Bernard Minier: Noche. Barcelona: Salamandra, 2018. 476 páginas. Traducción del francés de Dolors Gallart. Título original: Nuit. Paris: XO éditions, 2017.
Pero Servaz está vivito y coleando. Bueno, coleando no del todo; después de unas semanas entre la vida y al muerte está un pelín flojo. Pero las noticias que le llegan desde la Europa nórdica seguro que le animan a arriesgar una vez más su vida.
En Toulouse ha aterrizado la policía noruega Kirsten Nigaard. Por allí arriba ha habido un asesinato truculento cometido por un viejo conocido de Servaz, el archivillano Julian Hirtmann.
Este Hirtmann secuestró, violó y se cargó (¿o no?) al gran amor de Servaz -por el camino ha ido violando y matando a una legión de víctimas-. Ahora todo apunta a que está merodeando de nuevo por el Garona y cercanías. Y parece que lo que le lleva por allí es la preocupación por su joven vástago Gustav que posiblemente esté en algún pueblo pirenaico oculto.
El renqueante Servaz y Nigaard se lanzan a la búsqueda del niño. Pero la deficiente forma física del francés y la bisoñez en cuestiones galas de la noruega no van a ser los únicos inconvenientes que lentifican el avance de las fuerzas del bien: Florian Jensen, el que casi apiola a Servaz, que andaba incomprensiblemente libre, ha muerto de un tiro en la cabeza mientras violaba a una señora turista en un albergue de montaña. Y el principal sospechoso del ajusticiamiento no es otro que el comandante Servaz.
Conclusión: el comandante y la agente noruega tienen que:
-descubrir el paradero del hijo de Hirtmann
-atraer al psicópata y atraparlo
-demostrar la inocencia de Servaz de la muerte del violador Jensen
y cuentan con los trabas de que:
-el comandante está hecho polvo de la cabeza y el cuerpo
-la policía los busca para detenerlo por asesinato
-el psicópata es más astuto, más cruel, más rápido que ellos y además parece guardarles alguna inquina injustificada
(contamos también con pequeñas dificultades adicionales como, problemas paternofiliales, conspiraciones internacionales de gente con pasta a mansalva, capillas de asesinos sádicos...)
Conociendo la desventurada trayectoria de Servaz seguro que esto no es más que el principio de sus peripecias, ya lo verán.
No sé si Bernard Minier se ha dejado alguno de los componentes del thriller fuera de Noche. Desde luego no hay ninguno que se eche de menos. Ni un segundo de sosiego en una trama enrevesada que se complica a cada capítulo con giros inesperados y sorpresas argumentales.
Malos enormes, enfrentados en una lucha tipo Godzilla atómico vs KingKong mutante a ver quién es más malísimo. Y situaciones siempre en el abismo. Y dificultades, muchas dificultades para Servaz (y a veces para la verosimilitud de la acción).
Este es Bernard Minier, sus personajes no son tanto torturados depresivos como machacados actores que deben mantener la acción vertiginosa de la novela aunque al final no quede de ellos ni despojos.
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Une putain d'histoire, 2015
Nuit, 2017. Noche. Barcelona: Salamandra, 2018.
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