Raphael Montes: Días perfectos

Raphael Montes: Días perfectos. Barcelona: Penguin Random House, 2015. 259 páginas. Traducción del portugués de Brasil de Mercedes Vaquero. Título original: Dias perfeitos. Companhia das Letras, 2014.
Téo es un alumno de medicina de la Universidad de Río de Janeiro entusiasmado por la anatomía humana, sobre todo si puede estudiarla en su cadáver favorito. Además de su pasión por la medicina hay poca cosa más que ocupe los días de Téo: cuida de su madre paralítica, acude con ella a misa, atiende las visitas de sus amigas... En una barbacoa conoce a Clarice, una muchacha desinhibida que le causa una conmoción. Y la profunda impresión se traduce en una obsesión enfermiza por la bella garota. Para demostrar a Clarice su amor, a Teo se le ocurre que debe facilitarle su vocación y conseguir que acabe el guión de una película que tiene entre manos: Días perfectos. El problema es que Clarice no ha sido consultada sobre lo que ella quiere.
No se puede desvelar gran cosa del argumento de la novela de Montes sin acabar con sus valores. Y es que los giros en la acción son la base sobre la que se mantiene este cuento de terror. Más que ante una novela negra estamos ante una narración que rinde tributo a Misery de Stephen King. Un thriller psicológico en el que el narrador cuenta en tercera persona su historia centrándose en la visión sociópata de Téo, pero él no es el único peligro de la novela: el lado oscuro de la fuerza atrae también con facilidad a Clarice, que pronto desvelará su crueldad innata y destructora.
Montes hace que la pareja protagonista se aleje físicamente de los vínculos sociales que les podrían obstaculizar la plena efervescencia de sus instintos: buscan lugares aislados (y paradisíacos) con la excusa de dar rienda suelta a su creatividad, hallarán lugares misteriosos en los que pululan extraños personajes (un hotel regentado por una cohorte de enanos como si fuera un escenario de Murakami, una isla recóndita a la que les transporta una barquera con nombre de muerta, una Caronte tropical) que transformarán en malsanos marcos naturales en los que corromper mediante el dolor y la tortura conceptos como amor o amistad.
El resto de los personajes es también de camisa de fuerza, sólo se mantienen dentro de los límites de la legalidad social por miedo al qué dirán o por la fuerza de la rutina de la convenciones. Pero en lo profundo de sus cerebros se sospecha hasta donde llegarían para conseguir salirse con la suya.
Una buena construcción en ritmo y suspense para este thriller de terror que salta de sorpresa en sorpresa.



Raphael Montes, Río de Janeiro, 1990. Abogado de formación, crítico literario y autor de cuentos y de dos novelas: Días perfectos y Suicidas (2010)

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