al precio que sea. Se ha convertido en el mercado más grande del mundo, ha importado bienes y seres humanos, pero no ha exportado comportamientos consensuados y vecindad democrática. USA es el imperio y en sus colonias, fuera de sus fronteras fortificadas, se debe mantener el conflicto armado.
Ante esta ineluctibilidad Winslow presenta a Keller no como un justiciero que pueda reparar la ley y el derecho, sino como un descreído vengador que busca la satisfacción personal: acabar con su enemigo Adán Barrera por el daño que le ha causado. El mundo puede acabar pudriéndose a su alrededor, no hay solución, él quiere la cabeza de Barrera. Keller está más viejo, es más cínico y cruel que en El poder del perro: los medios no importan, sólo el fin.

Hay muchas más tramas en la novela de Winslow que la persecución sin fin de Keller. Junto a los agentes y los cabecillas delincuentes, Winslow traza las biografías de los niños reclutados por los ejércitos de los cárteles, de los periodistas que caen como moscas, de algunas de las personas íntegras, ciudadanos de a pie, que se ven obligados a ponerse al frente de las instituciones políticas asoladas por la corrupción, cuando no simplemente abandonadas, poniendo en peligro su vida y la de sus familias.
Algunos de los personajes de la novela son arquetipos (sobre todo los que ocupan ambos extremos de la escala de la honradez y la maldad) y Winslow los enfrenta a situaciones cargadas de emociones para exponer sus características. La fuerza de la novela está más en los personajes de mitad de la escala (muchos, muchísimos), luchando contra una violencia y una destrucción con las pobres armas psicológicas con las que los humanos estamos dotados. Personajes superados por los acontecimientos que ven como lo que consideraban un entorno normal ha sido arrasado, como el amor, la amistad o, simplemente, el afecto y la solidaridad pueden desaparecer tragados por la corrupción de la violencia de ambos bandos. Bandos sin valores de ningún tipo (otro de los aciertos de la novela, el nihilismo amoral de buena parte de los luchadores).
Un trabajo espléndido, ambicioso. Sólo el esfuerzo de documentación, indagación y análisis de Winslow valdrían para felicitarle por su generosidad y su tenacidad. Pero además la novela es trepidante, la decena corta de años que abarca la acción está repleta de personajes y acontecimientos importantes, pero Winslow consigue mantener el interés sin provocar agobio y aumentando la tensión y el ritmo gracias a la trama de la lucha personal entre los avejentados Barrera y Keller y de la detallada descripción de los periplos vitales de la docena de personajes arrastrados sin concesiones por la destrucción del narcotráfico.

Thriller épico, novela política y tragedia contemporánea, esta poderosa y desesperanzada obra tan grande como El poder del perro que aúna todas las virtudes de Winslow: trabajo incansable, ritmo trepidante y personajes sólidos. Una fructífera mezcla de historia contemporánea, política y personajes reales y ficticios.

Don Winslow, New York, 1953. Estudió historia de África y periodismo en la Universidad de Nebraska. Vivió durante mucho tiempo en Sudáfrica antes de instalarse en Nueva York, donde trabajó como regente de salas de proyección de cine y como detective privado para acabar dedicandose en exclusiva a la escritura de novelas policíacas.
De sus diecisiete novelas se han traducido las siguientes:
El poder del perro. Barcelona, Random House, 2008.
El invierno de Frankie Machine. Barcelona, Roca editores, 2010.
L'hivern de Frankie Machine. Barcelona, Columna, 2010
Salvajes. Barcelona, Roca editores, 2011.
Muerte y vida de Frankie Machine. Barcelona: Reservoir Books, 2011.
Satori. Barcelona, Roca editores, 2011.
El club del amanecer. Barcelona: Ediciones Martínez Roca, 2012.
Los reyes de lo cool. Barcelona: Reservoir Books, 2012.
Un soplo de aire fresco. Barcelona: Ediciones Martínez Roca, 2012.
La hora de los caballeros. Barcelona: Roca ediciones de libros, 2013.
Tras la pista del espejo de Buda. Barcelona: Reservoir Books, 2014.
En lo más profundo de la meseta solitaria. Barcelona: Reservoir Books, 2015

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