Hace unos días pasó por la librería La Central del Raval Carlos Zanón, aproveché para hacerle un puñado de preguntas sobre su última obra: Problemas de identidad.
Paraffin Test: Hay una larga tradición de escritores que revisitan personajes creados por otros autores. Es el que lo tú has hecho con Carvalho, el personaje de Vázquez Montalbán. Supongo que esto tiene el problema de la comparación con el original, pero imagino que también tiene ventajas.
Carlos Zanón: En realidad no me planteé nada de esto. Yo uso mis referentes, que muchas veces son musicales. Me acuerdo de Bowie cuando era incontestable e hizo un disco de versiones, o de los Smiths que no hacían videoclips o que no querían salir a la portada...
En la literatura siempre hay una inercia conservadora: “no hagas esto, esto solo lleva problemas...” Yo siempre pienso que es a la inversa, que la creación es riesgo y juego, no tener miedo. Me metí en esta novela porque pensé que podía ser divertido. Tuve presente otro referente que no es del mundo de la novela, Cristopher Nolan y su Batman. Un personaje que parecería ser el protagonista y el Jocker que era un personaje secundario, ahora ¿quién se atrevería a decir esto?
En las novelas somos mucho más conservadores que en el cine o en la música, especialmente en la literatura española, por eso pensé que podía hacerlo; que podía ser divertido, que me permitía hacer cosas que no había hecho nunca: hacer un policial en primera persona y trabajar con otra ciudad. También me gusta mucho hacer cosas que la gente no espera.
Como referente literario pensé en Banville, que evidentemente está a otro nivel del que estoy yo: tiene tanto prestigio entre las letras inglesas que a veces también tiene ganas de jugar. Nadie puede decir que el Banville haya recreado el Marlowe de Chandler con un objetivo comercial, sino que lo hizo para divertirse, para probar cosas. Con esta idea he trabajado con Carvalho, que muy bien podría ser como un Indiana Jones, he pensado mucho en los cómics: cambian los guionistas, los dibujantes, una época te gustan más y otras no tanto. Hace dos generaciones que Carvalho no conecta con la gente joven, mi hijo empezó a leer Sherlock Holmes por la serie de la BBC. Conectas porqué aparece Moriarty escuchando Stayin’ Alive. En este sentido, Carvalho es un personaje muy potente porque está hecho de materiales imposibles: comunista y agente de la CIA... Tenía claro que era hacer una novela de Pepe Carvalho, no una novela de Vázquez Montalbán.
PTest: El relato empieza con un recurso muy cervantino: el personaje sabe que ha sido utilizado por un autor como protagonista de sus novelas: a Quijote le divierte mucho verse convertido en un personaje literario. En este caso no sé si Carvalho está tan contento como don Quijote
Carlos Zanón: Sí, es una manera de marcar el punto de partida al lector, me parecía la mejor manera de empezar la novela y que los lectores dejaran ya de lado la relación de Carvalho con Vázquez Montalbán, ya te digo que en ningún momento este libro trata de cómo lo hubiera escrito Vázquez Montalbán.
PTest: Supongo que has hecho una relectura de los libros de Vázquez Montalbán. ¿Cómo los has encontrado ahora?
Carlos Zanón: La verdad es que he tenido más impresiones positivas que negativas. Por ejemplo: en los libros que lees en el momento en el que salen pones unas expectativas, una ansiedad que a veces lleva a la decepción. Con el Carvalho pasaba, leías El premio o El Balneario y decías ¡puf! En cambio ahora lees El Balneario y, vale, es una boutade pero está muy bien. A mí me han gustado, aunque no niego que hay libros más flojos que otros, quizás un poco hechos con el piloto automático, pero también te encuentras libros como Quinteto de Buenos Aires, con los que intentó volver a hacer una novela potente o los primeros: Los pájaros de Bangkok, Los madres del Sur, Tatuaje... son muy buenas novelas negras. Incluso en las novelas más flojas siempre te encuentras páginas de literatura; hay un fragmento de El delantero centro... que habla de unos yonquis y hace una descripción buenísima, habla de cómo viven, la relación que tienen... es un gran escritor. En resumen, podría decir que lo he pasado mejor de lo que recordaba.
PTest: Tú que tienes este mirador como director de la BCNegra, nos podrás decir cuál es la relación de los escritores extranjeros con Carvalho.
Carlos Zanón: Evidentemente, Carvalho no representa para ellos lo mismo que para nosotros, y eso que aquí tampoco es que sea el fenómeno francés de Simenon. A pesar de ello, para los escritores sí que está presente Carvalho porque ha creado la pauta del resto de personajes de novela negra del Mediterráneo, el hedonismo y el compromiso político han influido poderosamente en todos los autores: Jean Claude Izzo, Markaris, Camillieri, Donna Leon y tantos otros, ya sea para intentar hacer una cosa parecida en su marco territorial o bien para hacer lo contrario. Yo creo que Carvalho marcó toda la novela negra mediterránea, por eso es tan importante. Al menos lo conocen de nombre, no sé hasta qué punto lo han leído.
