Renée Knight: Observada. Barcelona: Salamandra, 2015. 315 páginas. Traducción del inglés (UK) de Carlos Mayor. Traducció del anglès (UK) al català, Ernest Riera Arbussà. Barcelona: 2015. 320 pàgines. Título original: Disclaimer. Londres: Doubleday, 2015.
Catherine Ravenscraft es una triunfadora de clase media inglesa. Es una reconocida profesional, realizadora de documentales que han dado mucho que hablar. Una mujer inteligente que no se achanta fácilmente, con capacidad para sacar información a los demás y
sin miedo a afrontar riesgos y peligros.
Catherine Ravenscraft está en la cuarentena y comienza a plantearse como será su vida a partir de ahora. Varios cambios importantes han ocurrido en poco tiempo. Por un lado, su hijo Nicholas ha dejado el hogar familiar y comparte una habitación con un grupo de estudiantes. Nicholas no es un estudiante, es un joven poco comunicativo, más cercano a su padre que a Catherine, que ha preferido aceptar un trabajo mal pagado en unos grandes almacenes a seguir fracasando en la parte académica. Nicholas ha tenido algún problemilla con la droga, pero sus padres han sabido reconducirlo al camino de la responsabilidad burguesa. Por otro lado, Catherine y su marido, el abogado de cincuenta largos Robert Ravenscroft, han decidido cambiar su vieja casa por un moderno apartamento que sea el símbolo de su nueva vida. Pero estos cambios no han animado precisamente a Catherine.
Una temporada de permiso en el trabajo para reformar la casa, la marcha de su hijo y el cambio de hogar la han deprimido más que revitalizarla. Apenas puede dormir y le cuesta mantener el tipo delante de su familia.
Pero su angustia no se debe a las pequeñas derrotas cotidianas.
A Catherine alguien le ha enviado un libro. Una novela que parece autoeditada. Una obra de no demasiado valor literario pero que engancha. Catherine no puede dejar de leerla. Es normal, ella es la protagonista.
Hace muchos años, cuando Nicholas era un niño de cinco años, Catherine veraneó a solas con él en España. Robert tuvo que regresar a Londres por trabajo.
El libro Un perfecto desconocido, cuenta lo que ocurrió en aquellos días en las playas de Andalucía. Y, desde luego, Catherine no quiere recordarlo. Le había costado tanto enterrarlo que ahora es incapaz de afrontarlo. Además, el libro no acaba en España. La Catherine de la novela (Charlotte) volvió a Londres, a su vida normal. Muchos años más tarde es asesinada por un rabioso vengador.
Catherine está aterrada, pero no se arredra. Pronto descubre que detrás de la novela y de la campaña de destrucción está el anciano profesor Stephen Brigstocke. Él y su fallecida esposa escribieron la novela para denunciar a Catherine. Y la cruzada del viejo no ha hecho más que comenzar. Tiene a Catherine en su punto de mira continuamente y ha enviado ejemplares de la novela a su hijo, a su marido, a sus colegas de trabajo. No parará hasta que el desvelamiento de la verdad aniquile a Catherine. Ojo por ojo, diente por diente.
Renée Knight ha construido está novela con dos voces narradoras. La acosada acosadora Catherine Ravenscroft es observada por un narrador en tercera persona. La sigue en su vida familiar, en su entorno laboral y en su lucha interior por salir adelante. El anciano Stephen Brigstocke narra en primera persona. Explica cómo descubrió los escritos de su mujer, cómo los pulió y editó, cómo los envió a las personas indicadas para que se impartiera justicia. Y explica su incansable cacería.
La acción temporal salta entre el presente (Londres, 2013) y el pasado de hace veinte años en la costa andaluza (con alguna regresión temporal a los momentos en que Stephen Brigstocke comienza a urdir su plan).
Son dos personajes complejos. Ambos han vivido del análisis del lenguaje, del manejo de la palabra. Él, como profesor de literatura inglesa, ella, como documentalista y entrevistadora. Él hace tiempo que ha perdido la fe en la palabra. Ya sólo utiliza la comunicación para mentir, para manipular a los muy pocos que quedan a su alrededor y así conseguir su objetivo: vengarse de Catherine. Ella continúa sirviéndose con destreza de la palabra. Sus diálogos con sus colegas están llenos de ingenio y autoridad. Pero cada vez le cuesta más comunicarse con las personas que le importan.
Y aquí está el juego de la novela. Es evidente que es difícil expresar los sentimientos más profundos, incluso los más someros. Pero lo que dice aquí Knight es que cada vez nos cuesta más escuchar a los demás.
Vivimos en un momento en el que somos nosotros nuestros propios explotadores (hay que leer a Byung-Chul Han al respecto, ofrece una ideas impecablemente construidas). Estamos tan absorbidos por el trabajo y por la exigencia continua de aparecer como guapos, dinámicos y ocurrentes que apenas podemos dedicar tiempo a lo que los demás sienten y a lo que nos quieren decir.
Creamos estereotipos porque no queremos perder tiempo analizando la evolución de nuestros seres queridos. Es más cómodo. No hay que dejar que hablen, puede ser doloroso y puede hacernos perder nuestro valiosísimo tiempo.
Jugando con estos conceptos de errores y debilidades en la comunicación, Knight prepara unas cuantas sorpresas y giros inesperados en los momentos álgidos de la acción que consiguen que la novela mantenga el interés por la intriga de manera continua.
Observada es otro ejemplo de las novelas negras escritas por mujeres sobre mujeres de clase media a las que los cambios en su entorno familiar o económico han provocado transformaciones drásticas en su vida cotidiana. Desde Perdida de Flynn a La mujer de un solo hombre de A.S.A. Harrison o Los ciervos llegan sin avisar de Berna González Harbour, Sé dónde estás de Claire Kendall o incluso La chica del tren de Hawkins. Todas ellas diferentes, pero reflejando el papel de la mujer en estos tiempos de crisis. El comportamiento de la mujer de clase media o ex-clase media en medio de la autoexigencia.
Buena pinta. Gracias.
ResponderEliminarSí, merece la pena. Es original, mantiene la tensión y las sorpresas llegan en el momento justo
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