Gene Kerrigan: Delincuentes de medio pelo

Gene Kerrigan: Delincuentes de medio pelo. Barcelona: Sajalín, 2017. 406 páginas. Traducción del inglés (Irlanda) de Damià Alou. Título orginal: Little Criminals. London: Vintage, 2005.


No es fácil ganarse la vida con pequeños golpes y atracos a establecimientos de poca monta. Que se lo digan a Frankie Crowe. Desde que ha salido de la cárcel no consigue salir a flote. Ni tiene pasta ni puede disfrutar de su hija, lo único que le importa, tanto como quisiera. Así que Frankie está decidido a dar el golpe de su vida.

Pero Frankie Crowe tiene tres problemas:

1- tiene más ambición que capacidades delictivas

2- es un donnadie que debe pedir permiso al capo Jo-Jo Mackendrick antes de cualquier movimiento

3- es un psicópata violento e impredecible incapaz de atenerse a un plan. 

Frankie consigue reunir una banda de viejos conocidos que tampoco es que sean legendas del hampa irlandesa, aunque con una lista de pequeños delitos de Dublín a Roma.

El objetivo: un pequeño banquero de éxito que puede reunir sin demasiados problemas una cantidad de dinero que retirará a los muchachos de las penas del trabajo cotidiano. Una cantidad de dinero que deberá abonar para que lo liberen después de secuestrarlo.

Pero ya les digo que Frankie no tiene suerte: ni la víctima es un potentado financiero, (abogado mercantil con recursos e influencias, eso sí) ni el golpe sale tan limpio y discreto como habían proyectado. La banda de Frankie tiene que cargar con un bulto inesperado e ir huyendo de escondite en escondite, perseguidos por los hombres del comisario jefe Malachy Hogg, entre los que se cuenta un viejo conocido de todos los secuestradores, el inspector John Grace.

Todos los implicados deberán mostrar su temple ante la presión de un cerco que se va cerrando y la carga insoportable de un rehén.


Gene Kerrigan ha decidido describir la Irlanda de finales de los años felices de la burbuja financiera, los tiempos dorados del Tigre Celta, a partir de las peripecias de personajes pertenecientes a tres grupos sociales diferentes.

Frankie Crowe y los integrantes de su banda vienen de la clase baja y van tirando con pequeños golpes o trabajos temporales. A casi ninguno de ellos le merece ya la pena seguir entrando y saliendo de la cárcel, algunos se han establecido con familia y casa y sólo están dispuestos a arriesgarse por un golpe definitivo.

John Grace es un funcionario que conoce bien las calles y las miserias de los ciudadanos dublineses. Es consciente de los casos de corrupción dentro del cuerpo y es testigo de lo dura que es la lucha política de los que quieren llegar a los altos cargos policiales. 

El abogado Justin Kennedy es un triunfador aprovechado de los años de bonanza. Todavía no ha llegado a la cima pero está en plena ascensión, muy alto ya. Los ricos se protegen entre ellos, así que el mayor beneficiado con el secuestro será el propio Kennedy, cuando vea como le granjea la simpatía y el apoyo de los más poderosos.

Este es el interés de Kerrigan en Delincuentes de medio pelo, mostrar como se enfrenta a las dificultades cada uno de los personajes tanto como individuo, cuanto como integrante de una organización, bien sea de una banda de delincuentes, una agrupación de funcionarios policiales o un puñado de millonarios especuladores. Ninguna está limpia del todo ni podrida sin remedio y, en definitiva, será el factor personal el que marcará la deriva de la acción, nadie está determinado por su pertenencia a su clase.

Un buen puñado de personajes, sólidos y creíbles. Enfrentados a una tensión devastadora, la evolución de sus carácteres es uno de los pilares que mantiene el interés en la acción de la novela.

Buenos personajes, suspense mantenido, intriga creíble, final inesperado y crítica social aguda. Yo no exijo más a una buena novela negra. Esta lo es.

Seamus Ennis Arts Centre

Gene Kerrigan, Dublín. Periodista y escritor. Ha ganado varios premios por su labor periodística en Irlanda y ha escrito varios libros sobre escándalos financieros y crímenes en su país.

Dos de sus novelas han sido traducidas al castellano: 
Delincuentes de medio pelo. Barcelona: Sajalín, 2017. 

La furia ganó el premio Cold Dagger a la mejor novela criminal en 2012. Barcelona: Sajalín, 2015.

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