Dennis Lehane: Después de la caída. Barcelona: Salamandra, 2018. 461 páginas. Traducción del inglés (USA) de Victoria Alonso Blanco. Título original: Since We Fell. New York: Ecco, 2017.
Rachel Childs siempre ha querido tener una vida normal, como la de la mayoría de sus vecinos.
Pero no es una mujer con suerte. A ella le hubiera gustado tener una familia ordinaria, aunque fuera el mínimo de un padre y una madre. Pero solo tiene una madre, y es una madre peculiar. ´Nunca accedió a decirle quién fue su progenitor, y ahora que su madre ha muerto decide embarcarse en la búsqueda de este hombre del que no tiene pistas. Incluso recurre a un extraño investigador que le aconseja que abandone toda esperanza si no quiere que la timen. Pero Rachel Childs es una cabezota y está dispuesta a llegar hasta el final.
Conocer a sus dos padres no es lo único que se exige para sentirse a gusto consigo misma y encontrar su hueco en la sociedad ordinaria. También quiere triunfar en un trabajo de prestigio y construir una familia.
Pobre Rachel Childs, ninguna de las dos cosas le salen bien: comienza su carrera profesional como periodista con bastante desparpajo y éxito, quiere demostrar que es una reportera íntegra, valiente y comprometida, y ello le lleva a cubrir el terremoto de Haití y a enfrentarse a la maldad y a la desaparición de la solidaridad y la compasión. Childs sufrirá un ataque de horror que se agudizará por la mezquindad de su flamante y ambicioso marido, incapaz de esforzarse por nada ni nadie que no le suponga un beneficio profesional o social.
En resumen: cuanto más intenta Childs convertirse en una persona normal, más se encuentra con sus debilidades psíquicas y más problemas tiene para saber quién es. Las crisis de pánico que la asolan acaban recluyéndola durante meses en su apartamento, sin trabajo, sin relaciones.
Pero alguien vendrá en su apoyo, alguien al que ya conocemos, el detective privado que no quiso investigar la identidad de su padre. Brian Delacroix es el heredero rebelde de una estirpe de madereros millonarios que se ha empleado en los más variados oficios, pero que no ha olvidado a la pertinaz muchacha que fue su primera empleadora. Y está dispuesto a demostrar sus muchas cualidades echándole una mano.
Quién lo iba a decir. La cosa funciona y Childs vuelve a salir a la superficie. Pero, pobre Rachel, el magnífico señor Delacroix parece ocultar también una personalidad oscura que no conviene nada a la fragilidad de Rachel. ¿Fragilidad? Tal vez no tanta.
A Dennis Lehane le gusta que la acción de su novela se desarrolle a lo largo de muchos años. No es la primera vez que un relato abarca varios decenios de una vida, es una maestro construyendo media vida de un protagonista en doscientas páginas. Así puede abordar uno de sus temas favoritos, la formación y el significado de la identidad.
Después de la caída es un ejemplo claro de este gusto, de este interés o de esta necesidad de explicarse lo que sea la identidad.
El personaje principal, la periodista Rachel Childs, tiene problemas con sus orígenes desde el planteamiento de la historia: desconoce quién es su padre porque su madre ha borrado todo rastro de él, pero para Childs es casi una obsesión encontrarlo, saber quién fue su progenitor. Cuando por fin consigue disipar esas dudas llegando a un fantasma prosaico, el personaje que se había construido para afrontar su vida, el de una periodista profesional íntegra, solidaria y ambiciosa, se deshace en pedazos ante la realidad de una catástrofe que le toca cubrir, una catástrofe en la que también habitan espectros de víctimas y verdugos.
Esta tremenda ruptura le supone ser abandonada por la pareja que era su referencia de estabilidad, le supone perder sus asideros profesionales y también ver como se alejan sus amistades más sólidas (bien por las crisis nerviosas de Rachel, bien por la demencia senil de uno de sus íntimos). Y tras conseguir salir adelante gracias al sostén titánico de su nuevo marido, resulta que esta persona no tiene que ver nada con lo que ella creía, es un ser esquivo lleno de claroscuros.
