Haylen Beck: Sin dejar rastro

Beck, Haylen: Sin dejar rastro. Barcelona: Salamandra, 2019. 350 páginas. Traducción del inglés de Patricia Antón de Vez. Título original: Here and Gone. Crown Pub Inc, 2017.


Audra Kinney sufrió tortura psicológica por parte de su marido (y alguna que otra paliza). La alcoholizaba y drogaba para tenerla controlada. Estaba tan colocada que apenas recuerda los primeros años de vida de sus dos hijos, Sean y Louise, de once y seis años de edad.
Hace unos días Audra comprendió que debía escapar de aquel horror. Metió a los niños en el coche y emprendió una huida hacia el incierto refugio de una amiga en la costa oeste, a miles de kilómetros de Nueva York.
Cuando Audra llega hasta Silver Water, un moribundo pueblucho minero de Arizona es detenida por el sheriff Elder, acusada, sin justificación, de posesión de marihuana. La pesadilla acaba de comenzar.

Audra es separada de Sean y Louise y encarcelada; cuando pregunta por sus hijos el sheriff y su ayudante le aseguran que en su coche no había ningún niño, tan solo rastros de sangre y ropa destrozada.
La policía del condado y la gente del FBI sospechan que Audra ha asesinado a sus hijos y los ha enterrado en algún lugar del desierto. Todo es una jugada del sheriff Elder, quiere vender a los niños a unos millonarios pederastas que son capaces de pagar muchísima plata por mercancía en buen estado. Pero Audra no tiene manera de convencer a los investigadores del complot.
En su ayuda llega Danny Lee, un hampón justiciero al que le pasó lo mismo: su hija desapareció y su mujer fue inculpada. Ella acabó suicidándose por la ansiedad terrorífica que le sobrevino.
El juego está claro: Audra y su aliado deben encontrar a los niños en las inmensas extensiones de las montañas de Arizona cuanto antes: el tiempo apremia ya que la pequeña Louise tiene una salud quebradiza y el sheriff Elder es un asesino nato dispuesto a llegar hasta el final sin reparar en consecuencias. Y el FBI sigue investigando de cerca a Audra, y su marido ha venido al pueblo para echarle a la prensa encima y para ofrecer una jugosa recompensa para quién demuestre la culpabilidad de Audra.

Haylen Beck ha conseguido dotar a este thriller de un ritmo rapidísimo, siempre pasan cosas y cada giro está bien ensamblado en la trama general, con lo que consigue esa apariencia de verosimilitud necesaria para empatizar con los protagonistas.
Personajes bien construidos, mostrando las fisuras de los fuertes y las intimidades y las razones de los crueles. Es una de las bazas de la novela. El mal que nos ronda proviene de nuestro entorno, de nuestras incapacidades afectivas y nuestro egoísmo sociopático. Nuestra día a día cotidiano puede convertirse en un infierno aunque todo parezca ir bien.
Y el segundo logro de la novela de Beck: los personajes en apariencia más frágiles demuestran una capacidad de inventiva y una valentía que les permite transformarse en los héroes de la historia: mujeres apalizadas, madres llevadas a la locura, niños separados de la protección paterna.
Un solvente thriller para leer de un tirón.

https://lecturedesam.com

Haylen Beck es el seudónimo de Stuart Neville, Armagh, Irlanda del Norte, un escritor de novela negra aclamado y galardonado internacionalmente. Neville, que ganó el premio al mejor libro del año en la categoría de thriller/misterio de Los Angeles Times por su serie sobre la detective Serena Flanagan, situada en Belfast, y que fue nominado al Edgar Award, ha aparecido en las listas de mejor escritor del año de numerosas publicaciones, entre ellas The New York Times, Los Angeles Times y The Boston Globe. Sus novelas firmadas como Haylen Beck tienen lugar en Estados Unidos y están inspiradas por su amor al género negro norteamericano. Los derechos de traducción de Sin dejar rastro se han vendido a más de una decena de países.
Stuart Neville tiene dos novelas traducidas al castellano:
Complicidad. Barcelona: Plata, 2011.
Los fantasmas de Belfast. Barcelona: Plata, 2010.


No hay comentarios :

Publicar un comentario