PTest: Pepe Carvalho en primera persona: es un personaje que como muchos de los tuyos está navegando continuamente, buscando algo sin saber exactamente el qué, moviéndose en este mundo líquido, se investiga a si mismo y es incapaz de expresar el afecto o de aclarar sus sentimientos.
Carlos Zanón: Sí, creo que eso está muy bien visto. Probablemente yo soy así. Nunca he podido conectar de una manera potente con la gente; siempre he tenido muy buena relación pero nunca me he enganchado. Creo siempre que todo es muy relativo; tengo la sensación de que estás viviendo en un lugar con una persona, pero podrías estar perfectamente bien en otro lugar, esta sensación de que todo depende de ti, de cómo estás y de lo que aportas para que las cosas funcionen. Esto hace que cuando tengo que crear un personaje esté a la deriva. Creo que si eliges, estás decidiendo, rechazando otras posibilidades, son personajes que siempre están intentando entender qué se les pasa y probablemente no les gusta lo que encuentran.
Alguien dice: "Si usted se queda aquí sabrá quién es.." De acuerdo, pero quizás no quiero quedarme aquí. Este planteamiento funciona mucho como motor de mis personajes, se mueven para buscar cosas y hacen preguntas en el lector. Muchos de los personajes que me gustan son los que buscan una cosa que no saben que han perdido o que no tienen, la literatura es esto: encuentras la verdad en medida que vas escribiendo. Hay gente que tiene las cosas muy claras pero hay otra gente que, a medida que habla, va encontrando cosas. Escribir es esto, encontrar fragmentos de una cierta sabiduría.
PTest: No me parece que Carvalho esté interesado por la investigación que está haciendo, especialmente por el resultado ni por la verdad, sí que quiere llegar a un cierto entendimiento, pero no en la verdad.
Carlos Zanón: Hay una cosa presente en todos los Carvalhos: Carvalho siempre busca la verdad y la verdad es decepcionante. Pongo un ejemplo de un típico caso de Carvalho: su socio lo engaña y mete la mano en la caja. ¿Y qu hago ahora? Esto no es mi problema, usted ya sabe la verdad y tiene dos maneras de solucionarlo: despedir a este socio suyo o mirar para otro lado. Siempre es igual. Carvalho sí que tiene una intención de encontrar la verdad pero sabe que esta verdad no lo salvará de nada, ni lo iluminará.
PTest: Me parece que es uno de los temas clásicos de la novela negra: la inadaptación del investigador, que es el que da la perspectiva sobre el mundo social y hace posible su descripción y la crítica.
En este caso vemos en Carvalho la incapacidad de encontrar nada sólido, de querer, de mostrar sus sentimientos tal como son.
Carlos Zanón: Sí, por ejemplo con Biscuter. Le da rabia que dentro de su simplicidad encuentre un agujero en la vida que sea su agujero propio. Biscuter, en el fondo, tiene más capacidad de adaptación que él, y esto le da rabia. Cómo si te encuentras un amigo que se ha casado y ves que ha encontrado su lugar en el mundo, aunque tú pienses que su pareja es una persona horrible. Por eso me gusta que Biscuter se enfrente a él: la persona popular ante el sofisticado e intelectual.
PTest: Otra cosa de la novela que me ha interesado mucho es esto de que no esté cerrada temporalmente ni por delante ni por detrás; es un trozo de vida que acaba justamente antes del atentado de la Rambla que serán un drama por Barcelona.
Carlos Zanón: No solo por el atentado; si el atentado hubiera estado como el de las Torres Gemelas, que generó que la ciudadanía sacara tanto el patriotismo como los buenos sentimientos y la sensación de pertenecer a una comunidad, hubiera sido diferente.
Aquí, con un ambiente que ya estaba tan enrarecido, nuestra actitud y la de todo el mundo ante esto fue horrorosa. Desde el principio, unos y otros tuvieron más interés en ponerse la medalla, en decir que fue culpa del otro, que si la alcaldesa no ha estado a la altura... Fue terrible. Y en la manifestación posterior la gente estaba más pendiente de otras cosas, que puedo entender, pero no era el día: habían matado a personas únicamente por venir de visita a Barcelona.
Creo que la mirada de Carvalho, con todo esto, hubiera sido despiadada, y pensé que la novela tenía que cerrarla antes de que pasara todo, antes de las elecciones. Veía a Carvalho enfrentándose a la policía porque la gente pudiera votar, etc. Si pasaba esta frontera, Carvalho se habría tenido que posicionar de alguna manera, no habría podido continuar siendo el Rick del café de Casablanca.