Esta primera parte de la novela es muy buena. En la segunda Lehane hace que su personaje se enfrente a una situación para que la no está en absoluto preparada -como sabemos tras haber asistido a sus varias reconstrucciones vitales-. Si en los capítulos precedentes la acción se desarrolla a lo largo de varios años, en los de esta segunda mitad sólo cubre unos pocos días en los que asistimos a las extrañas peripecias de la periodista y su círculo más íntimo. Una segunda parte sin la profundidad y densidad de la primera. Lehane pone a prueba de nuevo las capacidades psíquicas de su protagonista, un intento ambicioso, muy interesante, pero resuelto de una manera que no es la magistral a la que nos tiene acostumbrados el gran escritor estadounidense.
Merece la pena esta novela de Lehane, esta forma de construir y reconstruir sus personajes, este juego de identidades que se desvanecen y resurgen, esa forma prodigiosa de contar toda una vida a partir de grandes y pequeñas vivencias. La figura de Childs intentando formar parte de algo, de alguna relación familiar, amorosa o social es una gran construcción. Hubiera agradecido un final con menos servidumbres al ritmo audiovisual.
Pero no es una mujer con suerte. A ella le hubiera gustado tener una familia ordinaria, aunque fuera el mínimo de un padre y una madre. Pero solo tiene una madre, y es una madre peculiar. ´Nunca accedió a decirle quién fue su progenitor, y ahora que su madre ha muerto decide embarcarse en la búsqueda de este hombre del que no tiene pistas. Incluso recurre a un extraño investigador que le aconseja que abandone toda esperanza si no quiere que la timen. Pero Rachel Childs es una cabezota y está dispuesta a llegar hasta el final.
Conocer a sus dos padres no es lo único que se exige para sentirse a gusto consigo misma y encontrar su hueco en la sociedad ordinaria. También quiere triunfar en un trabajo de prestigio y construir una familia.
Pobre Rachel Childs, ninguna de las dos cosas le salen bien: comienza su carrera profesional como periodista con bastante desparpajo y éxito, quiere demostrar que es una reportera íntegra, valiente y comprometida, y ello le lleva a cubrir el terremoto de Haití y a enfrentarse a la maldad y a la desaparición de la solidaridad y la compasión. Childs sufrirá un ataque de horror que se agudizará por la mezquindad de su flamante y ambicioso marido, incapaz de esforzarse por nada ni nadie que no le suponga un beneficio profesional o social.
En resumen: cuanto más intenta Childs convertirse en una persona normal, más se encuentra con sus debilidades psíquicas y más problemas tiene para saber quién es. Las crisis de pánico que la asolan acaban recluyéndola durante meses en su apartamento, sin trabajo, sin relaciones.
Pero alguien vendrá en su apoyo, alguien al que ya conocemos, el detective privado que no quiso investigar la identidad de su padre. Brian Delacroix es el heredero rebelde de una estirpe de madereros millonarios que se ha empleado en los más variados oficios, pero que no ha olvidado a la pertinaz muchacha que fue su primera empleadora. Y está dispuesto a demostrar sus muchas cualidades echándole una mano.
Quién lo iba a decir. La cosa funciona y Childs vuelve a salir a la superficie. Pero, pobre Rachel, el magnífico señor Delacroix parece ocultar también una personalidad oscura que no conviene nada a la fragilidad de Rachel. ¿Fragilidad? Tal vez no tanta.
A Dennis Lehane le gusta que la acción de su novela se desarrolle a lo largo de muchos años. No es la primera vez que un relato abarca varios decenios de una vida, es una maestro construyendo media vida de un protagonista en doscientas páginas. Así puede abordar uno de sus temas favoritos, la formación y el significado de la identidad.
Después de la caída es un ejemplo claro de este gusto, de este interés o de esta necesidad de explicarse lo que sea la identidad.
El personaje principal, la periodista Rachel Childs, tiene problemas con sus orígenes desde el planteamiento de la historia: desconoce quién es su padre porque su madre ha borrado todo rastro de él, pero para Childs es casi una obsesión encontrarlo, saber quién fue su progenitor. Cuando por fin consigue disipar esas dudas llegando a un fantasma prosaico, el personaje que se había construido para afrontar su vida, el de una periodista profesional íntegra, solidaria y ambiciosa, se deshace en pedazos ante la realidad de una catástrofe que le toca cubrir, una catástrofe en la que también habitan espectros de víctimas y verdugos.
