Richard Price: Los impunes. Barcelona, Penguin Random House, 2016. 411 páginas. Traducción de Óscar Palmer Yáñez del inglés (USA). Título original: The Whites. New York: Bloomsbury, 2015.
Billy Graves es sargento de policía en una comisaría de Manhattan. El sargento Graves está destinado en el turno de noche y las diversas formas de la miseria humana se ha convertido en su cotidianidad. Graves hace muchos años que entró en el cuerpo y ha tenido momentos oscuros que sus compañeros han ido cubriendo. Cuando comenzó su carrera formó parte de un grupo de la división contra el crimen en el Bronx. Algunos de los miembros de aquel grupo se convirtieron en amigos inseparables que todavía quedan semanalmente para no perder el contacto. La mayoría de los amigos abandonaron la policía para dedicarse a otras actividades profesionales. Cada uno de ellos tiene detrás un caso que no pudo cerrar. Saben quienes fueron los culpables, pero diferentes errores formales les impidieron llevarlos a prisión. A estos criminales sin castigo que se les escaparon, Billy y sus amigos los llaman Los Impunes.
El sargento Graves se encuentra una noche con el cadáver de Jeffrey Banion, cosido a puñaladas en el metro de Nueva York. Jeffrey Banion era uno de Los Impunes. El primero en ser encontrado muerto del grupo.
El día a día de Billy Graves es duro, con un trabajo que exige más de lo que cualquier cuerpo y/o mente humana puede aguantar, con una familia compuesta por su mujer, Carmen, enfermera con un carácter tormentoso a la que hay que tratar con mucha diplomacia, sus dos hijos pequeños llenos de energía y un padre expolicia con demencia senil al que hay que vigilar de cerca.
Por si fuera poco, en las últimas semanas algún chiflado está acosando a su familia. La cosa comenzó con bagatelas, pero desde hace poco el cerco del acosador se ha estrechado y sus acciones son más violentas y peligrosas. Billy y su familia deben huir de la casa familiar y aguantar todo un dispositivo de vigilancia que aumenta el estrés de sus vidas.
Billy Graves tiene la doble misión de atrapar al criminal que persigue a su familia y de resolver el misterio de las ejecuciones de Los Impunes.
Richard Price es un maestro en la descripción de las dinámica de los grupos sociales. Da igual que el grupo sea de policías o de traficantes de drogas. Consigue plasmar la complejidad que hay en la monotonía del día a día. La humanidad que se percibe en los odios y envidias entre las diferentes capas que forman un grupo social: los uniformados desprecian a los detectives por su prepotencia, los inspectores desdeñan la desidia de los agentes callejeros... Pero todos ellos forman parte de un grupo que se une cuando se pone en duda su ética profesional, el valor que da sentido a sus vidas.
Price analiza las redes afectivas, las carencias personales, el cansancio y los errores cotidianos que hacen que la actividad social avance. No tiene mucha importancia de que lado de la ley se encuentre el individuo, eso es sólo parte del juego social, lo interesante es descubrir como se enfrenta a las dinámicas establecidas, cómo esta marcan su carácter y como el personaje puede (o no) cambiar o aprovecharse de estas dinámicas. No hay en sus novelas superasesinos o superpolicías, calculadores y capaces de adelantarse a los acontecimientos del enemigo, lo que hay es la otra cara de la moneda: inteligencia y sabiduría escribiendo.
En Los Impunes, Richard Price enfoca la narración en los personaje de Billy Graves, el policía abrasado neoyorquino y de Milton Ramos, el vengativo acosador de la familia de Graves.
Ambos son personajes marcados por los hechos del pasado. Personajes a la vez generosos y agotados, necesitados de dar y recibir afecto pero con un código ético que no desean saltarse y que les obliga a actuar de un modo que no les gusta.
Los Impunes está construida sobre todo sobre la brillantez y realismo de los diálogos. Pocas veces el narrador utiliza descripciones del pensamiento de los personajes (sería mejor si no hubiera ninguno), el lector puede construir sus personajes a partir de lo que dicen o de lo que hacen ¿cómo saber que piensan personajes complejos que pueden cambiar de opinión de una noche a otra? Este es el tributo al género del guión televisivo que el elogiable escritor que es Richard Price borda como pocos.
Sus novelas son
The Wanderers, 1974. The Wanderers: Las Pandillas del Bronx. Barcelona: Reservoir Books, 2013.
Bloodbrothers, 1976.
Ladies' Man, 1978
The Breaks, 1983
Clockers, 1992. Clockers. Barcelona: Ediciones B, 1993.
Freedomland, 1998. Freedomland, Barcelona: Planeta, 2000.
Samaritan, 2003. Barcelona: RBA, 2004.
Lush Life, 2008. La vida fácil. Barcelona: Penguin Random House, 2010.
The Whites, 2015. Los Impunes. Barcelona: Penguin Random House, 2016.
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