Si lo miramos con perspectiva, quizás aquel momento es el fin de una determinada idea de sociedad, ni mejor ni peor. Creo que, a partir del atentado y del 1 de octubre, todo ha cambiado.
En el momento que ves una señora echada escaleras abajo por la policía, por mucho que esté haciendo una cosa ilegal, te tienes que posicionar. Y tampoco lo veo defendiendo en Waterloo a Puigdemont. Era muy complicado, si lo es para nosotros, que no tenemos que decir nuestra opinión en un libro, imagina un personaje de ficción....
Por lo que respecta a lo que decías de la temporalidad, a mí me gustan mucho las novelas, y creo que es una de las grandes influencias que tengo cuando escribo, de Raymond Carver: pulsamos eal play, pulsamos el stop, y ya está. Esto es el que ha pasado, y ahí hay un mundo. Todas las historias son trozos de vida que pasan entre el play y el stop, esto me sigue gustando mucho.
PTest: Quería preguntarte por las voces de las muertas de Montjuic, la parte fantástica o más poética de la novela. Por qué pensaste en utilizar estas voces de las víctimas en la novela?
Carlos Zanón: Había una cosa que tenía claro que quería hacer con Carvalho. Cuando leo autores sudamericanos, me flipa mucho la libertad que se toman para poner lo que sea en sus novelas, sin pensar en el mercado; ya en Taxi lo quise hacer. Me alucinan los uruguayos, mexicanos, argentinos. También lo hacen los africanos: "esto no tiene nada que ver con la historia central pero hablaré sobre ello, y ahora hablaré de mi abuela, y este personaje que está muerto también hablará..." Me gusta mucho porque creo que con las series, las películas o la música lo aceptamos bien pero que la literatura es más de “usted ha empezado en primera persona, pues ahora tiene que seguir así...” ¡Pero es ficción, es una novela!
Quería escribir en primera persona, y también tenía ganas de hablar de los muertos. Con la historia de las prostitutas de Montjuic pensé que la manera de explicarlo, en lugar de hacer hablar a la periodista que aparece en la novela, es que ellas mismas lo explicaran. Es una manera de darles una voz, que expliquen ellas mismas qué es esto; me gusta también que ellas hablen de su propio código, de esta solidaridad entre las víctimas.
También estaban presentes, evidentemente, la Balada de Spoon River, Bolaño, Rulfo, estas lecturas que se te quedan en la cabeza.
Piensa, además, que era un libro por Planeta: empezamos a Madrid, con una tralla que te mueres, después que hablen muertas... pensaba llegar a un público mayoritario, pero quería hacerlo con mis cartas. Siempre he pensado que la gente es capaz de adaptarse a la comida que le ofrecen. Cuando yo era pequeño, mis padres, que no tienen estudios, veían Yo, Claudio, que era una serie de la BBC supercomplicada, y mis padres estaban muy enganchados. Después si hacen Sálvame mi madre ve Sálvame, sin problema. La misma persona puede mirar las dos cosas. Yo creo que en la novela esto se ve: hay momentos que son tours de forçe narrativos para un público estándar, y la gente lo lee igual y funciona de maravilla. El capítulo de las prostitutas es un capítulo que la gente me dice que le gusta mucho, y eso que la gente no está acostumbrada a estos cambios.
PTest: ¿Y te quedas con ganas de hacer más Carvalhos?
Carlos Zanón: Pienso en Alicia Giménez Bartlett, que tiene algunos libros que no son de Petra Delicado, y que son buenísimos. Pero cuando creas un monstruo como Petra Delicado, que vende muchísimo, sobre todo en Italia, que es un dios, por mucho que hagas otros buenos libros y que lo intentes, es muy fuerte la atracción del producto que funciona muy bien a nivel comercial. Y en este caso es diferente porque Petra Delicado es su personaje, y pienso que si puedes vivir de un personaje tuyo es una suerte, pero en mi caso no es ni mi personaje.
Me lo he pasado bien y no me importaría de aquí 3 o 4 años hacer otro Carvalho; también he trabajado bien con Planeta, que era una cosa que no tenía clara, me han dejado toda la libertad. El que pasa es que creo que si yo hiciese un Carvalho, y otro Carvalho, y otro Carvalho, acabaría siendo el tío que hace los Carvalhos; y a mí me ha costado mucho publicar novelas, llevo 10 años y he picado mucha piedra, así que creo que tengo que proteger mi trayectoria. Pienso que, si no, sería un error. Acabas acercándote a la estrella de la muerte y te quedas bloqueado.
Me gustaría, si tuviera tiempo, publicar uno o dos libros más con Salamandra, y de aquí unos años hacer otro Carvalho, como una cosa con la que la gente conecta, disfruta y de la que tiene ganas.
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