Esta tremenda ruptura le supone ser abandonada por la pareja que era su referencia de estabilidad, le supone perder sus asideros profesionales y también ver como se alejan sus amistades más sólidas (bien por las crisis nerviosas de Rachel, bien por la demencia senil de uno de sus íntimos). Y tras conseguir salir adelante gracias al sostén titánico de su nuevo marido, resulta que esta persona no tiene que ver nada con lo que ella creía, es un ser esquivo lleno de claroscuros.
Esta primera parte de la novela es muy buena. En la segunda Lehane hace que su personaje se enfrente a una situación para que la no está en absoluto preparada -como sabemos tras haber asistido a sus varias reconstrucciones vitales-. Si en los capítulos precedentes la acción se desarrolla a lo largo de varios años, en los de esta segunda mitad sólo cubre unos pocos días en los que asistimos a las extrañas peripecias de la periodista y su círculo más íntimo. Una segunda parte sin la profundidad y densidad de la primera. Lehane pone a prueba de nuevo las capacidades psíquicas de su protagonista, un intento ambicioso, muy interesante, pero resuelto de una manera que no es la magistral a la que nos tiene acostumbrados el gran escritor estadounidense.
Merece la pena esta novela de Lehane, esta forma de construir y reconstruir sus personajes, este juego de identidades que se desvanecen y resurgen, esa forma prodigiosa de contar toda una vida a partir de grandes y pequeñas vivencias. La figura de Childs intentando formar parte de algo, de alguna relación familiar, amorosa o social es una gran construcción. Hubiera agradecido un final con menos servidumbres al ritmo audiovisual.
Dennis Lehane, Boston, 1965. Nació en Dorchester, uno de los barrios más conflictivos de la ciudad, hijo de una familia de origen irlandés. Estudió en el colegio jesuita de Boston y acabó graduándose en literatura creativa en la universidad internacional de Miami.Ha dado clases en varias facultades universitarias norteamericanas y ha trabajado como actor, guionista y director de series y cine. Publicó su primera novela en 1994.
De la serie de los detectives de Boston, Patrick Kenzie y Angela Gennaro:
Un trago antes de la guerra (A Drink Before the War, 1994). Barcelona: RBA.
Abrázame, oscuridad (Darkness, Take My Hand, 1996). Barcelona: RBA.
Lo que es sagrado (Sacred, 1997). Barcelona: RBA.
Desapareció una noche (Gone, Baby, Gone, 1998). Barcelona: RBA.
Plegarias en la noche (Prayers for Rain, 1999). Barcelona: RBA.
La última causa perdida (Moonlight Mile, 2010). Barcelona: RBA.
De la saga de la familia Coughlin
Cualquier otro día (The Given Day, 2008). Barcelona: RBA.
Vivir de noche (Live By Night, 2012). Barcelona: RBA.
Ese mundo desaparecido (World Gone By, 2015). Salamandra: Barcelona, 2017.
Otras novelas
Mystic River (Mystic River, 2001). Barcelona: RBA.
Shutter Island (Shutter Island, 2003). Barcelona, RBA.
Coronado (Coronado: Stories, 2006). Barcelona: RBA.
La entrega (The Drop, 2014) Barcelona: Salamandra, 2015.
Después de la caída. (Since We Fell, 2017). Barcelona: Salamandra, 2018.
De la serie de los detectives de Boston, Patrick Kenzie y Angela Gennaro:
Un trago antes de la guerra (A Drink Before the War, 1994). Barcelona: RBA.
Abrázame, oscuridad (Darkness, Take My Hand, 1996). Barcelona: RBA.
Lo que es sagrado (Sacred, 1997). Barcelona: RBA.
Desapareció una noche (Gone, Baby, Gone, 1998). Barcelona: RBA.
Plegarias en la noche (Prayers for Rain, 1999). Barcelona: RBA.
La última causa perdida (Moonlight Mile, 2010). Barcelona: RBA.
De la saga de la familia Coughlin
Cualquier otro día (The Given Day, 2008). Barcelona: RBA.
Vivir de noche (Live By Night, 2012). Barcelona: RBA.
Ese mundo desaparecido (World Gone By, 2015). Salamandra: Barcelona, 2017.
Otras novelas
Mystic River (Mystic River, 2001). Barcelona: RBA.
Shutter Island (Shutter Island, 2003). Barcelona, RBA.
Coronado (Coronado: Stories, 2006). Barcelona: RBA.
La entrega (The Drop, 2014) Barcelona: Salamandra, 2015.
Después de la caída. (Since We Fell, 2017). Barcelona: Salamandra, 2018.
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